Zaragoza, 10 oct (EFE).- El diestro Manolo Sánchez cortó la única oreja del festejo que tuvo lugar hoy en Zaragoza, tercero de la Feria del Pilar, en la que volvieron a fallar los toros, esta vez de la ganadería de Parladé, y que echaron por tierra cualquier opción de triunfo.
FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Parladé, desiguales de presencia, flojos y sin raza. Corrida imposible.Julio Aparicio: estocada (ovación); y estocada desprendida (ovación).Manolo Sánchez: estocada trasera y levemente desprendida (aviso y ovación tras petición de oreja); y estocada (una oreja tras un aviso).Manuel Díaz "El Cordobés": media y descabello (ovación tras petición de oreja); y estocada y descabello (palmas en la despedida).En cuadrillas, Ángel Otero saludó tras parear al primero, y VicenteYangüez "El Chano" y Domingo Valencia hicieron lo propio en eltercero.La plaza tuvo algo más de media entrada en tarde espléndida, con lacapota descubierta.
OTRA "JUAMPEDRADA"
Vuelta a las andadas. La feria no sale del ostracismo, del aburrimiento y la desesperación de público y toreros, todo por culpa del ganado. Si en la víspera fueron los de "La Campana", originarios de Juan Pedro Domecq, los que se cargaron la tarde, esta vez ha sido la misma ganadería matriz, la de Parladé, encaste y propiedad del mismo ganadero jerezano.
Toros en el límite de todo, más regordíos que aparentes, que aún aliviándoles en el tercio de varas llegaron enormemente fatigados a la muleta, sin aportar nada.
Aparicio estuvo en los detalles, pinceladas de torería, en el que abrió plaza, toro que respondió en los primeros compases llevándole a media altura. Pero de parte del torero no hubo estrecheces. Faena que se quedó en los apuntes.Y algo parecido en el cuarto. Aparicio mostró su elegante capote,dejando también aroma en la faena de muleta. Pero a cuentagotas.
En los remates de series se le aplaudió, como dijo alguna vez uno de los más grandes de la crítica taurina, el delicioso escritor costumbrista Antonio Díaz Cañabate, "con un entusiasmo no muy indescriptible". Tiene tela la apreciación del maestro. Pues así estuvo Aparicio, y así el público con él.
Manolo Sánchez llegó a tapar la extrema sosería de su primero con un toreo de prestancia y galanura, aunque con poco ajuste y muy espaciados los muletazos. Algún pasaje, no obstante, de figura muy encajada y exquisita templanza, marcó la diferencia.Prácticamente no colaboró el toro, y ese fue el mérito del torero, que siempre quiso mucho. En el conjunto, a pesar de las desigualdades, fue notable el toreo a derechas. El buen toreo, habría que precisar.
Cortó Sánchez una oreja al quinto y eso que tampoco fue toro propicio. Rebrincado, defendiéndose, cayéndose en ocasiones, la cara arriba la mayoría de las veces. El de Valladolid lo fue haciendo poco a poco.
Los pases espaciados, pero de muy buen trazo. Alternó las dos manos, y aunque el pozo estaba vacío, sacó agua. Buen torero, Sánchez, a pesar de prodigarse tan poco.
La petición de oreja fue numerosa y ruidosa.
El tercero, primero de "El Cordobés", tuvo más que torear que ninguno.
Pendiente de lo que se dejaba atrás, sin embargo, le pudo el torero,muy capaz y resulto, más que suficiente. No tomó altura la faena porque el toro se vino también paulatinamente abajo.
Pero hasta ese inesperado final toreó "El Cordobés" muy de verdad, enganchándole por delante. Al no matar con más contundencia, faltaron pañuelos en la petición de oreja .
El sexto fue el colmo de la mansedumbre. Toro con "guasa" en los dos primeros tercios. Lo peor lo hizo en banderillas, "esperando" con descaro. Y luego, en el tanteo con la muleta se echó como si la pelea no fuera con él. Puesto en pie ya no quiso pasar ni una sola vez.
Breve macheteo por la cara, y a matar. La suerte es que se acabaron del todo "los juampedros" y sucedáneos, al menos en este feria.
Crónica de D.Juan Miguel Núñez
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