viernes, 30 de octubre de 2009

ZAMORA.- El toro como tradición y cultura

Jean Michel Gouffrant, junto a Carmen Ferreras a su llegada a Caja Duero.
BEATRIZ BLANCO

El cirujano jefe de la plaza de toros de Bayona, el doctor Jean Michel Gouffrant, defendió ayer en la Semana Cultural Taurina, organizada por el Club LA OPINIÓN-EL CORREO, la figura del toro, «como parte de la cultura española desde hace siglos». «Cuando algo es parte de la civilización de un país, hay que respetarlo», aseguró. El cirujano ofreció una conferencia titulada «Los médicos taurinos y los antitaurinos», donde defendió la fiesta nacional ante los ataques «de un grupo que no es muy numeroso, pero que está muy bien organizado y cuyos líderes son como funcionarios, cobran un sueldo por hacer su trabajo, así que tienen que estar activos».

Para Gouffrant, «sus maneras son las de fascistas modernos, muy venenosos, porque todo lo hacen con mentiras. Además, en la actualidad, cuentan con una herramienta muy poderosa, como es el caso de Internet». Por ello, el francés apuesta por contrarrestar sus ataques con los conocimientos que, como médico, tiene de las corridas taurinas. «Nosotros tratamos todos los días con la enfermedad, el dolor y la muerte y podemos hablar más fácilmente que otros y podemos hacerlo en el mundo de los toros porque la herida, el dolor y la muerte son características que hacen la fiesta brava».

De esta manera, Gouffrant aseguró que lo primero que hay que hacer es «comparar lo comparable, porque los antitaurinos dicen mentiras con el tema de las banderillas o la vara, por ejemplo, y comparan al toro con el hombre, tanto de cabeza como de peso y manera de pensar. Y la verdad es que el toro es un animal, eso sí, el más peligroso que existe en la tierra. Por ese motivo, la mayoría de los reyes de la antigüedad se hacían representar como un toro, tanto por su fuerza brutal como por sus testículos, porque en aquella época la fecundidad era algo muy importante», relató.

Por todo ello, Gouffrant afirmó que algo muy importante para hablar del toreo es conocer a los toros de lidia, «que nada tienen que ver con el resto de animales». Según el cirujano francés, «el toro de lidia ataca todo lo que le parece extraño, menos a sus hermanos, con los que ha convivido cuatro años. Cuanto más sufre, más ataca». Además, el cirujano aseguró que estos toros «sólo sufren al comenzar el combate, pero, después de la puya, no sufre más, porque está lleno de endorfinas y eso le hace no sentir más dolor». Respecto a la sangre, otra de las controversias del toreo, el cirujano argumentó que «el hombre tiene cinco litros de sangre en su cuerpo, mientras que el toro tiene 45, por lo que, cuando con la vara pierde un litro de sangre, no es nada, porque, en proporción, es como una muestra de sangre humana».

Para Gouffrant, el toreo «no se parece a ningún otro espectáculo, es una comunión, un sacrificio expiatorio que une a toda la gente que está en la plaza. Esto hay que respetarlo, porque es una cosa importantísima, no es un espectáculo como el baile, es algo más fuerte, es la muerte de verdad». La grandeza del toreo pasa, según el francés, por que «el toro es el único animal a quien el hombre da la posibilidad y poder de matarlo. Es el único que tiene el derecho a hacerlo. La corrida es el último encuentro entre el hombre y el animal y se trata de una pelea de igual a igual, con la noción de drama al ver que el hombre está en peligro de muerte».

Por todo ello, Jean Michel Gouffrant apostó por mostrar desde pequeños el tema de muerte, al ser parte fundamental de la vida del hombre, como lo es de las corridas. «Hay una sola verdad, única, que es que somos el único animal que sabemos que vamos a morir y esa verdad no hay que escondérsela a los niños, porque, si no lo aprenden desde el principio, les afectará en su instrucción mental toda la vida».
Fuente: laopiniondezamora.es

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