Reproducimos la crónica que realiza para EFE D. Javier López, sobre la novillada de ayer , 1º de Mayo, celebrada en Las Ventas, dentro de las de la Feria de la Comunidad de Madrid.
LA CRÓNICA:
"Tarde plomiza y sin contenido con una deslucida novillada de José Vázquez"
Madrid, 1 may (EFE).- Tarde de silencios y de poco contenido la del segundo festejo de la mini feria de la Comunidad de Madrid, celebrado hoy en Las Ventas, una función plomiza por culpa del deslucido juego de los novillos de José Vázquez
FICHA DEL FESTEJO.- Cinco novillos de José Vázquez y un sobrero, que hizo quinto al ser devuelto el segundo y correrse turno, de José Escobar, bien presentados, nobles, aunque justos de fuerzas, bajos de raza y sin "transmisión". Los seis, sin excepción, duraron poco y acabaron "rajados". El más toreable, el sexto, aunque tampoco fue suficiente para el triunfo.
Fernando Tendero: estocada caída y estocada (silencio); y dos pinchazos y media atravesada (silencio).
Román Pérez: pinchazo y estocada (silencio); y dos pinchazos, estocada y tres descabellos (silencio).
Javier Cortés: dos pinchazos, media tendida y atravesada, y descabello (silencio tras un aviso); y media atravesada y tendida, y dos descabellos (palmas tras un aviso).
En cuadrillas, Julio Campano se desmonteró tras banderillear al sexto.
La plaza tuvo un tercio de entrada en tarde apacible.
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CAMBIO RADICAL EN VEINTICUATRO HORAS
La segunda novillada de la feria de la Comunidad en nada se pareció a la del día anterior de Moreno Silva. En veinticuatro horas se ha pasado de la bravura y emoción de los "saltillos" al descastamiento absoluto de una divisa -la de José Vázquez-, que combina la sangre Domecq con Santa Coloma.
Ni un novillo propicio. Los hubo de todos los "colores": flojos, sosos, descastados, sin raza, inválidos, a la defensiva..., e incluso alguno aunando varios defectos, pero cabe decir también que ninguno se comió a nadie y desarrolló peligro, menos mal, pues fue lo único que le faltó al encierro.
Con semejante "material" los novilleros se pusieron el mono de obra y buscaron a base de tesón al menos agradar. Pero ni así. Cuando la tarde se pone cuesta arriba, tanta voluntad es arma de doble filo, pues de tanto querer se puede llegar a aburrir. Y eso fue lo que pasó.
Ni siquiera Javier Cortés, que dejó una grata impresión en su anterior comparecencia en Las Ventas, tuvo capacidad para resolver.
Con su primero, novillo sin casta, al que le costaba un mundo tomar los engaños y que acabó "rajado", tardó mucho en acoplarse. La faena sólo tuvo importancia en una serie de mano baja por el lado derecho y en algún natural suelto. Lo demás careció de interés.
El sexto fue el más toreable de la función pero sin llegar al aprobado. Novillo que se movió pero que también se acabó pronto. Con éste, Cortés realizó una faena larga -al igual que con el anterior, le volvieron a dar un aviso antes de matar-, y con altibajos en la que abundaron los medios pases y el toreo de cara a la galería.
Fernando Tendero, que se presentaba en Madrid, se enfrentó en primer lugar a un novillo distraído de salida y soso en extremo, con el que el madrileño dijo poco a pesar de su voluntad. Instrumentó algún muletazo suelto de buen corte, pero la faena careció de hilván y emoción. Todo, fundamentalmente, por culpa del astado.
En el cuarto, más de lo mismo. El de José Vázquez, a la defensiva, careció también de "transmisión". Lo intentó Tendero de todas las formas, pero de nuevo, esfuerzo en vano pues su trasteo no tuvo ningún calado en el tendido.
Román Pérez ha vuelto a pasar por Madrid con más pena que gloria. A su primer novillo, en el límite de las fuerzas, le realizó una faena correcta, pero insulsa y sin ajuste.
Y con el quinto, novillo que quedó muy mermado de un severo castigo en varas, el francés decidió no darse mucha coba e ir a por la espada sin pasar de las probaturas. La única faena ligera de una tarde muy pesada. EFE
FICHA DEL FESTEJO.- Cinco novillos de José Vázquez y un sobrero, que hizo quinto al ser devuelto el segundo y correrse turno, de José Escobar, bien presentados, nobles, aunque justos de fuerzas, bajos de raza y sin "transmisión". Los seis, sin excepción, duraron poco y acabaron "rajados". El más toreable, el sexto, aunque tampoco fue suficiente para el triunfo.
Fernando Tendero: estocada caída y estocada (silencio); y dos pinchazos y media atravesada (silencio).
Román Pérez: pinchazo y estocada (silencio); y dos pinchazos, estocada y tres descabellos (silencio).
Javier Cortés: dos pinchazos, media tendida y atravesada, y descabello (silencio tras un aviso); y media atravesada y tendida, y dos descabellos (palmas tras un aviso).
En cuadrillas, Julio Campano se desmonteró tras banderillear al sexto.
La plaza tuvo un tercio de entrada en tarde apacible.
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CAMBIO RADICAL EN VEINTICUATRO HORAS
La segunda novillada de la feria de la Comunidad en nada se pareció a la del día anterior de Moreno Silva. En veinticuatro horas se ha pasado de la bravura y emoción de los "saltillos" al descastamiento absoluto de una divisa -la de José Vázquez-, que combina la sangre Domecq con Santa Coloma.
Ni un novillo propicio. Los hubo de todos los "colores": flojos, sosos, descastados, sin raza, inválidos, a la defensiva..., e incluso alguno aunando varios defectos, pero cabe decir también que ninguno se comió a nadie y desarrolló peligro, menos mal, pues fue lo único que le faltó al encierro.
Con semejante "material" los novilleros se pusieron el mono de obra y buscaron a base de tesón al menos agradar. Pero ni así. Cuando la tarde se pone cuesta arriba, tanta voluntad es arma de doble filo, pues de tanto querer se puede llegar a aburrir. Y eso fue lo que pasó.
Ni siquiera Javier Cortés, que dejó una grata impresión en su anterior comparecencia en Las Ventas, tuvo capacidad para resolver.
Con su primero, novillo sin casta, al que le costaba un mundo tomar los engaños y que acabó "rajado", tardó mucho en acoplarse. La faena sólo tuvo importancia en una serie de mano baja por el lado derecho y en algún natural suelto. Lo demás careció de interés.
El sexto fue el más toreable de la función pero sin llegar al aprobado. Novillo que se movió pero que también se acabó pronto. Con éste, Cortés realizó una faena larga -al igual que con el anterior, le volvieron a dar un aviso antes de matar-, y con altibajos en la que abundaron los medios pases y el toreo de cara a la galería.
Fernando Tendero, que se presentaba en Madrid, se enfrentó en primer lugar a un novillo distraído de salida y soso en extremo, con el que el madrileño dijo poco a pesar de su voluntad. Instrumentó algún muletazo suelto de buen corte, pero la faena careció de hilván y emoción. Todo, fundamentalmente, por culpa del astado.
En el cuarto, más de lo mismo. El de José Vázquez, a la defensiva, careció también de "transmisión". Lo intentó Tendero de todas las formas, pero de nuevo, esfuerzo en vano pues su trasteo no tuvo ningún calado en el tendido.
Román Pérez ha vuelto a pasar por Madrid con más pena que gloria. A su primer novillo, en el límite de las fuerzas, le realizó una faena correcta, pero insulsa y sin ajuste.
Y con el quinto, novillo que quedó muy mermado de un severo castigo en varas, el francés decidió no darse mucha coba e ir a por la espada sin pasar de las probaturas. La única faena ligera de una tarde muy pesada. EFE
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