JOSÉ LUIS MONTOYA .ABC.ES
Miércoles, 27-05-09
El matador de toros sevillano Manuel Jiménez «Chicuelo» fue, en cuestión de nacimiento, crianza y consideración vecinal, la viceversa de su padrino de alternativa, Juan Belmonte; porque si bien éste fue conocido como El Pasmo de Triana, porque en ese barrio se crió, nacer, había nacido en la calle de la Feria, mientras que por contra, «Chicuelo», que vino al mundo en la calle Betis, se crió en la plaza de San Gil, para posteriormente, y cuando ya ganó buenos dineros como torero, trasladarse a la casa que compró en la Alameda de Hércules, donde vivió hasta su muerte y reside la familia; por eso pasa por ser el torero de la Alameda, y por eso igualmente, la comisión que ha gestado la erección de un monumento que lo perpetúe, desea que su figura en bronce se instale en ese espacio urbano, como parece que así será, aunque todavía habrá que esperar a que pase el verano.
Y para ir calentando el ambiente, la citada comisión, que preside Fernando Vázquez, ha puesto en marcha una curiosa y simpática iniciativa: homenajear a «Chicuelo» por medio de los alumnos más pequeñitos de escuelas taurinas —se han sumado de momento las de Camas, Espartinas, Sevilla y Sevilla Amate— que todos los sábados a mediodía, a partir del próximo, se concentrarán en el bar «La Norte Andaluza» (esquina a Lumbreras) junto a profesores y algunos matadores ya retirados, para después «tomar» pacíficamente la Alameda efectuando allí sus entrenamientos; vamos, que el lugar será otra vez escenario de niños jugando al toro.
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