MADRID-LAS VENTAS. Los juanpedros ¿TOROS?

Antes de publicar ninguna crónica sobre lo sucedido ayer, jueves 21 de mayo, en Las Ventas convendría leer con atención la que hace de los toros que vimos en el ruedo D.José Vega para burladero.com, no vaya a ser que todo el mundo crea que lo que realizó Morante en el ruedo venteño se lo hizo a un toro bravo y en puntas, que de eso nada. Lean ustedes y opinen si lo desean:

Los Toros, uno a uno, de Juan Pedro Domcq: De la blandura a la invalidez
JOSÉ VEGA - 21/05/2009 22:30

Éste podría ser el título para el próximo libro que escriba Juan Pedro Domecq. Un ganadero que dice saber los entresijos de ese bien inescrutable que se llama Bravura y al que hay que animar a investigar la falta de fuerzas en el toro bravo empezando por sus pupilos.
Será ardua tarea después de lo presenciado hoy en Madrid. Animales flojos, sin duración que imposiblitaron cualquier atisbo de triunfo gordo. Una vez un ganadero onubense, que escribe libros sobre toros cada vez que habla, dijo que el toro bravo es aquel que va a más durante la lidia, pues hoy los juampedros sería imposible que fueran protagonistas de obra literaria cualquiera, y menos que figuraran en los agradecimientos.
Blandearon todos, el sexto quizá fue el de más duración. Débil en los primeros tercios, fue noblote y manejable pero sin terminar de romper abajo las embestidas.
El cuarto, también se dejó en los primeros tercios, por lo menos se movió, sin ninguna acometividad, pero se movió, lo que permitió al artista de La Puebla plasmar su obra. Apenas le pegaron en el peto para después aguantar una tanda con algo de movilidad en la muleta y eso que el matador estuvo inteligentísimo dando tiempos, distanciasy cuidándolo mucho.
Los otros dos ejemplares del hierro titular fueron primero y quinto. El primero, algo pobre de cara se coló por el pitón izquierdo en los lances de recibo para empujar de lado en el caballo. También blandeó y fue tan noble que resultó soso.
El quinto se defendió siempre, desde el caballo hasta la faena de muelta, por la escasez de fuerzas y fojedad de remos. Embistió rebrincado y sin acometividad.
Los dos sobreros fueron de José Vázquez. El que saltó en segundo lugar topó al bulto colándose en varias ocasiones y poniendo los pitones en la hombrera de Morante. Le realizaron una desastrosa lidia y salió distraido de las telas. Débil también, tomó la muleta descompuesto, defendiéndose y sin una arrancada franca.
El otro reserva fue el tercero, animal que salió suelto de las telas en los primeros tercios, dió un respingo cuando notó la puya y puso los pitones en el mismo cuello del caballo, fue cambiado con un puyazo (se ríen hasta del reglamento). Fue descastado e inválido embistiendo a saltitos y quedándose corto.