domingo, 23 de agosto de 2009

MÁLAGA. Crónica de la corrida de toros celebrada el sábado 22 de agosto.


Toros de Juan Pedro Domecq, anovillados, inválidos, mansos y nobles.
Enrique Ponce: estocada (oreja); estocada (dos orejas).
Salvador Vega: pinchazo -aviso- pinchazo -segundo aviso- (ovación); dos pinchazos, media -aviso- y cuatro descabellos (silencio).
José M. Manzanares: estocada trasera y un descabello (ovación); casi entera (silencio).
Plaza de la Malagueta. 22 de agosto. Novena corrida de feria. Casi lleno.


Reproducimos la crónica que realiza D. Antonio Lorca sobre la corrida de toros (diurna) celebrada ayer, sábado 22 de agosto, en Málaga. realizada para El País. Presten especial atención al primer párrafo.

La corrida fantástica

Si la corrida exige toros con trapío y fiereza, poderosos y encastados; si son necesarios toreros valientes y artistas, entregados y pundonorosos; toreros afanosos de la pureza, que sientan en el alma la referencia del arte del toreo frente a los vergonzosos trucos triunfalistas; si hace falta una autoridad que vele por la integridad del toro de lidia, y un público exigente que no confunda el triunfalismo bananero con la emoción... Si todos ellos son ingredientes fundamentales de este espectáculo, ayer no hubo corrida de feria en Málaga.

¿Qué hubo, pues? Pues lo que hubo fue una quimera, una pura fantasía, una apariencia, una realidad inexistente. Pero, ¿qué hubo? Salieron por los chiqueros seis raspitas de sardinas, chiquitinas, bobaliconas, blandengues y bondadosas, y por allí deambularon tres señores llamados figuras de la modernidad que embaucaron al respetable con pases y más pases gélidos, ayunos de emoción, despegados, aflamencados y monótonos. Y el público se lo pasó en grande porque desconocía, tal vez, que aquel espectáculo era una pura farsa.

Ponce podría corresponder al cariño de Málaga con toros de verdad
Triunfó a lo grande Enrique Ponce; disfrutó como un niño y se abrazó emocionado al alguacilillo cuando le entregó las dos orejas del cuarto. ¿Creería que había protagonizado una gesta? No es posible. Un torero de su categoría discierne mejor que todos una faena grande de un juego de niños. Y lo suyo, sin toro, fue toreo de salón; bonito, porque es torero elegante, pero sin gracia ni hondura. Algo parecido le ocurrió en el primero, noble y rajado, al que muleteó sin mando, sin arrebato ni vibración. Ni se despeinó e, incluso, se atrevió a dar unos pasos de ballet en sus dos toros antes de dar circulares que entusiasmaron a los tendidos. Pero Ponce sabe mejor que nadie que lo de ayer tiene poco que ver con una auténtica corrida de toros. De todas formas, aquí parece feliz porque le demuestran un cariño especial. Pues, mejor para él, pero podría corresponder de mejor manera: con toros de verdad, por ejemplo.
Sus compañeros de cartel no tuvieron tanta suerte. Mejor dicho: les acompañó la fortuna de no pasar un mal rato ante gatitos de peluche, pero no fueron capaces de obtener rentabilidad de regalos apetitosos. Salvador Vega, por ejemplo, que es torero fino, toreó con limpieza, pero sin embraguetarse a su muy noble primero, y se limitó a matar a su rebrincado quinto. ¿Por qué? Porque parece que no tiene sangre en las venas; porque su concepción del toreo está cogida con alfileres y porque no está dispuesto a decir: ahora van a ver ustedes cómo se torea... Porque saber, sabe, pero... Y José María Manzanares no vive un momento dulce. Se perdió ante un inválido y descastado primero que parecía hundido en la miseria, y ante el que se mostró torpón y con pocas ideas; y lo intentó con voluntad y decisión ante un deslucido sexto de cortísimo viaje.
Octava de feria. En la noche del viernes se celebró la octava corrida de feria. Se lidiaron cuatro toros de Jaralta y dos de Carlos Núñez, que desarrollaron mucho genio y mansedumbre. Mari Paz Vega fue ovacionada con el lote más deslucido; Antonio Barrera cortó una oreja y fue ovacionado en el otro, y Joselito Huertas consiguió un trofeo ante el tercero, y escuchó los tres avisos en el sexto por su desacierto con el descabello.
La Crónica de la nocturna de Málaga, de este mismo día, la reproducimos del blog MALAKA TAURINA, de Pacopi. Muy interesante:
DE NOCHE SIGUIÓ EL BAILE
Por Pacopi.
Plaza de toros de la Malagueta. 22 de Agosto. Nocturna. Dos toros de la Palmosilla 1º y 5º y cuatro de Albarreal. Morante de la Puebla . Saludos desde el callejón en ambos. Castella. Oreja y Oreja con petición de la Segunda. Talavante.- Silencio Silencio.
Siguió el desfile curianil de la tarde. Dicen que reconocieron hasta treinta y dos animales, de tal guisa que, me aseguran, en los corrales había tal saturación de cuernos que mas parecía congreso de maridos burlados que corrales de plaza de toros. Continuó también la tomadura de pelo del personal actuante.
Al primero de la noche si se le citaba de lejos iba con alegría, pero esa era encomienda muy complicada para Morante, que se limitó meter pico. Pinchazo. Tímidas palmas.En el cuarto dio medios pases con muchos enganchones. Pinchazo y estocada trasera. Saludos con algún pito.
Castella , en el segundo, realizó una faena en su línea, es decir, toreando para las afueras y finalizando con el arrimón. Estocada desprendida. Oreja. Saludó tras parear Curro Molina. En el quinto volvió a repetir su faena, toreando para las afueras con la derecha, que con la izquierda nada quiso saber. Volvió al arrimón para finalizar la faena con una estocada desprendida. Se pidieron las dos orejas, concediéndose una sola. Me parece muy bien que el presidente reciba estoicamente la bronca del “Mundo Feliz” pero eso es, ya lo dije, torear para la galería. Eso hay que complementarlo haciendo valer la autoridad en los corrales, en los reconocimientos, lo demás es ..lo da la vaca.
Talavante sigue cuesta abajo y sin frenos. Van a organizarse mano a mano entre el y el Cid. Al tercero trapazos hasta que el animal se rajó. Estocada atravesada. En el sexto no dio un pase, estocada desprendida y descabello.
Y dicen que para mañana hay nuevo baile de corrales, pero no es de preocupar, a las tres de la tarde se aprueban gatos, cucarachas, caracoles, chinches y pulgas. Al tiempo.
Un saludo.

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