ÓSCAR BELLOT MADRID
Arrebatado por el arte de Paco de Lucía, a quien tuvo oportunidad de ver en su Japón natal, el fotógrafo Shin Yamazawua comenzó a interesarse por la cultura española, ese país cuyo patrimonio arqueológico ya le había subyugado al contemplar las pinturas rupestres de las cuevas de Altamira en viejos libros de texto.
Nacido en la ciudad japonesa de Chiba, Yamazawa se decantó primero por el cine, estudiando en la Escuela de Bellas Artes de Tama, e incluso apareció en «Bendito canalla. La verdadera historia de Genarín», una cinta dirigida por Ignacio López Chueca que se inspiraba en el libro «El entierro de Genarín. Evangelio apócrifo del último heterodoxo español», de Julio Llamazares. Pero su verdadera pasión es la fotografía, a la que se ha dedicado con ahínco a lo largo de los últimos años.
Ahora el artista nipón expone su visión del mundo del toreo en la muestra fotográfica «Tauromagia-Capricho del color», que permanecerá abierta al público hasta el 23 de agosto en el Hotel Carlton de Bilbao y en la que la luz y el color actúan como ejes vertebradores de las instantáneas.
«La gente sabe mucho más de las corridas de toros de lo que creía», apunta un fotógrafo que se muestra muy feliz por la acogida que está teniendo su muestra.
Nacido en la ciudad japonesa de Chiba, Yamazawa se decantó primero por el cine, estudiando en la Escuela de Bellas Artes de Tama, e incluso apareció en «Bendito canalla. La verdadera historia de Genarín», una cinta dirigida por Ignacio López Chueca que se inspiraba en el libro «El entierro de Genarín. Evangelio apócrifo del último heterodoxo español», de Julio Llamazares. Pero su verdadera pasión es la fotografía, a la que se ha dedicado con ahínco a lo largo de los últimos años.
Ahora el artista nipón expone su visión del mundo del toreo en la muestra fotográfica «Tauromagia-Capricho del color», que permanecerá abierta al público hasta el 23 de agosto en el Hotel Carlton de Bilbao y en la que la luz y el color actúan como ejes vertebradores de las instantáneas.
«La gente sabe mucho más de las corridas de toros de lo que creía», apunta un fotógrafo que se muestra muy feliz por la acogida que está teniendo su muestra.
Deudor de Goya. En la muestra se deja sentir el aliento de Francisco de Goya, un pintor que se acercó al mundo del toreo en numerosas obras y que constituye una de las principales fuentes de inspiración de Yamazawua. Y si el maestro de Fuendetodos conjugaba los tonos cálidos de su etapa más costumbrista con líneas rápidas y seguras en la serie de grabados que conforman la serie «La tauromaquia», Yamazawua articula sus instantáneas a base de ritmos y contrastes para que la lucha entre «muerte y vida» que caracteriza el día a día del diestro se haga presente a todo aquel que contemple las fotografías.
Nada más abrir sus puertas al público, la exposición ha conseguido reunir a un nutrido grupo de visitantes que se muestran entusiasmados con la misma. «Estoy muy contento y sorprendido a la vez», comenta Yamazawua, que no esperaba encontrarse con tantos entendidos de la fiesta en el norte de España cuando él atribuía un mayor dominio de estas artes a los habitantes del sur peninsular. «La gente sabe mucho más de las corridas de toros de lo que creía», apunta el fotógrafo.
A la vez que disfruta del éxito de «Tauromagia-Capricho del color», Yamazawua prepara ya su nueva exposición, «Luna desnuda», una colección de instantáneas sobre el cuerpo femenino que viajará a París en octubre de este mismo año. Un cambio de registro que denota el amplio abanico de intereses de este artista singular que quedó maravillado cuando visitó la aldea de El Rocío y pudo comprobar «cómo se mantenían vigentes las tradiciones a finales del siglo XX».
Nada más abrir sus puertas al público, la exposición ha conseguido reunir a un nutrido grupo de visitantes que se muestran entusiasmados con la misma. «Estoy muy contento y sorprendido a la vez», comenta Yamazawua, que no esperaba encontrarse con tantos entendidos de la fiesta en el norte de España cuando él atribuía un mayor dominio de estas artes a los habitantes del sur peninsular. «La gente sabe mucho más de las corridas de toros de lo que creía», apunta el fotógrafo.
A la vez que disfruta del éxito de «Tauromagia-Capricho del color», Yamazawua prepara ya su nueva exposición, «Luna desnuda», una colección de instantáneas sobre el cuerpo femenino que viajará a París en octubre de este mismo año. Un cambio de registro que denota el amplio abanico de intereses de este artista singular que quedó maravillado cuando visitó la aldea de El Rocío y pudo comprobar «cómo se mantenían vigentes las tradiciones a finales del siglo XX».
Fuente:ABC.es
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