sábado, 4 de julio de 2009

BURGOS. Crónica de la corrida del viernes 3 de julio.


Reprducimos la crónica que realiza para EE D. Juan Miguel Núñez sobre la corrida de ayer en Burgos, viernes 3 de julio.

Burgos, 3 jul (EFE).- Dos orejas de un toro y Puerta Grande fue el balance de Antonio Ferrera, hoy en Burgos, en una corrida marcada un día más por la condescendencia y la generosidad tanto del público como del presidente que al final concedió los exagerados trofeos.
FICHA DEL FESTEJO.- Cinco toros de "Los Recitales", el sexto como sobrero al ser devuelto el tercero y correrse turno, y uno, sobrero también que hizo cuarto, de Escribano Martín, desiguales de presencia y manejables, nobles y moviéndose los seis, aunque a la corrida en general le faltó clase.
José Ignacio Ramos: estocada perpendicular y larga agonía del toro(silencio tras un aviso); y dos pinchazos, estocada perpendicular y dos descabellos (vuelta tras un aviso).

Antonio Ferrera: menos de media estocada, dos pinchazos y media pescuecera (silencio tras un aviso); y gran estocada (dos orejas).

Jesús Martínez "Morenito de Aranda": estocada trasera y larga agonía del toro (una oreja); y pinchazo y media atravesada (silencio).
La plaza tuvo media entrada en tarde agradable.
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EL TRIUNFALISMO DE COSTUMBRE
Hubo una salida a hombros. La de Antonio Ferrera. Y se fueron a pie los otros dos alternantes por no andar finos al matar. Sin duda hubieran estado los tres en la Puerta Grande con mejores espadas. Lo que no quiere decir que se perdió una corrida triunfal. La tarde fue más bien de triunfalismo, según costumbre en esta plaza y feria. Extraordinario entusiasmo en el tendido por todas las intervenciones, la mayoría de las veces sin entrar en valoraciones. Así viene siendo a lo largo del ciclo, y esta tarde más, con dos nombres de la tierra en el cartel. Si no subieron más trofeos al "marcador" fue por el fallo a espadas.
Lo tenían muy fácil hoy los toreros con el presidente más blando de los dos que se alternan en "el palco", el bueno de José Ramón Muriel, que de hecho sacó los dos pañuelos en el quinto y uno en el tercero sin méritos que avalaran las faenas.
Fue Ferrera el único que mató bien a un toro. Por cierto, una estocada fulminante, en el quinto, que dio paso a las dos orejas. Su toreo, sinembargo, burdo e insulso, de muchas y alocadas carreras en los tres tercios, y con especial énfasis en banderillas. Recortes y saltos en los preparativos, al clavar y al salir de la suerte.
El espectáculo con "los palos" fue el punto de partida, lo que dio ambiente. Nada había resuelto con el capote después incluso de verse obligado a "tomar el olivo" (en la jerga, saltar la barrera en despavorida huida al quedar desarmado). Y no armó faena con la muleta.Un trallazo aquí, un rodillazo allá, medio molinete más acá. Y sin quedarse quieto ni a la de tres, quitándose antes de terminar de pasar el toro. Todo muy populista, y muy efectivo. Las dos orejas, y ni una protesta en contra cuando paseó el doble trofeo lo dicen todo. De este toro quinto hay que resaltar que fue noble y tuvo"transmisión". Fue aplaudido en el arrastre, y no sería justo olvidar sus honores.
Una oreja también para "Morenito de Aranda" en el tercero, un animal que embistió con la cara arriba, defendiéndose y muy poquito gas. La faena, de menos a más, tomo altura en las cercanías, al obligar al toro en un par de "ochos" muy cerrados alrededor del torero.Y poco más. Ferrera no resolvió en su primero por no quedarse quieto,y eso que el toro, machacado en varas, había llegado a la muleta más bien aplomado. A "Morenito" se le fue la oportunidad del sexto, que semovió más, por no pasar de los espaciados e inacabados pases, quizás por estar más pendiente de acortar distancias.
El primer espada, José Ignacio Ramos, perjudicado por su propia incapacidad. Después de cuajar una entonada faena al que abrió plaza, se perdió en dilaciones para atacar con el descabello, mientras el toro, con la espada dentro de una estocada a la primera, se levantaba y volvía a echarse. Así tres veces. Espectáculo deprimente.
La faena al cuarto, otro toro muy castigado en varas, fue a retazos. Le faltó a Ramos mando y dominio, para engancharle y llevarle, pues se movió el animal pese a todo. Pero acompañar no es torear.Y una anotación final. Sobre los toros, por lo que tuvieron en contra. Fue tarde de picadores. Demasiado castigo y sin motivo. EFE

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