domingo, 26 de julio de 2009

SANTANDER. FERIA DE SANTIAGO 2009. Crónica de la corrida de Victorinos. Sábado 25 de julio 2009.

Reproducimos la crónica que para ABC escribe el Sr.Zabala de la Serna, sobre la corrida celebrada ayer en la Feria de Santiago 2009 de Santander. Toros de Victorino Martín.


Incomprendida faena de El Fundi


ZABALA DE LA SERNA SANTANDER
Domingo, 26-07-09

Templada, castigada e incomprendida, la faena de El Fundi con el cuarto victorino quedó enlatada en conserva por la afición santanderina. O no se enteraron o no se quisieron enterar. Todavía se oían los ecos contra La Montaña de la atronadora bronca que le dedicaron a la muerte del moruchón primero. Y le guardaron la factura. Fundi había estado brevísimo y sobre las piernas. Las embestidas, por llamarlas de alguna manera, se venían al paso y sin pasar, por dentro y sin humillar. Más preocupante que el aliño fundista fue una cierta sensación de impotencia, como si sus facultades no se hallasen al cien por cien, cuando para matar lo que suele hay que estar al doscientos por cien.
Pero El Fundi se asentó y se atalonó en los medios con el cinqueño pasado que cerraba su lote. Aire de toro viejo en manos de torero maduro. Sin un tirón, ni una sola violencia, Fundi lo dejó romper, suavemente, sobre la mano derecha, que era el pitón dorado, el cuerno de la fortuna. Tanta templanza reunida no se había presenciado en casi toda la Feria de Santiago. Un recuerdo a la calidad de Leandro. La obra se desarrolló en son de serenidad. La mano corría sin prisas empapando los viajes. A izquierdas no hubo ni opciones ni motivos. Un molinete añejo, metida la rodilla por los costillares, libró la última tanda. La estocada sonó a crujido. Soberbio espadazo y bella muerte. La pañolada no cuajó. Quedaban cuentas por saldar de la anterior actuación. Injusto y rencoroso trato, si se percataron...
El otro toro de la variada corrida de Victorino Martín salió en sexto lugar. Cárdeno claro y el más redondo de carnes. Noble a más no poder. Por las dos manos. Quizá falto de un punto para descolgar en el final del muletazo. Pero claro toro de triunfo. Joselillo lo toreó a la velocidad del rayo. Bien y ligero. O más ligero que bien. No tuvo peso ni calado su hacer.
Del tercero quedó la sensación de torero nuevo en las lides de los victorinos. Joselillo tocó mucho, abrió ventanas, retrasó la muleta y se la quitó siempre. El toro, de prometedor inicio humillado, se indispuso. Igual se hubiera indispuesto si no le hace todo tan a la contra. Probablemente. Dudo luego existo.
Antonio Ferrera clavó dos terceros pares de sus respectivos tercios con mucha importancia y exposición. Lanzado había empezado con una larga cambiada y lanzado siguió, y cuando Ferrera se embala... Tapó mucho al segundo, que por momentos pareció humillar, y por momentos no. Claro, que en esas manos... Franco en cualquier caso. La cosa tuvo lo que los mexicanos llaman emotividad. Mas la espada se atravesó en el camino, y otro victorino más se arrastraba intacto. Guerreó con el quinto de tralla y válido para su batalla. Lo mató de una, le pidieron la oreja sin mucha fuerza y luego ni lo sacaron al tercio. ¡Ay, público moderno! Se extiende la moda: petición y silencio. Ver para creer.

No hay comentarios: