El equipo de cirujanos del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla que el pasado martes intervino al torero Juan José Padilla para practicarle una reconstrucción de su nervio facial izquierdo, como consecuencia de la grave acogida que sufrió el pasado 7 de octubre en la plaza de toros de Zaragoza, ha destacado este jueves lo "laborioso" de esta operación, en la que han tenido que emplear "técnicas de microcirugía nerviosa y vascular".
En rueda de prensa para detallar los pormenores de esta operación, el cirujano maxilofacial responsable de la misma, Alberto García Perla, que ha estado acompañado de la consejera de Salud, María Jesús Montero, ha explicado que la intervención se prolongó por espacio de 11 horas y que en la misma trabajaron "de forma directa" un equipo multidisciplinar de 18 profesionales.
De hecho, junto al doctor García Perla, han participado en la intervención el cirujano maxilofacial Rodolfo Belmonte, el cirujano plástico Domingo Sicilia, los otorrinolaringólogos Francisco Esteban y Rafael Martínez y el anestesiólogo Enrique Navas, apoyados en todo momento por el personal de enfermería del área quirúrgica.
En cuanto al éxito de la operación, García Perla ha avanzado que el paciente "evoluciona favorablemente" tras las primeras 24 horas, hasta el punto de que confía en que el diestro pueda obtener su alta hospitalaria "en unos cinco o seis días". Además, ha estimado que a la vuelta "de cuatro a seis meses" el torero pueda recuperar, si todo va bien, "hasta el 80 por ciento de su movilidad facial".
De hecho, y preguntado por si con esta operación el diestro estaría ya plenamente recuperado, García Perla ha admitido que esta cirugía "era la fundamental y más importante" para su recuperación, si bien no ha descartado que el torero pueda necesitar "pequeñas intervenciones posteriores, sobre todo, si requiere de corregir pequeñas asimetrías" en su rostro.
Toma de injerto de la pierna
Mediante técnicas de microcirugía nerviosa y vascular, y tras la laboriosa localización del extremo próximo a la base del cráneo, el equipo de cirujanos del Virgen del Rocío ha conseguido suturar éste con el extremo que se hallaba en la zona de la mejilla. Para tal fin, se ha precisado además de la toma de un injerto nervioso de la pierna del paciente para llevar a cabo dicha unión.
También se ha procedido a reparar la rama superior del nervio facial, que mueve la frente, y que había sido seccionada por la cornada. Para ello, se ha utilizado otro fragmento del injerto nervioso tomado de la pierna, interponiéndolo entre los dos extremos lesionados de esa rama.
El nervio facial es un nervio que sale del cráneo, a la altura del oído, y se ramifica en el rostro para ejecutar todos los movimientos del mismo. Tras un daño grave, como el que ha sufrido este paciente, la cirugía de reconstrucción debe indicarse lo antes posible para que la musculatura de la cara no quede dañada de forma irreversible por una atrofia que afecte las funciones de fonación y deglución del paciente.
A pesar de que el mecanismo lesional del caso intervenido es excepcional en la literatura científica y en la práctica quirúrgica, ello ha sido posible gracias a la larga experiencia acumulada por este equipo médico en cirugía de base de cráneo y de reconstrucción, tanto en el tratamiento de tumores de esta zona del cerebro, como en la cirugía urgente de secuelas de traumatismos faciales de diferente gravedad (es el caso de secciones del nervio por arma blanca, por ejemplo).
Sanidad pública como referente
Por su parte, la consejera de Salud, María Jesús Montero, ha aprovechado para destacar la "destreza" de estos profesionales y la "capacidad" de la sanidad pública en este tipo de operaciones.
De hecho, ha enfatizado que fue el propio diestro el que eligió el centro Virgen del Rocío para someterse a su intervención, que ha tenido un coste de 30.000 euros, de todos los posibles que se compañía aseguradora le ofreció.
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