19 de noviembre de 2011
Eulalio López "Zotoluco" (grana y oro): División y palmas.
Sebastián Castella (azul celeste y oro): Palmas y dos orejas.
Juan Pablo Sánchez (azul celeste y oro): Dos orejas y palmas.
Redacción / El Sol de San Luis
San Luis Potosí.- Sin llegar al lleno, muy buena entrada para la primera corrida de la Revolución, en la Plaza Monumental El Paseo, en donde Zotoluco no tuvo suerte en el sorteo y se fue sin cortar orejas, mientras que el francés Sebastián Castella realizó un faenón, de esos que pasan años para volver a ver y aun pinchando cortó dos orejas y Juan Pablo Sánchez con una buena faena a su primer enemigo, también cortó dos orejas. Se lidiaron tres toros de Bernaldo de Quirós y tres de Marrón, todos buenos, menos el lote de Zotoluco.
LALO LOPEZ ZOTOLUCO
Sangre de toro y oro
El que abrió plaza fue el de nombre "Gambusino", número 820 y de 456 kilos de peso, de la ganadería de Marrón, al que Zotoluco recibió de verónicas y al tomar la muleta se lo llevó al centro del ruedo, en donde le fue dando largueza a sus pases para estar en el agrado de los aficionados. Por naturales el toro le fue bien y escuchó los oles y más en el remate de pecho. Volvió con la derecha y la faena empezó a crecer y fue entonces cuando pidió música. Más derechazos y más naturales, pero el toro tenía lo suyo, de repente le hacía extraños y no fue la faena que se esperaba. Entró a matar y para la de malas pinchó tres veces antes de la estocada entera, caída, suficiente para que doblara y se retirara entre división de opiniones.
El segundo para "Zotoluco" fue el de nombre "Luchador", número 126, de 535 kilos, el más pesado del encierro, de Bernaldo de Quirós, al que recibió con dos faroles de rodillas y luego toreó de verónicas. Brindó a todos los aficionados para irse a la zona de sol en donde abrió con una tanda de rodillas, luego toreó de derechazos y escuchó los oles. Por naturales toreó un tanda y al volver con la derecha poco a poco fue metiendo al toro a su muleta y aunque el toro no era todo lo bueno que se deseara, a base de insistirle le trató de sacar los mejores pases. Algunos aficionados se metieron con él, pero hizo la seña que nada se podía hacer con ese toro, para colmo pinchó dos veces, luego un pinchazo hondo y descabelló en el segundo intento para retirarse entre palmas.
SEBASTIAN CASTELLA
Celeste y oro
El primero para el francés fue el de nombre "Pardo", número 121, de 511 kilos, de la ganadería de Bernaldo de Quirós, al que veroniqueó con mucha fuerza en el centro del ruedo. Con la muleta inició la faena con derechazos, con calidad, lo que le fue reconocido y más cuando jaló al toro por la espalda, luego más derechazos, con mucha lentitud respetando las condiciones de su enemigo, luego terminó metido entre los pitones de su enemigo, abanicándole por la espalda, muy en su estilo, que es arriesgar, pero al tirarse a matar pinchó una vez antes de la estocada entera, de rápidos efectos. Y aunque lo llamaron al tercio, Castella se mantuvo en el callejón.
El quinto de la noche se llamó "Tabernero", número 731, de 462 kilos, de la ganadería de Marrón, al que toreó de verónicas, sin nada sobresaliente, pero lo mejor vino con la muleta, antes brindó a todo el público y abrió con el escalofriante péndulo y ahí en el centro del ruedo le ligó hasta ocho pases con los oles que se escucharon fuerte, luego le repitió la tanda ante un público entregado, al torear por naturales fue por el mismo tenor, pero lo mejor estaba con la derecha, con este torero que asusta de valiente, con toreó vertical y ese pase que saca al mover la muleta y hacer pasar al toro por la espalda. Un público delirante festejaba esta faena y le gritó torero, torero. Habrá que resaltar las condiciones del toro que eran estupendas. Se perfiló a matar y no faltó quien pidiera el indulto y lo que hizo Castella fue seguir toreando, ahora la petición de indulto era más generalizada y el francés seguía con esa memorable faena, un tercer intento para entrar a matar y ante la negativa del juez tuvo que tirarse con el acero, pinchazo hondo antes de la estocada entera, para que el toro se entregara pronto y el juez, aún con el pinchazo le otorgó las dos orejas, con mucha justicia, pues ese tipo de faena pocas veces se disfrutan. Al dar vuelta al ruedo y pasar por el palco del ganadero, lo sacó al tercio.
JUAN PABLO SÁNCHEZ
Celeste y oro
El tercero de la noche fue el de nombre "Poeta", 486 kilogramos y con el número 89, de la ganadería de Quirós al que toreó de verónicas y fue aplaudido. Con la muleta inició doblándose con su enemigo para llevarlo al centro del ruedo y aunque en el principio fue desarmado, luego toreó de derechazos que le fueron coreados. Por naturales el astado le fue bien, pero volvió con la derecha y así logró una gran tanda, toreando en redondo y casi sin enmendar en el terreno, le repitió la tanda y lo mejor fue en el remate y la faena creció con más tandas con los pies muy fijos en la arena y eso los aficionados lo saben apreciar y le festejaron esa faena. Fue por el acero y cobró una estocada hasta las cintas, para que el juez le concediera una oreja y ante la petición de otra la soltó.
El que cerró plaza fue el de nombre "Labastida", número 811, de 461 kilos, de la ganadería de Marrón, el que toreó de verónicas, con la muleta le fue cuajando la faena, primero con tanda de derechazos y luego con una de naturales, con la que logró buenos pases y al volver con la derecha siguió con una faena con lentitud, pero no alcanzaba a romper ante el público, así es de que se decidió ir por el acero y pinchó una vez antes de la estocada para retirarse entre aplausos.
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