León, 24 jun (EFE).- El diestro Miguel Ángel Perera salió a hombrospor la puerta grande al cortar tres orejas en León, en una corrida enla que José Tomás cortó un trofeo y dio una vuelta al ruedo.Se lidiaron cinco toros de Victoriano del Río, justos de presentación,nobles y bravos, y uno, sobrero, que hizo quinto, de Las Ramblas,complicado.
Javier Conde, ovación tras un aviso y pitos.
Javier Conde, ovación tras un aviso y pitos.
José Tomás, oreja tras un aviso y vuelta tras un aviso.
Miguel Ángel Perera, una oreja y dos orejas.
La plaza tuvo lleno de "no hay billetes".
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Conde, sorteó por delante un toro bravo y noble al que no supo sacartodo lo que tenía dentro. Su actuación no pasó de discreta. En elcuarto comenzó con buenas maneras, muy templado, aunque la faena fueperdiendo gas sin que hubiera razón aparente para ello, dada lacalidad del astado.
Tomás cortó la oreja de su primero, toro noble pero sin clase, al quetoreó sobre ambas manos muy profundo al natural y sólo estético con ladiestra, rubricando con unas ceñidas manoletinas y una aceptableestocada. En su desrazado segundo realizó una labor de mucho valor yexposición, dando todas las ventajas al toro para instrumentar seriesde extraordinaria pureza y hondura por los dos pitones, aunque perdióel triunfo con la espada, exactamente cuatro pinchazos previos a laestocada final.
Perera estuvo firme y decidido frente al tercero, al que toreó a grannivel sobre la derecha, con muletazos largos, ligados y por abajo,hasta que el toro acabó "rajándose". Acortó terrenos Perera, muycomprometido, con emotivos circulares para culminar con una certeraestocada. Con el sexto, toro a menos, estuvo muy técnico einteligente, exprimiendo al máximo las pocas embestidas del animal enseries por los dos pitones de mucha largura y temple. Agarró otra vezuna gran estocada, y la primera Puerta Grande de la feria para él. EFE
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Conde, sorteó por delante un toro bravo y noble al que no supo sacartodo lo que tenía dentro. Su actuación no pasó de discreta. En elcuarto comenzó con buenas maneras, muy templado, aunque la faena fueperdiendo gas sin que hubiera razón aparente para ello, dada lacalidad del astado.
Tomás cortó la oreja de su primero, toro noble pero sin clase, al quetoreó sobre ambas manos muy profundo al natural y sólo estético con ladiestra, rubricando con unas ceñidas manoletinas y una aceptableestocada. En su desrazado segundo realizó una labor de mucho valor yexposición, dando todas las ventajas al toro para instrumentar seriesde extraordinaria pureza y hondura por los dos pitones, aunque perdióel triunfo con la espada, exactamente cuatro pinchazos previos a laestocada final.
Perera estuvo firme y decidido frente al tercero, al que toreó a grannivel sobre la derecha, con muletazos largos, ligados y por abajo,hasta que el toro acabó "rajándose". Acortó terrenos Perera, muycomprometido, con emotivos circulares para culminar con una certeraestocada. Con el sexto, toro a menos, estuvo muy técnico einteligente, exprimiendo al máximo las pocas embestidas del animal enseries por los dos pitones de mucha largura y temple. Agarró otra vezuna gran estocada, y la primera Puerta Grande de la feria para él. EFE
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