Reproducimos la crónica que D. Sixto Naranjo escribe para COPE, sobre la corrida celebrada en Torrejón de Ardoz:
El triunfalismo no tapa todo
Torrejón de Ardoz (Madrid), sábado 20 de junio de 2009. Lleno de ‘No hay billetes’. Toros de Carmen Segovia, terciados, sospechosos de pitones y de juego descastado aunque manejable. 4º y 6º premiados con unas exageradas vueltas al ruedo. El Juli, oreja y dos orejas y rabo. Cayetano, dos orejas y silencio tras aviso. Daniel Luque, oreja y dos orejas y rabo.
Sixto Naranjo - 20-06-09
Daniel Luque, Cayetano y El Juli, a hombros en Torrejón de Ardoz
En un festejo prototípico de lo que es la fiesta de nuestros días en un coso de tercera categoría, se han podido ver detalles, actitudes y actuaciones que para el aficionado pueden dar una imagen del estado actual de algunos de los protagonistas de los carteles de muchas de las ferias de tronío.
Para empezar, ¿alguien me puede explicar qué hacía hoy El Juli en Torrejón de Ardoz, con una corrida anovillada y más que sospechosa si nos referimos a sus defensas? Tras esta consideración, y analizando la tarde del madrileño, diremos que en sus dos toros ha estado templadísimo y toreando con muchísima suavidad con el capote. A su primero se lo sacó a los medios para quitarle la querencia a tablas y a salir suelto de los vuelos de la muleta. Hubo más entendimiento a derechas y el conjunto fue rematado por unos circulares un tanto vulgares pero que llegaron mucho al tendido. Cayó la primera oreja.
El cuarto fue un toro con nobleza y calidad en sus embestidas al que Julián toreó con gusto en el último tercio. Buen planteamiento de faena y mejor ejecución de la misma. El Juli, fiel a lo realizado estos últimos años, remonta a base de raza una temporada que se le puso cuesta arriba tras San Isidro. La estocada, trasera de tanto volcarse pero arriba, fue el colofón a un trasteo que se premió con los máximos trofeos. Al toro de Carmen Segovia se le recompensó con una exagerada vuelta al ruedo. Cuando la suerte de varas se convierte en algo tan accesorio en la lidia como puede serlo el simulado despeje de plaza de los alguacilillos, no se puede valorar si un toro es merecedor de este premio.
El otro gran triunfador ha sido Daniel Luque. Creo no equivocarme si afirmo que posiblemente el de Gerena es el torero más en forma del escalafón. Además llega mucho a los públicos por ser novedad y traer en su repertorio recursos hasta hora no vistos. Cortó una oreja en su primero por una faena que destiló firmeza de plantas y en la que destacaron una seria en redondo y dos al natural de alto nivel, siempre colocado en la rectitud. La estocada, soberbia de ejecución y colocación.
Dos y un rabo obtuvo del sexto. El sevillano reventó literalmente al toro de Carmen Segovia. Si de buen tono resultó el primer tramo de faena, el final de la misma se vivió en pié en los tendidos tras cuajar al toro con sus ya inconfundibles cambios de mano ligados en un palmo de terrenos, sus granadinas y sus pases circulares que hacen girar al toro alrededor de su cuerpo. A pesar de un descabello, paseó los máximo trofeos mientras se daba otra exagerada vuelta al ruedo a su oponente.
Triunfo, en tono menor, el que también ha cosechado Cayetano esta tarde. El menor de los Rivera Ordóñez obtuvo el pasaporte para salir a hombros en el segundo de la tarde. Sin embargo la imagen dada por Cayetano no ha terminado de convencernos. Lejos queda la imagen que dio el año pasado en su confirmación en Las Ventas. Su toreo no ha evolucionado, quizá hasta ha tenido un parón que lo ha devuelto a sus primeros años en esta profesión. Despegado, sin terminar de confiarse y aprovechando más las embestidas del toro que llevándolo toreado por abajo. Sin embargo, es indudable el tirón mediático de su persona, lo que le vale para obtener favores como las dos orejas que cortó en este toro.
Con el quinto, un animal abecerrado en sus hechuras y en su expresión, ha vuelto a dejar dudas en cuanto a su capacidad. A pesar de estar resolutivo con el toro, ha faltado más enjundia y compromiso en su actuación. Pero él y su administración han optado por este tipo de espectáculos y, de momento, no le está yendo mal, parece…
Sixto Naranjo - 20-06-09
Daniel Luque, Cayetano y El Juli, a hombros en Torrejón de Ardoz
En un festejo prototípico de lo que es la fiesta de nuestros días en un coso de tercera categoría, se han podido ver detalles, actitudes y actuaciones que para el aficionado pueden dar una imagen del estado actual de algunos de los protagonistas de los carteles de muchas de las ferias de tronío.
Para empezar, ¿alguien me puede explicar qué hacía hoy El Juli en Torrejón de Ardoz, con una corrida anovillada y más que sospechosa si nos referimos a sus defensas? Tras esta consideración, y analizando la tarde del madrileño, diremos que en sus dos toros ha estado templadísimo y toreando con muchísima suavidad con el capote. A su primero se lo sacó a los medios para quitarle la querencia a tablas y a salir suelto de los vuelos de la muleta. Hubo más entendimiento a derechas y el conjunto fue rematado por unos circulares un tanto vulgares pero que llegaron mucho al tendido. Cayó la primera oreja.
El cuarto fue un toro con nobleza y calidad en sus embestidas al que Julián toreó con gusto en el último tercio. Buen planteamiento de faena y mejor ejecución de la misma. El Juli, fiel a lo realizado estos últimos años, remonta a base de raza una temporada que se le puso cuesta arriba tras San Isidro. La estocada, trasera de tanto volcarse pero arriba, fue el colofón a un trasteo que se premió con los máximos trofeos. Al toro de Carmen Segovia se le recompensó con una exagerada vuelta al ruedo. Cuando la suerte de varas se convierte en algo tan accesorio en la lidia como puede serlo el simulado despeje de plaza de los alguacilillos, no se puede valorar si un toro es merecedor de este premio.
El otro gran triunfador ha sido Daniel Luque. Creo no equivocarme si afirmo que posiblemente el de Gerena es el torero más en forma del escalafón. Además llega mucho a los públicos por ser novedad y traer en su repertorio recursos hasta hora no vistos. Cortó una oreja en su primero por una faena que destiló firmeza de plantas y en la que destacaron una seria en redondo y dos al natural de alto nivel, siempre colocado en la rectitud. La estocada, soberbia de ejecución y colocación.
Dos y un rabo obtuvo del sexto. El sevillano reventó literalmente al toro de Carmen Segovia. Si de buen tono resultó el primer tramo de faena, el final de la misma se vivió en pié en los tendidos tras cuajar al toro con sus ya inconfundibles cambios de mano ligados en un palmo de terrenos, sus granadinas y sus pases circulares que hacen girar al toro alrededor de su cuerpo. A pesar de un descabello, paseó los máximo trofeos mientras se daba otra exagerada vuelta al ruedo a su oponente.
Triunfo, en tono menor, el que también ha cosechado Cayetano esta tarde. El menor de los Rivera Ordóñez obtuvo el pasaporte para salir a hombros en el segundo de la tarde. Sin embargo la imagen dada por Cayetano no ha terminado de convencernos. Lejos queda la imagen que dio el año pasado en su confirmación en Las Ventas. Su toreo no ha evolucionado, quizá hasta ha tenido un parón que lo ha devuelto a sus primeros años en esta profesión. Despegado, sin terminar de confiarse y aprovechando más las embestidas del toro que llevándolo toreado por abajo. Sin embargo, es indudable el tirón mediático de su persona, lo que le vale para obtener favores como las dos orejas que cortó en este toro.
Con el quinto, un animal abecerrado en sus hechuras y en su expresión, ha vuelto a dejar dudas en cuanto a su capacidad. A pesar de estar resolutivo con el toro, ha faltado más enjundia y compromiso en su actuación. Pero él y su administración han optado por este tipo de espectáculos y, de momento, no le está yendo mal, parece…
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