viernes, 14 de octubre de 2011

ZARAGOZA-FERIA DEL PILAR 2011. Video y crónica de la 8ª de Feria. Jueves 13 de octubre 2011.

ZARAGOZA-FERIA DEL PILAR 2011. 8ª DE FERIA. JUEVES 13 DE OCTUBRE.

Seis toros de Alcurrucén, de excelente presentación pero de juego descastado y a menos en general. Casi todos acabaron rajándose o parándose, salvo tercero y quinto, que ofrecieron posibilidades de lucimiento. Curro Díaz: dos pinchazos y siete descabellos (silencio); y bajonazo (silencio). Juan Bautista: estocada caída y trasera (silencio); y estocada y dos descabellos (ovación). Leandro: bajonazo (vuelta al ruedo tras petición de oreja); y media estocada baja y cuatro descabellos (silencio).
Entre las cuadrillas destacaron Paco María, en un puyazo al segundo, y Miguel Martín y José Andrés Gonzalo, que saludaron tras banderillear al tercero.

La plaza se cubrió en la mitad de su aforo.




Reproducimos la crónica, que por su interés, realiza el Sr Zabala de la Serna, para elmundo.es, sobre este festejo.

Dos toros de triunfo de Alcurrucén


Mediada la corrida octava de la Feria del Pilar, "Empeñado" se empeñó en ratificar el año magnífico de Alcurrucén con sus cinco años y medio de absoluta y franca nobleza. Castaño, largo, lustroso, rematado, su expresión le delataba la bondad desde los lances a le verónica. Toro y torero se estiraron. "Empeñado" derribó con bravura y empleo de riñones. Agustín Sanz quedó atrapado debajo del acorazado. Fue una pena que el siguiente puyazo se produjera en la querencia por dejadez en la lidia. Leandro el afortunado lo disfrutó en un quite que murió en una media pinturera. Lo tenía claro el de Pucela, que brindó al público. Y le dio distancia al nuñez de Alcurrucén incluso diría que exagerada. Pero se arrancó desde lejos con un tranco templado, un galope rítmico que planeó en la mano derecha con repetición y suavidad. Ligado y bonito el toreo, se abrochó con un pase de pecho. Idéntica línea siguió la serie siguiente por distancia, trazo y concepción. Salvo que el pase de pecho violentó mucho la dulce embestida del toro y lo sacó de su carril. El cierre fue esta vez con una trincherilla. La música no arrancó. Podía haberlo hecho, y también no. La faena estaba en esa línea de romper o no romper. Y cuando mató la tercera tanda con un impertinente circular invertido las cosas empezaron a bascular hacia el toro. Leandro no profundizó en la izquierda, le embestida empezó a gotear distracciones, pero la nobleza siguió al máximo hasta el final y el cierre de manoletinas. Aseguró el pucelano la estocada en los blandos y por ello el presidente debió de desestimar la petición; Leandro dio la vuelta al ruedo.


Curro Díaz anduvo breve con el largo, castaño, careto, giron y listón que abrió la tarde, frío y frenado de manos desde los capotamos iniciales. De caballo a caballo marcó su mansedumbre; un desarme de Díaz con el capote partido en dos mitades. Las manos siguieron por delante en la muleta con un tope de cabezazo rudo. El cuarto era un tío alocado y huidizo de caballos pero sin ninguna maldad. No se sujetó en la muleta tras un torero principio.


A Juan Bautista le hizo un par de extraños el bonito colorao que hacía segundo. Aunque a continuación tomó el vuelo del capote que dibujadaba verónicas. Francisco María agarró un notable puyazo y marró el siguiente. El toro tenía una condición muy humillada, ni una arista de maldad. Pero lo que empezó siendo la falta de un tranquito más terminó por ser una evidente muestra de falta de fondo. Para compensar, sorteó a "Fusilero"', castaño, lucero, bajo, castaño, algo chorreadito, ancho de pechos y con profundidad en la embestida. Bautista moldeó un prólogo de faena que resumió torería en un cambio de mano y en el pase de pecho. Por la mano derecha el toro hacía el avión, y cuanto más abajo mejor. Sería la base de la faena, que se quedó cortita y sin profundizar al natural: demasiado al hilo el toreo. Se tiró a matar a ley y cobró una estocada de atragantón. Dos descabellos solo desinflaron la posible oreja. Esa fuerza tenía. "Fusilero" ganaba a los puntos a su hermano "Empeñado".

Larguísimo era el negro sexto de finas puntas. Bien repartidos sus casi 560 kilos, que más o menos fue la media de la corrida de los hermanos Lozano. Eléctrico el encuentro en el caballo. Y eléctricas también las dobladas de Leandro. El toro parecía responder con fijeza, pero no se veía hasta donde porque el crispado torero parecía irse antes de tiempo. La nobleza del de Alcurrucén no daba para tanta precaución. Gastó los 25 muletazos del toro sin poso.VIDEO RESUMEN:http://www.plus.es/feriastaurinas/player_video.html?xref=20111013plucantor_2.Ves

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