Pablo Hermoso de Mendoza fue quien más público llevó a la plaza. / Eduardo Argote
La feria taurina de La Blanca de este año se ha saldado con un déficit de 9.000 euros, según los datos que maneja la Hacienda municipal. Los gastos ascendieron a 1.630.957 euros mientras que los ingresos llegaron a 1.621.891 euros. En cualquier caso, este desfase queda absorbido por el superávit conseguido en el ciclo de 2008, que superó los 40.000 euros.
El balance realizado por Toarte, el grupo de aficionados que organiza la feria, ha dejado claro una vez más el idilio de los aficionados vitorianos con todo espectáculo que tenga a los caballos como protagonistas. Así, el festejo de rejones del 7 de agosto fue el más concurrido, con 7.103 espectadores, mientras que la exhibición de los caballos de Jerez fue vista por 6.472 personas.
La corrida de toros más seguida fue la del día 8, con Ponce, Castella y Perera, que llevó al multiusos a 5.122 aficionados. El resto de encierros contó con una media de 4.500 personas, salvo el del día 6 de agosto, con apenas 2.800 butacas ocupadas.
Toros y toreros
Además, las vaquillas llevaron al ruedo vitoriano a 21.329 espectadores y el espectáculo de recortadores, a 4.244. Los toros fueron seguidos por 30.280 aficionados en total.
El festejo más caro, en lo que a toreros se refiere, fue el del día 5 de agosto, que trajo a Vitoria al Juli, Perera y El Cid. Las cuadrillas se llevaron 212.223 euros. La ganadería que supuso un mayor desembolso fue la de Victoriano del Río, lidiada el día 9, y que costó 73.202 euros.
La feria taurina de La Blanca de este año se ha saldado con un déficit de 9.000 euros, según los datos que maneja la Hacienda municipal. Los gastos ascendieron a 1.630.957 euros mientras que los ingresos llegaron a 1.621.891 euros. En cualquier caso, este desfase queda absorbido por el superávit conseguido en el ciclo de 2008, que superó los 40.000 euros.
El balance realizado por Toarte, el grupo de aficionados que organiza la feria, ha dejado claro una vez más el idilio de los aficionados vitorianos con todo espectáculo que tenga a los caballos como protagonistas. Así, el festejo de rejones del 7 de agosto fue el más concurrido, con 7.103 espectadores, mientras que la exhibición de los caballos de Jerez fue vista por 6.472 personas.
La corrida de toros más seguida fue la del día 8, con Ponce, Castella y Perera, que llevó al multiusos a 5.122 aficionados. El resto de encierros contó con una media de 4.500 personas, salvo el del día 6 de agosto, con apenas 2.800 butacas ocupadas.
Toros y toreros
Además, las vaquillas llevaron al ruedo vitoriano a 21.329 espectadores y el espectáculo de recortadores, a 4.244. Los toros fueron seguidos por 30.280 aficionados en total.
El festejo más caro, en lo que a toreros se refiere, fue el del día 5 de agosto, que trajo a Vitoria al Juli, Perera y El Cid. Las cuadrillas se llevaron 212.223 euros. La ganadería que supuso un mayor desembolso fue la de Victoriano del Río, lidiada el día 9, y que costó 73.202 euros.
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