domingo, 1 de noviembre de 2009

Ferrera, herido, arrasa en la alternativa de Parejo, y Ortega, al hospital



Navalmoral de la Mata (Cáceres), 31 oct .-Antonio Ferrera, corneado por su primer toro, cortó cinco orejas y dos rabos en la triunfal alternativa de Julio Parejo, que paseó tres apéndices, en tanto Ortega Cano fue trasladado a un hospital tras sufrir una taquicardia antes de salir su segundo toro, hoy en Navalmoral de la Mata.
Se lidiaron toros portugueses de Ascençao Vaz, el segundo como sobrero, justos de presentación, justos de fuerzas y bajos de raza.
Los mejores, el tercero y, sobre todo, el sexto, premiado con la vuelta al ruedo.
José Ortega Cano, silencio tras dos avisos en el único que mató.
Antonio Ferrera, dos orejas y rabo, una oreja, y dos orejas y rabo.
Julio Parejo, que tomaba la alternativa, dos orejas y una oreja.
Ortega Cano fue atendido en la enfermería de una "taquicardia supraventricular. Trasladado a un centro hospitalario", y Antonio Ferrera, que cayó herido en su primero pero no pasó a la enfermería hasta una vez concluido el festejo, de "una cornada en el gemelo derecho, de pronóstico reservado".
La plaza tuvo casi tres cuartos de entrada.

Ortega Cano, que no llegó cogerle el aire a su primero, toro blando e incómodo, con el que no pasó de las probaturas, se sintió indispuesto antes de que saltara al ruedo el cuarto, pasando a la enfermería con taquicardias.
Aunque Ortega solicitó que corriera el turno para poder estoquear su segundo toro en sexto lugar, al aumentarle la arritmia, los médicos decidieron su traslado al Hospital comarcal de Campo Arañuelo, en la misma población, donde se le practicaron análisis y otras pruebas antes de recibir el alta para viajar finalmente a su domicilio en Sevilla.
Ferrera hizo una entregada y muy vibrante faena a su primero, el mejor toro del encierro, encastado y con recorrido, que llegó incluso a cornearle en el gemelo derecho a la salida del segundo par de banderillas. Sobrepuesto el torero extremeño la faena de muleta conectó con los tendidos desde el primer pase y hasta la estocada final. La plaza, en pie, le pidió con fuerza el rabo, que el presidente le concedió.
También brilló a gran altura en el sexto, toro mansurrón pero extremadamente noble, sobre todo por el pitón derecho, y al que Ferrera cuajó a placer, toreando casi de salón. Trasteo de mucha intensidad, premiado también con los máximos trofeos.
Antes, en el quinto, toro muy mermado de fuerzas, Ferrera instrumentó una faena más de cara a la galería, en la que también consiguió un apéndice.
El toro de la alternativa de Julio Parejo tuvo tan pocas fuerzas como clase y raza. Puso voluntad el toricantano en una labor muy medida, que tuvo el respaldo en todo momento de sus paisanos. Mató a la primera, y cortó dos orejas.
Con el cuarto dejó Parejo pasajes de cierto interés en el toreo a derechas, con muletazos pausados y de muy buen trazo. Esta vez el fallo con los aceros dejó todo en una solitaria oreja.

Fuente: ABC.com

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