la presidencia de la plaza y el equipo veterinario.
Benjamín H. Montanarí / Crítico Taurino
Acto el del pasado miércoles, por inusual era esperado con expectación, que ha supuesto un éxito de convocatoria para el Foro Cultural 3 Taurinos 3. La transcencendencia y seriedad del mismo puede significar un cambio de rumbo en la organización de la feria taurina por las reflexiones comunes en voz alta de todos los asistentes que así lo estimaron oportuno.
Acto el del pasado miércoles, por inusual era esperado con expectación, que ha supuesto un éxito de convocatoria para el Foro Cultural 3 Taurinos 3. La transcencendencia y seriedad del mismo puede significar un cambio de rumbo en la organización de la feria taurina por las reflexiones comunes en voz alta de todos los asistentes que así lo estimaron oportuno.
Abrió el acto, a modo de maestro de ceremonia, Juan José de Torres que en su calidad de secretario del foro hizo una breve introducción del porqué de la convocatoria y de la composición de la mesa. Fue Marco Rubio el que cual primer espada, al considerarse su cargo de presidente de la plaza de mayor categoría, rompió la tensión de la sala reconociendo: que ha sido una feria decepcionante y mala pese a los carteles ilusionante que se confeccionaron, que el toro no funcionó por falta de casta-fondo-movilidad, que algún toro ha estado al límite de la presentación que merece la plaza. Quiso enfatizar que el hecho de que se haya cuestionado su actuación en la plaza lo acepta, pero negó rotundamente ciertos bulos que afectan a su honorabilidad en el que se ha asegurado que había rescatado toros que habían merecido un informe negativo del equipo veterinario. También negó rotundamente que concediese ciertos trofeos por su incapacidad de aguantar la presión del público.
Enrique Conejero, del equipo veterinario de la plaza, matizó que la feria ha sido reflejo de lo que ha ocurrido en todas la ferias: falta de casta. Introdujo un interesante aspecto sobre la escasa manifestación del público de Almería lo que da lugar a que esté por determinar el trapío que pide la afición.
Oscar Martínez Chopera ha asumido todas las culpas de lo ocurrido como máximo responsable de la confección de los carteles. Puso sobre la mesa sus sensaciones previas a lo acontecido en un año complicado, de crisis, de ferias previas malas durante el año. Elaboró la feria con mucha ilusión contratando a todo el elenco de toreros de máxima categoría. Las ganaderías son de hierros reconocidos y con trayectoria. Han fallado los toros sin creer que la feria haya sido tan catastrófica. Al final un intenso debate con los aficionados presentes con críticas constructivas, reproches, inquietudes y preguntas por la mejora de la feria del año que viene.
Distensión necesaria y acercamiento oportuno que ha servido para apaciguar el mal ambiente generado por el mal desarrollo de la pasada feria de Almería.
Además, historia de la plaza. La reina Isabel II (1830-1904) declinó a favor del rey santo el honor de tener su estatua en la entonces plaza de la Infanta Isabel y darle su nombre.
fUENTE: elalmeria.es
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