sábado, 15 de agosto de 2009

TOROS-TRADICIONES El "forcón", los "forcados" y los encierros unen España y Portugal en La Raya

EL FORCÓN UNA ANTIGUA TRADICIÓN EN LAS CAPEIAS DE PORTUGAL

Los vecinos de los pueblos limítrofes de España y Portugal en la zona conocida como La Raya comparten durante todo el mes de agosto las tradiciones taurinas de ambos países, tales como los encierros a caballo, el toreo con el "forcón" o las actuaciones de los grupo de "forcados".
Son cientos de personas portuguesas, muchas de ellas emigrantes que ahora viven en Francia y que veranean en los concejos lusos de Almeida o Sabuga, las que acuden a presenciar los tradicionales encierros a caballo que durante el mes de agosto se celebran en pueblos salmantinos de La Raya como Fuenteguinaldo, Navasfrías, Puebla de Azaba, Lumbrales, Ituero de Azaba o Fuentes de Oñoro.
La interrelación también es muy estrecha a nivel institucional e incluso las Juntas de Freguesías (Ayuntamientos) de La Raya han recogido firmas entre los aficionados portugueses para que los encierros de Fuenteguinaldo sean declarados como Fiesta de Interés Turístico Regional por la Junta de Castilla y León.
Muchos jinetes lusos acuden a los pueblos españoles para correr con el caballo los propios encierros, sin que haya ninguna distinción, ya que ellos también forman parte de la fiesta.


Un buen ejemplo lo encontramos en Jorge Manecas, uno de los rejoneadores más importantes que ha dado Portugal, ahora ya retirado, y que es habitual verlo con su montura en los encierros de los pueblos españoles.
Manecas ha explicado hoy a Efe que la forma de torear en Portugal "es muy distinta a la de España, pero ambas se complementan ya que las gentes de estos pueblos disfrutan tanto en la parte española como en la zona portuguesa".
Para José Francisco Nabais, alcalde de Aldeaia da Ponte, pueblo portugués fronterizo con la comarca de Ciudad Rodrigo, "cualquier festejo taurino que celebramos en nuestro pueblo no se entendería sin la gente de España".
En el último festival de rejones celebrado hace una semana en la plaza de toros de Aldeia da Ponte, donde participó un grupo de forcados de Vila Franca de Sira, un cuarto del aforo eran españoles.
La tradición de los forcados es uno de los eventos que más sorprende a los aficionados que desconocen la fiesta lusa y consiste en la inmovilización de un astado a cuerpo limpio a partir de la "pegada" de uno de los miembros de esa cuadrilla, que aguanta la embestida del animal situándose entre los cuernos hasta que recibe la ayuda de sus compañeros.
Es una práctica muy arriesgada que está muy extendida por todo Portugal, con un total de cincuenta grupos de forcados, formado cada uno de ellos por cuarenta jóvenes.
Los forcados se diferencian por su traje rojo y verde y gorro de esos colores "que sólo nos lo podemos poner dentro de la plaza, cuando estamos esperando al toro", ha explicado a Efe Vasco Dotti, que reconoce el interés de los españoles, ya que incluso han llegado a actuar en Las Ventas.
Otra de las señas de identidad de las tradiciones taurinas de La Raya es el "forcón", un instrumento de grandes dimensiones construido a base de palos de madera y que es sujetado por una veintena de jóvenes, sólo hombres, mientras el toro arremete contra él.
Los jóvenes y el forcón "bailan" al son de los movimientos del toro, dirigidos por un capataz que está situado en la parte trasera del propio artilugio.
La fiesta taurina se vive sin distinciones en La Raya, da igual que en Portugal no se permita la suerte de matar o que los pitones tengan que estar enfundados, tanto para corridas como para capeas, dado que las gentes de unos y otros pueblos entienden que son tradiciones compartidas y complementarias, que le dan un halo taurino muy especial en la frontera hispanolusa durante todo el mes de agosto. Carlos García.

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