El mal juego del ganado, de Los Recitales y Julio de la Puerta, dio al traste con una corrida que levantó expectación. El Cid dejó detalles y nada pudo hacer Daniel Luque
16.08.09 -
TEXTO: ANTONIO ROCHE / FOTOS: CARLOS MORET
Miguel Ángel Perera y Daniel Luque mantuvieron ayer un pique que pareció empezar al término del paseíllo.
LA CORRIDA. LA MALAGUETA
16.08.09 -
TEXTO: ANTONIO ROCHE / FOTOS: CARLOS MORET
Miguel Ángel Perera y Daniel Luque mantuvieron ayer un pique que pareció empezar al término del paseíllo.
LA CORRIDA. LA MALAGUETA
Ganadería: Cuatro toros de Los Recitales, difíciles, y dos de Julio de la Puerta (uno de ellos de sobrero) de igual condición y, además, con peligro. Fue fuertemente pitado en el arrastre, al igual que el segundo. Correctos de presentación.
El Cid: (Chocolate y oro). Silencio y ovación y saludos.
Miguel Ángel Perera: (Zamarrilla y oro). Ovación y saludos tras dos avisos y silencio.
Daniel Luque: (Canela y azabache). Silencio y silencio,
Incidencias: Segunda de abono de la Feria de Málaga. Casi lleno en La Malagueta. Se desmonteró Curro Robles tras banderillear muy bien al tercero.
El mejor: Miguel Ángel Perera demostró por qué está ahí. Tiene pundonor y vergüenza torera, y el público lo percibió. Pudo haber cortado, al menos, una oreja, pero falló con la espada y malogró una faena llena de emoción, que encandiló a la gente. Le queda una tarde más.
Era uno de los carteles más esperados. Así lo demostró la plaza, que casi se llenó -sólo quedaron huecos en el primer piso entre los tendidos 4 y 5-. El hierro de Los Recitales venía precedido de un buen juego en San Isidro este año, mientras los toreros no estuvieron a la altura de las reses.
Por tanto, había también interés por ver el comportamiento de esos toros en Málaga. Por la mañana hubo sus más y sus menos. Parece ser que el entorno de Miguel Ángel Perera no quería uno de los toros, que después le correspondió y salió en quinto lugar. Además, durante la noche anterior, dos de los astados se cornearon mutuamente -los señalados con los números 40 y 44- y causaron baja. Se tuvo que echar mano a los socorridos de Julio de la Puerta. A las dos de la tarde todavía no habían sorteado los diestros.
La composición final fue cinco toros de la ganadería anunciada y uno, el sexto, de Julio de la Puerta. Pero estaba de Dios que ese quinto que no gustaba a la cuadrilla de Perera, dotado de dos importantes perchas, se fuera de nuevo a los corrales. Fue una decisión de la presidenta, Ana María Romero, que pocos comprendieron.
Devolución con sorpresa
El toro impresionaba por los pitones, y el juego ofrecido en los primeros tercios dejaba mucho que desear. Era una papeleta para Miguel Ángel Perera, a pesar de estar en posesión de un poderío que le permite resolver con solvencia las dificultades. Parte del público veía que con aquello tampoco el extremeño podría hacer nada y empezó a protestar. Un grupito contagió al resto y comenzaron las protestas. El burel no presentaba aparentemente ningún problema psicomotriz. Es decir, no cojeaba, para que nos entendamos. Y cuando ya le habían clavado el primer par de banderillas, la presidenta sacó el pañuelo verde, entre la sorpresa de los aficionados, la alegría de los espectadores y el indisimulado enfado del empresario.
El sobrero de Julio de la Puerta que salió en su lugar ofreció un juego parecido a los toros de Los Recitales, con el agravante de que desarrolló peligro. El toro esperaba en banderillas y en el último tercio se mostró más interesado en coger al torero que en acudir al engaño. Perera se tapaba con la muleta, pero 'Empresario' se enteró rápidamente que detrás de la tela estaba el diestro. Hubo momentos que pareció que estaba 'tocado', es decir, que pudiera haber sido toreado de pequeño. Eso, quien mejor lo puede ver es un profesional, desde luego.
Lo cierto es que el toro no tenía ni un pase y Miguel Ángel Perera se desentendió rápidamente de él ante los amagos por cogerle. Ni siquiera se dejó cuadrar por su condición de andarín. Mató de estocada baja que fue aplaudida y el 'juliodelapuerta' recibió en el arrastre una fuerte pitada.
Pique entre toreros
Perera puso la emoción en su toro anterior, en el segundo de la tarde, al que toreó bien a la verónica y fue pinturera la revolera. Daniel Luque, un torero con ambición y ganas de pelea, hizo un excelente quite tras el segundo puyazo, pero encontró réplica inmediata. El diestro extremeño esperó a que el caballo del picador se retirara, se echó el capote a la espalda y lo toreó por gaoneras ajustadísimas que casi pone de pie al público. Cuando se retiraba de la cara del toro le echó una mirada entre desafiante y arrogante a Luque. Es muy bueno para la fiesta esa competencia entre toreros que están arriba.
Fue un gesto de torería que la gente ovacionó. Animado por ese hecho, Perera se fue decidido al centro del ruedo y brindó al público una faena llena de emoción y de incertidumbre. Lo último porque la embestida de 'Avispado' era descompuesta. Entraba de forma incierta y cabeceando. El torero estuvo firme, sin dudarle, hasta que se metió en el cuello del animal y logró un redondo, rematado con el de pecho, que provocó la gran ovación de la tarde.
El toro ofrecía cierto peligro y tiraba gañafones con sus afilados pitones hasta que en una de esas tarascadas le rompió la taleguilla, y puso al descubierto las partes pudendas del diestro. Se cubrió con la muleta y se retiró al burladero para que su mozo de espadas le colocara un pantalón vaquero que lleva preparado para esos percances, cortado por debajo de la rodilla para que pueda lucir las medias.
Volvió a la cara del toro dispuesto a proseguir la pelea, pero ya no había rival que quisiera colaborar. La emoción se mantenía en los tendidos y si hubiera acertado con la espada se habría llevado algún trofeo, pero, tras una entrada en falso, dejó una estocada tendida que la escupió, otra media y dos descabellos, y dio tiempo para que sonaran dos avisos. A punto estuvo de sonar el tercero, porque Perera dejó pasar bastante tiempo esperando a que el toro cayera antes de utilizar el verduguillo. Lo que pudo ser un triunfo de orejas, quedó en una ovación y saludos desde el tercio. El toro fue pitado en el arrastre.
El Cid sigue inédito
El Cid no termina de cuajar un toro en Málaga. Por una causa u otra, el diestro sevillano no ha ratificado en La Malagueta los triunfos obtenidos en otras plazas. Ayer tampoco. Y no fue culpa suya, porque el de Salteras puso empeño, pero se topó con un lote imposible.
El primero cabeceaba y entraba protestando a la muleta, y El Cid sólo pudo dejar algunos derechazos de calidad. Se silenció su labor tras matar de pinchazo hondo y descabello.
En el cuarto dejó una media verónica espléndida, y fue muy torero el inicio de la faena muleteril, con un artístico cambio de manos, seguido de una trincherilla con gusto. Fue muy buena, también, la primera tanda de naturales. Sin embargo, la faena fue de más a menos y El Cid abrevió con una estocada defectuosa, recibiendo una ovación que le obligó a saludar.
Desesperación de Luque
Daniel Luque se mostró desesperado por el lote que le tocó. Su primero era andarín y no repetía al engaño. Un toro anodino, sin fijeza, que buscó pronto las tablas huyendo de la pelea. El sevillano lo pasaportó de pinchazo, estocada y descabello. El último, de Julio de la Puerta, fue otro 'regalito': molesto, de embestida poco clara, cabeceando... Luque tampoco intentó plantearle pelea. De pinchazo hondo y descabello puso final a una corrida muy esperada, que terminó por desencantar al público por el mal juego de las reses. Anoche mismo se comentaba que Daniel Luque podría tener una segunda oportunidad por la vía de la sustitución. Ya veremos.
El Cid: (Chocolate y oro). Silencio y ovación y saludos.
Miguel Ángel Perera: (Zamarrilla y oro). Ovación y saludos tras dos avisos y silencio.
Daniel Luque: (Canela y azabache). Silencio y silencio,
Incidencias: Segunda de abono de la Feria de Málaga. Casi lleno en La Malagueta. Se desmonteró Curro Robles tras banderillear muy bien al tercero.
El mejor: Miguel Ángel Perera demostró por qué está ahí. Tiene pundonor y vergüenza torera, y el público lo percibió. Pudo haber cortado, al menos, una oreja, pero falló con la espada y malogró una faena llena de emoción, que encandiló a la gente. Le queda una tarde más.
Era uno de los carteles más esperados. Así lo demostró la plaza, que casi se llenó -sólo quedaron huecos en el primer piso entre los tendidos 4 y 5-. El hierro de Los Recitales venía precedido de un buen juego en San Isidro este año, mientras los toreros no estuvieron a la altura de las reses.
Por tanto, había también interés por ver el comportamiento de esos toros en Málaga. Por la mañana hubo sus más y sus menos. Parece ser que el entorno de Miguel Ángel Perera no quería uno de los toros, que después le correspondió y salió en quinto lugar. Además, durante la noche anterior, dos de los astados se cornearon mutuamente -los señalados con los números 40 y 44- y causaron baja. Se tuvo que echar mano a los socorridos de Julio de la Puerta. A las dos de la tarde todavía no habían sorteado los diestros.
La composición final fue cinco toros de la ganadería anunciada y uno, el sexto, de Julio de la Puerta. Pero estaba de Dios que ese quinto que no gustaba a la cuadrilla de Perera, dotado de dos importantes perchas, se fuera de nuevo a los corrales. Fue una decisión de la presidenta, Ana María Romero, que pocos comprendieron.
Devolución con sorpresa
El toro impresionaba por los pitones, y el juego ofrecido en los primeros tercios dejaba mucho que desear. Era una papeleta para Miguel Ángel Perera, a pesar de estar en posesión de un poderío que le permite resolver con solvencia las dificultades. Parte del público veía que con aquello tampoco el extremeño podría hacer nada y empezó a protestar. Un grupito contagió al resto y comenzaron las protestas. El burel no presentaba aparentemente ningún problema psicomotriz. Es decir, no cojeaba, para que nos entendamos. Y cuando ya le habían clavado el primer par de banderillas, la presidenta sacó el pañuelo verde, entre la sorpresa de los aficionados, la alegría de los espectadores y el indisimulado enfado del empresario.
El sobrero de Julio de la Puerta que salió en su lugar ofreció un juego parecido a los toros de Los Recitales, con el agravante de que desarrolló peligro. El toro esperaba en banderillas y en el último tercio se mostró más interesado en coger al torero que en acudir al engaño. Perera se tapaba con la muleta, pero 'Empresario' se enteró rápidamente que detrás de la tela estaba el diestro. Hubo momentos que pareció que estaba 'tocado', es decir, que pudiera haber sido toreado de pequeño. Eso, quien mejor lo puede ver es un profesional, desde luego.
Lo cierto es que el toro no tenía ni un pase y Miguel Ángel Perera se desentendió rápidamente de él ante los amagos por cogerle. Ni siquiera se dejó cuadrar por su condición de andarín. Mató de estocada baja que fue aplaudida y el 'juliodelapuerta' recibió en el arrastre una fuerte pitada.
Pique entre toreros
Perera puso la emoción en su toro anterior, en el segundo de la tarde, al que toreó bien a la verónica y fue pinturera la revolera. Daniel Luque, un torero con ambición y ganas de pelea, hizo un excelente quite tras el segundo puyazo, pero encontró réplica inmediata. El diestro extremeño esperó a que el caballo del picador se retirara, se echó el capote a la espalda y lo toreó por gaoneras ajustadísimas que casi pone de pie al público. Cuando se retiraba de la cara del toro le echó una mirada entre desafiante y arrogante a Luque. Es muy bueno para la fiesta esa competencia entre toreros que están arriba.
Fue un gesto de torería que la gente ovacionó. Animado por ese hecho, Perera se fue decidido al centro del ruedo y brindó al público una faena llena de emoción y de incertidumbre. Lo último porque la embestida de 'Avispado' era descompuesta. Entraba de forma incierta y cabeceando. El torero estuvo firme, sin dudarle, hasta que se metió en el cuello del animal y logró un redondo, rematado con el de pecho, que provocó la gran ovación de la tarde.
El toro ofrecía cierto peligro y tiraba gañafones con sus afilados pitones hasta que en una de esas tarascadas le rompió la taleguilla, y puso al descubierto las partes pudendas del diestro. Se cubrió con la muleta y se retiró al burladero para que su mozo de espadas le colocara un pantalón vaquero que lleva preparado para esos percances, cortado por debajo de la rodilla para que pueda lucir las medias.
Volvió a la cara del toro dispuesto a proseguir la pelea, pero ya no había rival que quisiera colaborar. La emoción se mantenía en los tendidos y si hubiera acertado con la espada se habría llevado algún trofeo, pero, tras una entrada en falso, dejó una estocada tendida que la escupió, otra media y dos descabellos, y dio tiempo para que sonaran dos avisos. A punto estuvo de sonar el tercero, porque Perera dejó pasar bastante tiempo esperando a que el toro cayera antes de utilizar el verduguillo. Lo que pudo ser un triunfo de orejas, quedó en una ovación y saludos desde el tercio. El toro fue pitado en el arrastre.
El Cid sigue inédito
El Cid no termina de cuajar un toro en Málaga. Por una causa u otra, el diestro sevillano no ha ratificado en La Malagueta los triunfos obtenidos en otras plazas. Ayer tampoco. Y no fue culpa suya, porque el de Salteras puso empeño, pero se topó con un lote imposible.
El primero cabeceaba y entraba protestando a la muleta, y El Cid sólo pudo dejar algunos derechazos de calidad. Se silenció su labor tras matar de pinchazo hondo y descabello.
En el cuarto dejó una media verónica espléndida, y fue muy torero el inicio de la faena muleteril, con un artístico cambio de manos, seguido de una trincherilla con gusto. Fue muy buena, también, la primera tanda de naturales. Sin embargo, la faena fue de más a menos y El Cid abrevió con una estocada defectuosa, recibiendo una ovación que le obligó a saludar.
Desesperación de Luque
Daniel Luque se mostró desesperado por el lote que le tocó. Su primero era andarín y no repetía al engaño. Un toro anodino, sin fijeza, que buscó pronto las tablas huyendo de la pelea. El sevillano lo pasaportó de pinchazo, estocada y descabello. El último, de Julio de la Puerta, fue otro 'regalito': molesto, de embestida poco clara, cabeceando... Luque tampoco intentó plantearle pelea. De pinchazo hondo y descabello puso final a una corrida muy esperada, que terminó por desencantar al público por el mal juego de las reses. Anoche mismo se comentaba que Daniel Luque podría tener una segunda oportunidad por la vía de la sustitución. Ya veremos.
Fuente: Sur.es
Tras ofrecerles la crónica que publica el diario Sur, de Antonio Roche,vamos a reproducir, entre otras cosas porque nos ofrece una mayor garantí la que realiza Pacopi en el log MALAKA TAURINA, creemos que es complemento imprescindible para tener una noción clara de lo que paso ayer en la Malagueta, nuestra enhorabuena a los aigos de Malaka Taurina.
LOS GATOS ESCRUPULOSOS
Por Pacopi
Primera de Feria. Plaza de la Malagueta Seis Toros de Los Recitales, y uno, 5º Bis de Julio de la Puerta. El Cid.- Silencio. Saludos desde el tercio; M. Ángel Perera.- Saludos desde el tercio tras dos avisos. Silencio; Daniel Luque.- Silencio. Silencio.
¡Qué dolor! por un descuido Micifuz y Zapirón, se comieron un capón, en un asador metido. Después de haberse lamido trataron en conferencia si obrarían con prudencia en comerse el asador. ¿Lo comieron? -¡No, señor! Era caso de conciencia.
En ello estaban estos felinos, en el parque de Málaga, pensando sobre la conveniencia de irse a la feria del centro, a ver si caía alguna raspa de pescado de caseta cofradiera, cuando tocaron zafarrancho. Serían las cuatro de la tarde. Y es que el gato vigía vio venir en lontananza a don Puche, en carne mortal, seguido de una turbamulta de pelotas y toda la UTE en rigurosa formación, con un salabardo y un puñado de sardinas añejas, de poco trapío y peor frescura, que su esbirro había cogido de un puesto del mercado central. Venían con la intención de capturar a seis gatos de poco trapío, no por nada sino porque Don Puche no esta para muchas correrías atléticas, con el fin de que fueran sorteados y ser lidiados y muertos a estoque por los valientes espadas arriba calendados. Y es que a esa hora, tan avanzada de la tarde, aun no había en los corrales de la Malagueta bicho alguno para ser lidiado. Tomado que hubieron dichos felinos, fueron conducidos a la plaza donde una manicura, algo siesa, los estaba esperando para limarle las uñas, no sea que arañaran a alguno de los acartelados.
Así las cosas sobre las cuatro y media, minuto arriba, minuto abajo, fueron enchiquerados. Maullaban como posesos, incomodose don Cojoncio que sesteaba por allí. Llegó un cabestro, cuya cara me suena, mugió y puso paz. A las siete sonó el tararí, y muy dispuestos hicieron el paseíllo.
Se dio suelta al primer felino, que el Cid recibió de mala gana, y por ello quizás, se olvidó de que Málaga es plaza de primera (pensó, estas defecaciones no salen en coso que se precie) y pidió el cambio de suerte tras el primer puyazo. Tomada la muleta dio pases con el pico, sin cruzarse, falto de colocación y de sitio. Suena la música, que el público protesta, pero el maestro Puyana, que está algo perdido este año, sigue impasible al desaliento. Media trasera, descabello. Silencio. Se le fue el cuarto, el mejor de la tarde. En vez de torear, abusó del pico y de pases fuera de cacho. Para que se hagan una idea: como Finito desde hace varias temporadas. Bajonazo atravesado. Saludos desde el tercio.
Hizo un esfuerzo Perera en el gatito que hacía segundo, que se puso algo chulo y de un zarpazo le dejó al aire sus partes pudendas, para gozo de sodomitas y mocitas viejas. Sacó algún pase digno de ser estimado, pero bien es cierto que también se tomó sus precauciones, especialmente a la hora de entrar a matar. En el primero de estos intentos, se quedó sin toro; media baja y media tendida. Dos avisos y por diez segundos no se lo encerraron. No obstante, debido a la bondad del público, saludó desde el tercio. Al quinto bis, una vez desvuelto el titular por flojo de remos, no lo quiso ni ver. Sartenazo vergonzoso. Palmas de Tango.
Cerraba la terna Daniel Luque, en cuyo tercer animal se desmonteró Curro Robles tras parear. Si le hubiera bajado la muleta a ese manso le podría haber sacado algún pase. El burel se rajó y en tablas le propinó un pinchazo y una estocada desprendida y descabello. Silencio. En el que cerraba plaza, que era una res a la que había que poderle, no lo quiso ni ver. Estocada trasera desprendida.
Bien la presidencia en cuanto a la devolución de la res, mal en cuanto permitió el baile de corrales por la mañana. Si no hay toros, se suspende, pero no se manda a Don Puche y su UTE al parque a cazar gatos de forma furtiva. Dicen que los felinos supervivientes han huido del parque y han pedido asilo político a Don Sieso, un prócer, venido a menos, que vive en las playas de Huelin. Algún día les contaré su historia.
Un saludo.
Primera de Feria. Plaza de la Malagueta Seis Toros de Los Recitales, y uno, 5º Bis de Julio de la Puerta. El Cid.- Silencio. Saludos desde el tercio; M. Ángel Perera.- Saludos desde el tercio tras dos avisos. Silencio; Daniel Luque.- Silencio. Silencio.
¡Qué dolor! por un descuido Micifuz y Zapirón, se comieron un capón, en un asador metido. Después de haberse lamido trataron en conferencia si obrarían con prudencia en comerse el asador. ¿Lo comieron? -¡No, señor! Era caso de conciencia.
En ello estaban estos felinos, en el parque de Málaga, pensando sobre la conveniencia de irse a la feria del centro, a ver si caía alguna raspa de pescado de caseta cofradiera, cuando tocaron zafarrancho. Serían las cuatro de la tarde. Y es que el gato vigía vio venir en lontananza a don Puche, en carne mortal, seguido de una turbamulta de pelotas y toda la UTE en rigurosa formación, con un salabardo y un puñado de sardinas añejas, de poco trapío y peor frescura, que su esbirro había cogido de un puesto del mercado central. Venían con la intención de capturar a seis gatos de poco trapío, no por nada sino porque Don Puche no esta para muchas correrías atléticas, con el fin de que fueran sorteados y ser lidiados y muertos a estoque por los valientes espadas arriba calendados. Y es que a esa hora, tan avanzada de la tarde, aun no había en los corrales de la Malagueta bicho alguno para ser lidiado. Tomado que hubieron dichos felinos, fueron conducidos a la plaza donde una manicura, algo siesa, los estaba esperando para limarle las uñas, no sea que arañaran a alguno de los acartelados.
Así las cosas sobre las cuatro y media, minuto arriba, minuto abajo, fueron enchiquerados. Maullaban como posesos, incomodose don Cojoncio que sesteaba por allí. Llegó un cabestro, cuya cara me suena, mugió y puso paz. A las siete sonó el tararí, y muy dispuestos hicieron el paseíllo.
Se dio suelta al primer felino, que el Cid recibió de mala gana, y por ello quizás, se olvidó de que Málaga es plaza de primera (pensó, estas defecaciones no salen en coso que se precie) y pidió el cambio de suerte tras el primer puyazo. Tomada la muleta dio pases con el pico, sin cruzarse, falto de colocación y de sitio. Suena la música, que el público protesta, pero el maestro Puyana, que está algo perdido este año, sigue impasible al desaliento. Media trasera, descabello. Silencio. Se le fue el cuarto, el mejor de la tarde. En vez de torear, abusó del pico y de pases fuera de cacho. Para que se hagan una idea: como Finito desde hace varias temporadas. Bajonazo atravesado. Saludos desde el tercio.
Hizo un esfuerzo Perera en el gatito que hacía segundo, que se puso algo chulo y de un zarpazo le dejó al aire sus partes pudendas, para gozo de sodomitas y mocitas viejas. Sacó algún pase digno de ser estimado, pero bien es cierto que también se tomó sus precauciones, especialmente a la hora de entrar a matar. En el primero de estos intentos, se quedó sin toro; media baja y media tendida. Dos avisos y por diez segundos no se lo encerraron. No obstante, debido a la bondad del público, saludó desde el tercio. Al quinto bis, una vez desvuelto el titular por flojo de remos, no lo quiso ni ver. Sartenazo vergonzoso. Palmas de Tango.
Cerraba la terna Daniel Luque, en cuyo tercer animal se desmonteró Curro Robles tras parear. Si le hubiera bajado la muleta a ese manso le podría haber sacado algún pase. El burel se rajó y en tablas le propinó un pinchazo y una estocada desprendida y descabello. Silencio. En el que cerraba plaza, que era una res a la que había que poderle, no lo quiso ni ver. Estocada trasera desprendida.
Bien la presidencia en cuanto a la devolución de la res, mal en cuanto permitió el baile de corrales por la mañana. Si no hay toros, se suspende, pero no se manda a Don Puche y su UTE al parque a cazar gatos de forma furtiva. Dicen que los felinos supervivientes han huido del parque y han pedido asilo político a Don Sieso, un prócer, venido a menos, que vive en las playas de Huelin. Algún día les contaré su historia.
Un saludo.
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