Juan A. Navarro Arias Actualizado 18.08.2009
EN historias de dos conviene a veces mentir, estoy con Sabina en eso de que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor. Pero al que paga, no se le pueden contar verdades a medias. "La empresa informa que el diestro José Antonio Morante de la Puebla reaparecerá mañana [por hoy] en La Malagueta", se anunció ayer por megafonía, con la consiguiente ovación del respetable que llenó el coso por primera vez en el ciclo hasta la bandera. La estrategia empresarial era maravillosa, qué mejor foro donde dar el citado aviso que ante diez millares de criaturas potenciales de comprar una entrada. Ojalá se cuelgue hoy nuevamente el no hay billetes, pero no es elegante anunciar sólo lo que interesa, pues algún aficionado seguro que se preguntó qué toreará hoy el bueno del de la Puebla del Río, dado que ya se sabía que la corrida anunciada había sido rechazada al completo días antes. Lo que la megafonía obvió fue el baile de corrales y que finalmente se lidiarán toros de Juan Pedro Domecq, que dicen que llegan muy justos de presentación. El trapío lo juzgaremos hoy pero ayer se silenció el cambio de ganado, cuando que yo sepa un cartel se compone de toros y toreros, que nadie se olvide. En los próximos días imagino que también se anunciará por la megafonía la sustitución de El Fundi, que aunque ya ha sido dado de alta no está en condiciones de torear. El cartel de José Tomás lo abrirá el vallisoletano Manolo Sánchez. Nadie devolverá entradas porque está el de Galapagar, pero el negocio es redondo. Y lo prefiero así que con Finito de Córdoba, por si entraba en alguna quiniela, pero espero que si hay remanente económico, se invierta en toro. Con tan buenas entradas la peor megafonía sería la desilusión de los aficionados en caso de otro supuesto fracaso ganadero.
Este artículo está publicado en la edición digital de málagahoy.es
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