domingo, 16 de agosto de 2009

GIJÓN. Crónica de la 6ª de abono, 15 de agosto 2009. Volvió Cayetano en El Bibio




El Fandi abre la puerta grande y El Cordobés, la de la enfermería

IGNACIO PELÁEZ


15 de agosto. 6.ª de abono. Lleno.


Seis toros de la ganadería de La Palmosilla. Muy justos de presentación. Flojos en conjunto. Manejables 5.º y 6.º.


El Cordobés (grana y oro): pinchazo y estocada tendida (ovación); pinchazo, estocada que hace guardia -aviso-, dos descabellos (palmas).


El Fandi (catafalco y plata): estocada contraria (oreja); estocada (dos orejas).


Cayetano (carmín y plata): estocada trasera y tendida y un descabello (palmas); pinchazo, estocada tendida -aviso- un descabello (ovación tras leve petición).

Demasiados gritos se oyen en El Bibio cuando el torero está en el ruedo. Sin embargo, los olés más bajos de la tarde llegaron con la mejor tanda de derechazos del festejo. Cayetano se encontró a sí mismo durante el trasteo de inicio al sexto y la posterior tanda por el derecho. Con el capote estuvo variado toda la tarde, gaoneras, tafalleras y a la verónica. No desperdició ni un solo momento para demostrar al público que no se repetiría la historia. Menudo cambio. En el sitio comenzó la faena al segundo de su lote. Le aguantó las miradas al toro y dejó puesta la muleta para que tragara tela el animal. Se descalzó, emulando a su apoderado Curro Vázquez en Las Ventas con aquel toro de Alcurrucén. Hoy no llovía. No hizo falta, Cayetano estuvo bien. Bajó la mano , hoy sí, y se quedó en el sitio. La franela siempre en los «pitones» al torito... Se fue apagando el astado, no así Cayetano, que aprovechó para probar su otro pitón. Ligó por el izquierdo sin la misma transmisión que en los primeros compases de la faena, el toro ya muy a menos. ¿El remedio? Quedarse delante y que el toro te mire. Le señaló el de La Palmosilla y se quitó el torero en el último momento. Falló a espadas y la petición no fue suficiente para que se llevara el trofeo. El tercero lo destinó el maestro para carne.
Manolo Díaz asustó de inicio al tendido. Tropezó en la cara del toro que hizo por él en el suelo y le prendió en la parte superior del muslo derecho. Cornada de seis centímetros y a aguantar con el torniquete. Toreó al que abrió plaza con más entrega que temple. Buscó las vueltas al toro que no quería tragar y sólo con desplantes hizo que la gente entrara en la faena.
Pasó a la enfermería El Cordobés entre la ovación del público. Da igual el estilo o su concepto del toreo, ninguno quiere perder la pelea. Volvió Manuel entre aplausos y alegre con el capote se llevó al cuatreño al peto del varilarguero por chicuelinas. Entendió bien a su antagonista. El astado flojeaba y se paraba si se empleaba mucho. Series cortas por el pitón derecho, dos pases y el remate. No aguantaba más su oponente. Por el izquierdo más de lo mismo. Volvió a montar el engaño y en redondo pasó la muleta por el toro. No quería irse sin agradar. Rodilla a tierra y la rana croó en la plaza. Otra vez marró con el acero y nueva ovación le despidió cuando volvió a abandonar la plaza.
El Fandi ha sido el triunfador numérico de la sexta de abono. Saludó a su lote con una larga cambiada. En su primero no se pudo estirar a la verónica y por chicuelinas paró al toro. Chicuelinas para llevar al toro al caballo, el picador simplemente señaló la suerte. En el tercio de quites intervino David. ¿Cómo lo sabían? Por chicuelinas y tafalleras dejó al toro en el centro del ruedo para ir a por los palitroques. Corriendo de un sitio a otro clavó los palos en lo alto y consiguió parar al toro con la mano perdiéndole pasos y poniéndole el sombrero del mayoral en la testuz del toro. Sus piernas, un prodigio; la ejecución de la suerte, discutible. Brindó al público y montó la muleta. Tandas cortas por uno y otro pitón. No acaba de echarse para adelante el toro y circulares para animar al tendido. Se fue el astado al burladero del cuatro y el granadino se puso de rodillas para el desplante. Le dieron una oreja. Recogió al quinto estirándose a la verónica. Moviola, violín y de espaldas en banderillas para tener contento al respetable. Volvió por los suelos al hilo de las tablas para empezar la faena al último de su lote. Series a media altura y con ligazón. Mató bien y le dieron las dos orejas.
Mañana volvemos a la normalidad.
Fuente: La Nueva España.

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