Castellón. Sábado 21 Marzo. 7ª Feria. Casi lleno. Toros de Manolo González, (1º, 4º Y 6º), González Sánchez Dalp (2º y 3º) y Toros de Jarrama (5º). Terciados y justos de presencia. 1º, 2º, 5º y 6º desrazados. 3º y 4º nobles.
El Cid, saludos y división tras aviso. El Fandi, saludos en ambos. José María Manzanares, saludos tras aviso y silencio tras aviso.
Reproducimos por su interés la crónica que de la misma hace D.Juan Miguel Núñez para EFE.
BOSTEZO INFINITO
La frialdad fue la tónica del festejo. Frío arriba, en el tendido, pero sobre todo en el ruedo, donde se lidió una corrida, más o menos con deficiencias, pero que no se comió a nadie. No estuvieron los toreros a la altura de lo que se esperaba.
"El Cid" se mostró inseguro en el toro que abrió plaza, que salía de los pases "haciendo hilo", un tanto andarín. La faena tuvo muchas desigualdades, al final sin redondear por parte del torero. Mereció la pena, eso si, la estocada, entrando como una vela, por arriba y de efecto fulminante.
El cuarto fue buen toro, sobre todo por el pitón izquierdo. Lanceó bien "El Cid" a la verónica y le cogió también pronto el aire al toro con la muleta en el toreo al natural. Pero casi siempre despegado. Hubo limpieza, largura y buena compostura en cada pase. Incluso los pegó por abajo, de muy buen trazo.
Sin embargo, le faltó sentirse más, reunirse de una vez con el toro. Bajó más la faena por el lado derecho. Y para colmo se eternizó con el descabello.
"El Fandi" cargó con el lote más deslucido. Violento su primero, tampoco se atemperó el hombre lo suficiente. El cuarto, muy corto de embestida y llevando la cara natural, le obligó a abreviar. En ambos se lució con el conseguido espectáculo de las banderillas, aunque algún par en el quinto fue también de aquella manera.
A Manzanares le tocó un primer toro con muchas posibilidades por el pitón derecho, de viaje largo y embestida muy humillada. El alicantino estuvo lo que se dice correcto, quizás algo ligerito de más. No hubo acople por el pitón izquierdo y la faena terminó yendo a menos.
¿Qué pasó para dejárselo ir? Sencillamente no le bajó la mano para someterlo, no se estrechó con él, no se templó... Demasiadas ausencias para el toro más claro de la tarde.
El sexto fue toro tardo y de viaje corto. Y la insistencia de Manzanares por hacerle faena se tradujo, como toda la tarde, en un bostezo infinito de la plaza. EFE
La frialdad fue la tónica del festejo. Frío arriba, en el tendido, pero sobre todo en el ruedo, donde se lidió una corrida, más o menos con deficiencias, pero que no se comió a nadie. No estuvieron los toreros a la altura de lo que se esperaba.
"El Cid" se mostró inseguro en el toro que abrió plaza, que salía de los pases "haciendo hilo", un tanto andarín. La faena tuvo muchas desigualdades, al final sin redondear por parte del torero. Mereció la pena, eso si, la estocada, entrando como una vela, por arriba y de efecto fulminante.
El cuarto fue buen toro, sobre todo por el pitón izquierdo. Lanceó bien "El Cid" a la verónica y le cogió también pronto el aire al toro con la muleta en el toreo al natural. Pero casi siempre despegado. Hubo limpieza, largura y buena compostura en cada pase. Incluso los pegó por abajo, de muy buen trazo.
Sin embargo, le faltó sentirse más, reunirse de una vez con el toro. Bajó más la faena por el lado derecho. Y para colmo se eternizó con el descabello.
"El Fandi" cargó con el lote más deslucido. Violento su primero, tampoco se atemperó el hombre lo suficiente. El cuarto, muy corto de embestida y llevando la cara natural, le obligó a abreviar. En ambos se lució con el conseguido espectáculo de las banderillas, aunque algún par en el quinto fue también de aquella manera.
A Manzanares le tocó un primer toro con muchas posibilidades por el pitón derecho, de viaje largo y embestida muy humillada. El alicantino estuvo lo que se dice correcto, quizás algo ligerito de más. No hubo acople por el pitón izquierdo y la faena terminó yendo a menos.
¿Qué pasó para dejárselo ir? Sencillamente no le bajó la mano para someterlo, no se estrechó con él, no se templó... Demasiadas ausencias para el toro más claro de la tarde.
El sexto fue toro tardo y de viaje corto. Y la insistencia de Manzanares por hacerle faena se tradujo, como toda la tarde, en un bostezo infinito de la plaza. EFE
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