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Fotos: Juan Pelegrín
Cuadrillas |
Aplaudidos Ángel Otero y Fernando Téllez, de la cuadrilla de Julio Aparicio, y Álvaro Oliver, de la de Gallo. Ovacionado el picador de Eduardo Gallo José Ney Zambrano.
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HABLAN LOS OTROS PROTAGONISTAS.-
Curro Díaz: "En mi vida me he encontrado un lote así" / Eduardo Gallo:"Se ha visto la disposición y la verdad con la que he venido"
Curro Díaz: "En mi vida me he encontrado un lote así" / Eduardo Gallo:"Se ha visto la disposición y la verdad con la que he venido"
Julio Aparicio, tras despachar a su lote en una tarde muy desafortunada para él, dijo a los micrófonos de nuestros compañeros de Canal Plus Toros: "No ha salido nada como yo quería y había soñado. No ha podido ser, no ha habido acople entre toro y torero y ya está. Esto es así, hay días que las cosas no salen, el toreo es así, y más mi toreo que necesita un animal que colabore y tenga un mínimo de hechuras. Con un toro como este -en referencia al cuarto-, con esa altura y anchura de pitones, es muy difícil hacer el toreo".
Curro Díaz explicaba de esta manera las sensaciones de la tarde: "Este toro era de echarlo al corral. Lo he pasado mal en todo. Ha sido complicado, no ya de quedarse o no quedarse sino de huir. Me daba miedo que no pudiese matarlo. En el quite de Eduardo Gallo ya cantó lo que iba a hacer. Cuando no embisten y salen así de malos no los veo ni bonitos. Cuando el toro no ha descolgado ya se sabía lo que iba a hacer". Respecto a su segundo comentó: "En mi vida me he encontrado un lote así. Este ha sido igual que el anterior. La suerte que he tenido es que lo he matado porque era día para dar un sainete importante. Este lo he matado hasta demasiado bien. Sé que el ganadero viene a Madrid con toda la ilusión pero..."
Eduardo Gallo volvía a Madrid tras la importante actuación del pasado 6 de mayo. "Se ha visto la disposición y la verdad con la que he venido. El toro ha sido muy violento y difícil, cuando le apretaba protestaba y me intentaba coger. El viento tampoco ha ayudado ya que en algún momento me echaba la muleta para delante. Me quedo con la sensación de valor y temple que he dado", decía al matar al tercero. Luego, tras acabar con el sexto, señaló: "No ha podido ser porque no he tenido más opciones que la de justificarme y dejar claro que venía muy de verdad. He dejado los toros crudos a pesar de saber que no me iban a dar ninguna facilidad. Les he dado todas las ventajas a los dos toros y este se veía que era imposible".
Eduardo Gallo volvía a Madrid tras la importante actuación del pasado 6 de mayo. "Se ha visto la disposición y la verdad con la que he venido. El toro ha sido muy violento y difícil, cuando le apretaba protestaba y me intentaba coger. El viento tampoco ha ayudado ya que en algún momento me echaba la muleta para delante. Me quedo con la sensación de valor y temple que he dado", decía al matar al tercero. Luego, tras acabar con el sexto, señaló: "No ha podido ser porque no he tenido más opciones que la de justificarme y dejar claro que venía muy de verdad. He dejado los toros crudos a pesar de saber que no me iban a dar ninguna facilidad. Les he dado todas las ventajas a los dos toros y este se veía que era imposible".
Y ahora el video de la corrida y la crónica de D. Antonio Lorca escrita para El País y que no deben dejar de leer para conocer lo que pasó ayer, martes 15 de mayo, en Las Ventas.
SAN ISIDRO | SEXTA CORRIDA DE FERIA
¡Es-cán-da-lo!
Y en corrida tan descastada y airada surgió la chispa en el tercio de varas del tercero. Montaba a caballo José Ney Zambrano
ANTONIO LORCA Madrid - www.elpais.com
¡Qué triste espectáculo ver a un hombre sufrir en el ruedo…! ¡Qué imagen más desolada produce la incapacidad manifiesta! Qué dolor para quien está ahí abajo que te rechinen los oídos con los gritos alborotados de ‘fuera, fuera’ de toda una plaza desolada y enfadada… ¡Qué escándalo puede llegar a producir el pánico insuperable, cuando el miedo atenaza el cerebro y el cuerpo no responde! ¡Qué dolor, Julio Aparicio, verte desmadejado, con la mirada perdida, las piernas flaqueadas y con la cabeza a revientacalderas, bloqueada, huyendo de la propia sombra de un vestido torero…!
Y pensar que momentos antes, no más terminar el paseíllo, los tendidos lo habían recibio con una cariñosa ovación para espantar el mal recuerdo de aquella cornada en la garganta de hace dos años.
El Ventorrillo/Aparicio, Díaz, Gallo
Toros de El Ventorrillo, bien presentados, mansos, descastados, deslucidos y ásperos.
Julio Aparicio: seis pinchazos y un descabello (bronca); pinchazo, media perpendicular y baja y un descabello (bronca).
Curro Díaz: pinchazo y bajonazo (silencio); estocada (silencio).
Eduardo Gallo: pinchazo y estocada baja (ovación); casi entera caída -aviso- y un descabello (silencio).
Plaza de las Ventas. 15 de mayo. Sexta corrida de feria. Tres cuartos de entrada.
Pero salió el primer toro y Julio cantó a las claras que su ánimo no podía soportar semejante encuentro. Capoteó de mala manera, se inhibió descaradamente en el tercio de varas y, cuando tomó la muleta, la plaza entera imaginaba ya el siguiente capítulo: pasó al toro por bajo, muy precavido; se detuvo, lo miró y decidió huir a tablas para tomar el estoque. No lo mató, sino que intentó acuchillarlo, y la bronca fue de campeonato. Y fue el único toro que acudió con cierta clase a los engaños, aunque se marchó al otro mundo agujereado de manera infame.
Lo vivido durante la lidia del cuarto fue aún más penoso. Se inhibió Julio de manera escandalosa durante los dos primeros tercios, y permitió que al animal lo masacrara el picador de turno. Llegada la hora de la muleta, intentó hacer el esfuerzo sobrehumano de citarlo, pero no fue posible. Una nueva bronca y nueva algarabía. Y así, además, durante toda la corrida, incumpliendo su responsabilidad como director de lidia.
¡Pobre torero! ¡Qué mal rato pasó y nos hizo pasar a todos! Pero no hay que echar en saco roto el significado de las dos broncas que recibió: Julio Aparicio faltó el respeto al público, porque así no se debe reaparecer. El único culpable de su sonado fracaso es él. Si no se está, no se está. Y este torero no parece estar para vestirse de luces.
Curro Díaz llegaba a Madrid con la buena intención de sacarse la espina de su ausencia de la Feria de Abril, pero dos marrajos -el primero no tenía un pase, y el segundo, paradísimo, desarrolló mucho peligro- se lo impidieron.
Y Eduardo Gallo, que entró en sustitución del herido Ángel Teruel, justificó su inclusión con una encomiable decisión, un valor seco y unos enormes deseos de triunfo. Se le nota poco placeado, pero ello no fue óbice para aguantar con estoicismo los gañafones y tornillazos que su lote repartió con generosidad. Se plantó con seguridad ante su primero, que lo puso en serios aprietos, y no se arredró ante la violencia del sexto. A pesar de sus defectos, como torero moderno que es, ayer volvió a decir que quiere ser alguien.
Y en corrida tan descastada y airada surgió la chispa en el tercio de varas del tercero. Montaba a caballo José Ney Zambrano: se dejó ver, situado el toro en la distancia, lo citó con la voz y levantando el palo, le dio el pecho y lo picó en todo lo alto en un puyazo medido. Mientras la plaza se frotaba los ojos, volvió a repetir la hazaña y descubrió que los buenos picadores todavía existen. Óle…
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