GUADALAJARA, 17-09-0. 09 h.
El primer encierro de las ferias y fiestas de Guadalajara no contó con la expectación de años anteriores cuando se corrían las reses a lidiar por la calle y tanto para corredores como aficionados en general era una cita indispensable. Apenas dos minutos de encierro, poco seguido en gradas y participantes.
Los novillos de Rodríguez Percha salieron de forma puntual desde los improvisados corrales de Boixaréu Rivera donde los astados rápidamente cogieron la cabeza de la manada, marcando un ritmo rápido con dos de ellos barriendo el recorrido. Como es normal, pocos corredores en este tramo que se caracteriza por las carreras rápidas y cortas. El primer incidente reseñable se produjo cuando un corredor se cayó delante de la manada en las curvas de Santo Domingo, que no fue a mayores ya que escapó por las gateras antes de que llegara la manada, que iba comandada por los seis novillos, muy agrupados con tres bueyes.
No se fueron al suelo los astados en la Delegación de Sanidad y la manada salió reunida y, a buen ritmo, de las curvas para enfilar la calle Capitán Arenas. Los toros abrían una manada muy estirada, pero que debido a su alta velocidad no permitía muchos huecos a los corredores.
Buenas carreras antes de la entrada a la Plaza de Las Cruces, entre los pocos corredores que se mostraron interesados por este encierro, con novillos que se repetirán los próximos días. Algún apretón en la entrada al ruedo y tras escasos 20 segundos, los astados no dieron mayor problema para entrar a la manga de corrales, una vez que llegaron tres bueyes más rezagados y realizaron el trabajo de introducir a las reses en los corrales.
Apenas dos minutos de encierro, que deja el resumen de ningún herido, pocos corredores y público. Entretenida suelta de reses posterior con poco público y ningún incidente.
El primer encierro de las ferias y fiestas de Guadalajara no contó con la expectación de años anteriores cuando se corrían las reses a lidiar por la calle y tanto para corredores como aficionados en general era una cita indispensable. Apenas dos minutos de encierro, poco seguido en gradas y participantes.
Los novillos de Rodríguez Percha salieron de forma puntual desde los improvisados corrales de Boixaréu Rivera donde los astados rápidamente cogieron la cabeza de la manada, marcando un ritmo rápido con dos de ellos barriendo el recorrido. Como es normal, pocos corredores en este tramo que se caracteriza por las carreras rápidas y cortas. El primer incidente reseñable se produjo cuando un corredor se cayó delante de la manada en las curvas de Santo Domingo, que no fue a mayores ya que escapó por las gateras antes de que llegara la manada, que iba comandada por los seis novillos, muy agrupados con tres bueyes.
No se fueron al suelo los astados en la Delegación de Sanidad y la manada salió reunida y, a buen ritmo, de las curvas para enfilar la calle Capitán Arenas. Los toros abrían una manada muy estirada, pero que debido a su alta velocidad no permitía muchos huecos a los corredores.
Buenas carreras antes de la entrada a la Plaza de Las Cruces, entre los pocos corredores que se mostraron interesados por este encierro, con novillos que se repetirán los próximos días. Algún apretón en la entrada al ruedo y tras escasos 20 segundos, los astados no dieron mayor problema para entrar a la manga de corrales, una vez que llegaron tres bueyes más rezagados y realizaron el trabajo de introducir a las reses en los corrales.
Apenas dos minutos de encierro, que deja el resumen de ningún herido, pocos corredores y público. Entretenida suelta de reses posterior con poco público y ningún incidente.
Fuente:Escrito por Jaime Hita /El Decano de Guadalajara.
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