MADRID.- Además de la expulsión de Siscu, la gala cuarta de Gran Hermano 11 trajo la sorpresa de la incorporación de tres nuevos concursantes a la casa de Guadalix de la Sierra. De los tres, Gerardo Prager, un madrileño de 38 años y licenciado en empresariales, es conocido por su afición al póker y por su faceta como apoderado taurino, aunque esta última parece haberla dejado de lado una vez ha sido seleccionado para el concurso.
Gerardo dirigía la carrera de Pablo Lechuga, gran promesa del torero madrileño y al que dejó colgado pocas horas antes de entrar a la casa. "Antes de torear ayer en Algemesí, recibí una llamada suya en la que me dijo que entraba en el programa 'Gran Hermano', que le quitaban el teléfono y no podíamos hablar más", asegura Lechuga.
El joven torero se muestra decepcionado por la forma de actuar de su apoderado, en el que tenía plena confianza. "Él jamás me había comentado siquiera que se había presentado a los 'casting' pero, lo que más me jode, es que haya usado mi nombre y que Pablo Lechuga esté circulando para hacer risa en esa serie de programas con los que en absoluto quiero tener nada que ver", afirma el novillero al portal 'www.burladero.com'
Pese a asegurar de Lechuga que "llegará muy lejos como torero", a Gerardo parece no haberle temblado el pulso a la hora de cambiar el concurso por la carrera del diestro. "Si él quería hacerse famoso, debería habérmelo dicho y habríamos terminado antes. Pensé que era más serio. Estoy reventado", finaliza Pablo Lechuga.
Este abandono llega justo en un momento clave de la carrera de Pablo Lechuga al que mañana le espera la dura prueba de torear en la plaza de toros de Las Ventas en la Feria de Otoño. Sin duda, un duro golpe moral ante el compromiso más importante del año.
Fuente: El Mundo
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