jueves, 7 de junio de 2012

MADRID-LAS VENTAS. Video y crónica del festejo de ayer 6/06/2012. Feria del Arte y la Cultura. Morante, Manzanares y Talavante.



Alejandro Talavante salió por la Puerta Grande al cortare una oreja a cada uno de sus toros. Talavante se mostró en toda su actuación muy decidido y con capacidad para remontar las dificultades. Toreó con la mano baja en lo fundamental y se adornó con frescura e imaginación para completar sus faenas. Remató con dos buenas estocadas y salió en hombros camino de la calle de Alcalá entre el clamor del público. José María Manzanares y Morante de la Puebla no tuvieron tanta suerte y sus labores no llegaron nunca a levantar el vuelo. El encierro de Núñez del Cuvillo con los remiendos de Victoriano del Río pecó de cierta falta de gas en el último tercio.




Morante de la Puebla
Silencio
Bronca
Picadores
AURELIO CRUZ
CRISTOBAL CRUZ “Aurelín”
Banderilleros
RAFAEL CUESTA
ANTONIO JIMÉNEZ “EL Lili”
JAVIER SÁNCHEZ ARAUJO

José María Manzanares
Silencio
Silencio
Picadores
PEDRO MORALES “Chocolate”
JOSÉ ANTONIO BARROSO
Banderilleros
JUAN JOSÉ TRUJILLO
CURRO JAVIER
LUIS BLÁZQUEZ

Alejandro Talavante
Una oreja
Una oreja
Picadores
TULIO SALGUERO
MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ
Banderilleros
VALENTÍN LUJAN
FERNANDO JOSÉ PLAZA
JULIO LÓPEZ


PRESIDENTE: D. TRINIDAD LÓPEZ-PASTOR EXPÓSITO
ASESOR: D. PEDRO HERRANZ “Madriles”
DELEGADO GUBERNATIVO: D. FERNANDO RUIZ GARCÍA
VETERINARIOS: D. SECUNDINO ORTUÑO MARTÍNEZ, D. CARLOS FERNÁNDEZ ZAPATA y D. FRANCISCO JAVIER HORCAJADA GARCÍA
Cuadrillas
Se desmonteraron Juan José Trujillo y Luis Blázquez, de la cuadrilla de José María Manzanares. Palmas para el picador Pedro Morales “Chocolate” y el banderillero Curro Javier, también a las órdenes de Manzanares.

Cuatro toros de Núñez del Cuvillo y dos de Victoriano del Río
Apartado de los torosMás informaciónPrograma de manoMás información
Nº 119, Centella, negro listón bragado meano corrido axiblanco, 532, 1/08 Silencio
Nº 69, Lírico, negro listón, 518, 10/07Silencio
De Victoriano del Río
Nº 94, Esmerado, castaño, 539, 3/07 
Palmas
De Victoriano del Río
Nº 23, Enamorado, negro listón, 631, 9/07
División
Nº 3, Encumbrado, negro listón, 557, 12/07 Silencio
Nº 161, Ventanero, negro listón, 524, 12/07Silencio



Reproducimos el artículo que sobre este festejo publica D. Antonio Lorca en El País.
LA LIDIA

Talavante, por la puerta grande

Del Cuvillo/Morante, Manzanares, Talavante. La verdad es que esta puerta madrileña se ha puesto demasiado fácil; bueno, la verdad es que se ha perdido la exigencia, que ha sido siempre consustancial al toreo extraordinario


Talavante sale a hombros de la Plaza de las Ventas tras cortar una oreja a cada uno de sus toros. / CLAUDIO ÁLVAREZ
Al final, triunfó quien más ganas mostró; y ese no fue otro que Alejandro Talavante, que no alcanzó, ni mucho menos, un triunfo apoteósico, pero estuvo más animoso y entregado que sus compañeros, se sintió a gusto en algunos pasajes de sus faenas, encandiló por momentos al respetable, y, ahí lo tienen, triunfador de la tarde y a hombros por la puerta grande.
La verdad es que esta puerta madrileña se ha puesto demasiado fácil; bueno, la verdad es que se ha perdido la exigencia, que ha sido siempre consustancial al toreo extraordinario. Hoy, enjaretas cuatro -muchos son- muletazos con cierta gracia, rematas con el de pecho y la gente se vuelve loca.

DEL CUVILLO/MORANTE, MANZANARES, TALAVANTE
Cuatro toros de Núñez del Cuvillo y dos -tercero y cuarto- de Victoriano del Río, mal presentados, mansos, descastados y nobles; destacaron tercero y sexto.
Morante de la Puebla: casi entera atravesada y un descabello (silencio); pinchazo y casi entera (bronca).
José María Manzanares: estocada tendida y caída (silencio); estocada caída (silencio).
Alejandro Talavante: estocada caída y un descabello (oreja); estocada caída (oreja). Salió a hombros por la puerta grande.
Plaza de las Ventas. 6 de junio. Corrida de Beneficencia. Lleno. Presidió la Infanta Elena desde el palco real, y estuvo acompañada por la presidenta de la Comunidad y la alcaldesa de Madrid.
No es cuestión, sin embargo, de restarle méritos a Talavante, sino de afirmar sin miedo que su labor tuvo destellos de calidad, momentos de hondura, pero ninguna de las dos faenas desgranó la esencia de una obra mayor. En absoluto.
Un quite por chicuelinas en su primero fue lo único que se puede anotar en su toreo de capote. Inició el muleteo en ese toro con un pase cambiado por la espalda y una buena tanda con la mano izquierda, firme y ligada. Sorpresivamente, citó en la siguiente con la derecha, y el toreo consiguiente perdió profundidad. Y volvió a la zurda, y todo perdió fuelle. Al final, brilló más el toro, encastado y noble, que el torero, que solo lo hizo en detalles puntuales y en la forma de tirarse encima del morrillo de su oponente y agarrar una estocada algo caída. A pesar de que el animal tardó en morir, se le concedió la oreja por la insistencia de un público arrastrado por una euforia extraña y, a todas luces, sin base firme.
También fue bueno para la muleta el sexto, al que recibió con unos estatuarios en los medios de poca enjundia. Destacó Talavante en un par de tandas con la derecha, que pecaron de prisas, un natural, un cambio de manos y un largo de pecho. Tampoco hubo faena grande, y, de nuevo, la generosidad de los tendidos.
Quizá por eso, lo más bonito de la tarde fue la expectación creada, la plaza llena, la ilusión generalizada y ese triunfo imaginado. La realidad fue muy distinta; de momento, a las figuras acompaña siempre el baile en los corrales. (No olviden que estaba Curro Vázquez, apoderado de Morante, lo que es plena garantía de que se intentará colar gato por liebre). No se aprobó completa la corrida anunciada y lo que salió por chiqueros superaba en muy poco el cuerpo de los gatos, animales, por otra parte, que las figuras lidian y matan por todas las plazas de este país y del resto del mundo.
Pero es que, además, hizo viento. ¡Oh…! Y afectó de lleno a Morante ¡Oh…! Y Manzanares no tuvo su día… ¡Vaya hombre…! En fin, un desastre.
Mientras Talavante paseaba su segunda oreja, Morante esperaba sentado en el estribo con el capote sobre las piernas. Fue, quizá, la imagen más torera de la tarde. Un símbolo taurómaco en sí mismo. Lo miras y era el espejo de la portada de un libro de estampas taurinas
Además, no se puede decir que Morante de la Puebla no venía con ilusión porque no sería verdad; pero es que necesita un toro tan especial, que lo normal es que no lo encuentre. Recibía, muleta en mano, por bajo a su reservón primero, cuando se levantó una ráfaga de viento -también es mala suerte- y lo estropeó todo. Frunció el ceño el torero, encogió el cuerpo todo, enseñó los dientes, se batió en retirada y no ocultó sus precauciones. Hubo después dos derechazos limpios, y otros tres un poco más tarde, y un natural allá al final. Total, que no hubo lucimiento.
Se esmeró en el cuarto en un quite por chicuelinas un poco forzadas, que destilaron la gracia propia que lleva encima este hombre. Lo recibió, después, por ayudados, pero otra vez apareció el viento y se acabó la presente historia. El toro, muy reservón, tampoco era una joya; lo macheteó por la cara y abrevió acertadamente, aunque la gente se lo reprochara.
Peor estuvo quien más desconocido, banal y superficial se mostró, que fue Manzanares. Mató el lote peor presentado y una parte del público lo molestó de forma reiterada. Pero el torero no estuvo a la altura de las circunstancias; siempre mal colocado, descaradamente al hilo del pitón, toreando hacia fuera, y así es imposible emocionar. Lo suyo fue un recital de pegapasismo moderno.
Talavante, a hombros. El día que triunfe alguien de verdad, ¿cómo lo van a sacar?
VIDEO DEL FESTEJO:



HABLAN LOS PROTAGONISTAS
Alejandro Talavante, tras habérsele concedido la oreja que le abría la puerta grande en el toro que cerró plaza, señaló a nuestros compañeros de Canal Plus Toros: "Estoy muy feliz; quiero dedicar este triunfo a mi abuelo, gracias a él he vivido la gloria de estos momentos que son irrepetibles y únicos. El toro estaba muy brusco y en el capote venía arrollando pero la faena ha sido muy importante para mí. Había que darle tiempo y llevarlo con ritmo".
Tras la multitudinaria salida a hombros, declaraba: "La reacción de la gente ha sido tremenda. He podido pegar muletazos muy a gusto y enroscado. He tenido paciencia, toreando a media altura y poco a poco le he podido sacar ese fondo al animal. Momentos como este en los que todo el mundo ha estado viéndote son muy grandes para un artista".
Tras lidiar al que hizo tercero, manifestó: "Lo he visto rápido, aunque ha molestado mucho el viento, que ha sido un hándicap tremendo para cuajarlo, pero estoy contento. Lástima que haya tardado tanto en caer".
Manzanares, tras matar a su primero, dijo: "No me disgustaba el toro, aunque tenía mucha querencia. Era mansito pero cuando obedecía al capote no lo hacía mal. Quizá humillaba poco. Donde más a gusto estaba él, aguantó en la primera serie, pero en las siguientes le costaba repetir y se quedaba debajo. El viento no deja dominar los trastos y los toros que piden temple y firmeza el viento lo dificulta, pero tenemos que sobreponernos".
Luego, tras lidiar al quinto, expresó: "Ha ido muy a menos, tampoco humillaba aunque con el capote lo había hecho bien. Luego ha estado escarbando, reculando y en las últimas tandas no quería pasar y se defendía más que embestir. He intentado estar bien con los dos y, aunque no es excusa, el viento está molestando mucho y con este tipo de toros es crucial poder dominar los trastos".
Morante de la Puebla, por su parte, dijo tras despachar a su lote: "Hay mucho aire y está molestando mucho, no sabe uno ni qué decir. La muleta parece una bandera y el toro es una dificultad añadida. Mi segundo era noblón, pero no humillaba. Le hice el quite por chicuelinas porque no requiere que el toro humille tanto, pero luego en la muleta se ha defendido y no ha habido entendimiento". Acerca de las rayas rojas del tercio, pintadas de ese modo por petición expresa del propio Morante, aseguró: "Siempre he pensado en torear en Madrid con las rayas rojas, las blancas no las veo tan taurinas, se pierden un poco en una arena tan clara. Recuerdo haber visto fotos de toros en Madrid con rayas oscuras, y hoy que era un día especial me hacía ilusión empezar una tradición que en su momento se perdió". fuente:aplausos.

La Infanta Elena recibió a la terna tras la Beneficencia


Recepción real
Como es tradicional, al finalizar la Corrida de la Beneficencia la Casa Real, en este caso la Infanta Elena, recibió a los toreros en el salón del Palco Real. Talavante llegó un poco más tarde, feliz y satisfecho después de la monumental paliza recibida en su camino en volandas hacia la calle de Alcalá.

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