Puerta Grande para Jiménez | Emilio Méndez
Plaza de toros de Burgos. Sexta corrida de Feria, quinta de abono. Casi lleno en tarde soleada. Toros de Juan Pedro Domecq para:
César Jiménez (esmeralda y oro): Ovación con saludos y dos orejas
José María Manzanares (azul marino y oro): silencio y ovación con saludos tras aviso.
Cayetano (verde hoja y oro): silencio y silencio
Burgos se encuentra con César Jiménez
Tras una faena de pulso y alardes el madrileño se ha llevado una tarde aburrida, en la que Manzanares y Cayetano no tuvieron opción.
Burgos casi llenaba el Plantío para observar, disfrutar y paladear el toreo armónico, compuesto y elegante de José María Manzanares. Burgos casi llenaba su coso por San Pedro para encontrarse con Cayetano, en sustitución de Juli. Lo que no esperaban era entenderse con César Jiménez. Pero el de Fuenlabrada sí quería hacerlo con Burgos, en San Pablo. Y lo hizo de la mejor manera posible, cortando dos orejas al cuarto toro de Juan Pedro Domecq.
Ya había dejado detalles de su disposición y tauromaquia en el primero, con el que fue ovacionado. Pero fue en el segundo donde el trasteo de pulso y suave, ante el noble, y escaso de fuerzas, Juan Pedro, consiguió despertar al, de nuevo, aletargado Burgos.
Tan aletargado estaba el coso del plantío, que por más que casi se llenara el tendido, no se dieron cuenta de las actuaciones de Manzanares y Cayetano a los que silenciaron en sus dos primeros toros. En el segundo pudieron ovacionar a José María Manzanares tras templar una faena imposibilitada por el aburrido Domecq. Cerró festejo Cayetano que volvió a no encontrarse ante el cierra plaza. Así pues, sin espadas que encontraran materia, sin público que paladeara faena, sin alma en el ambiente, fue Jiménez quien quiso encontrarse con Burgos, y Burgos aceptar el órdago de Jiménez.
Fuente: cultoro.
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