lunes, 8 de agosto de 2011

BARCELONA. Reseña y crónica del festejo celebrado el domingo 7 de agosto.CHARRO / PADILLA, CURRO DÍAZ, MORENITO DE ARANDA



La Monumental, BARCELONA, un cuarto de entrada, unas 4.000 personas.



Ganadería Charro: buena presencia los seis, pero muy justos de fuerzas y mansos los dos primeros. El tercero y el cuarto fueron bravos hasta la muerte.
Juan José Padilla: tres pinchazos, estocada, silencio. A su sétimo, estocada y oreja.
Curro Díaz: tres pinchazos descabello, aplausos. Media tendida y ovación.
Morenito de Aranda: pinchazo y estocada, aplausos. Retostada, aviso y oreja.



Reproducimos la crónica que realiza D. Javier Martín para elpais.com sobre este festejo:



Dos toros para salir a hombros



Lo mejor se llamaba Mirabajo, entre que iba de melocotón y Morenito de Aranda de chicle de fresa, toro y torero pusieron colorido a una tarde que, hasta entonces, iba para sosería total. El tercero de la corrida resultó ser un real toro, aunque al público, mitad chino, mitad ruso, le dio igual el animal. Morenito no tenía exusa para realizar la faena de su vida, pero Mirabajo se le fue al desolladero sin mejor aprovechamiento. El torero no pudo con él, apenas ligó algo de mérito, fue desarmado y aun así salió satisfecho, porque se apuntó a una vuelta al ruedo que nadie pidió. Ni mereció, porque el toro fue superior al torero. En este caso la voluntad no fue suficiente porque enfrente había un toro noble y bravo. Siempre estuvo a rebufo del animal, que le pillaba el terreno sin que Morenito encontrara la solución a su lidia. En el que cerró plaza estuvo más torero, especialmente con el capote, a base de unas chicuelinas lentas y con mucho arte. Ya con la muleta, Morenito tuvo gracia, persistencia y sabor, aunque siempre le faltó ligar dos pases seguidos de calidad. Se le premió con una oreja, aunque solo por haber sido lo mejor de la tarde.
Otro bombón colorao le toco a Padilla en su segundo. Medicina arrodilló dos veces al caballo, acudió de lejos a las banderillas y con la muleta fue fiel hasta la muerte. Padilla pudo sacar del toro lo que sabe, mucho desplante, lío y prisa; aun así, se refociló con molinetes, arrodillaos, manoletinas y desplantes. El toro podía con todo y Padilla recibió una oreja.
Curro Díaz, el tercer espada de la tarde, se fue inédito con el capote, y con la muleta estuvo más efectista que efectivo. Buena planta, buenos pases de castigo, pero ni con la derecha ni con la izquierda sacó de sus toros pases de calidad. El público le premió con aplausos y la banda de música con pasodobles, pero porque en estos tiempos y en esta ciudad sales vestido de luces y te multa la Guardia Urbana o te sacan a hombros. Ayer los que debieron salir a hombros fueron Mirabajo y Medicina.

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