David Fandila, ´El Fandi´: ´Hay presidentes en el norte que, en vez de intentar agradar, multan´

El Fandi pasea dos orejas en la pasada edición de la feria de María Pita CARLOS PARDELLAS

PABLO LÓPEZ A CORUÑA El Fandi es uno de los toreros más queridos por la afición coruñesa. Pocos saben emocionar como él en el tercio de banderillas, durante el que el diestro nunca deja al público indiferente. El matador granadino tendrá hoy una nueva ocasión para triunfar en el Coliseum en una corrida en la que lidiará astados de la ganadería de Fernando Peña con El Cordobés y Paquirri como compañeros de cartel.–Sus triunfos en las últimas ediciones de la feria de María Pita le han servido para convertirse en uno de los toreros más queridos en la ciudad.–La verdad es que siempre que he estado aquí me han tratado genial y eso se agradece.–Usted es especialista en el arte de colocar las banderillas. ¿Cree que es eso lo que más encandila al público durante sus faenas? –Siempre he intentado ser un torero completo en todos los tercios y habrá gente a la que le gusten más unas cosas y otra a la que le gusten más otras. Es cierto que el tercio de banderillas es algo identificativo de mi toreo y, si la gente disfruta con ello, me siento orgulloso.–El público coruñés llegó a dedicarle una pitada a la presidencia por prohibirle a usted colocar un par adicional de banderillas.–Fue una pena. El tercio de banderillas es una parte más de la lidia y, siempre que sea en favor del espectáculo, debería concederse. Todo el mundo debería ir a favor de la fiesta, pero hay una serie de presidentes, sobre todo en el norte de España, que, en vez de intentar agradar y buscar que la gente disfrute, multan.–Usted fue un buen esquiador en su infancia y adolescencia. ¿Por qué optó finalmente por dedicarse al toreo?–El esquí forma parte de mi vida porque, cuando yo era pequeño, mis padres se fueron a vivir a Sierra Nevada y, desde los cuatro a los catorce años, he vivido en la estación. Llegué a competir en campeonatos de España y de Andalucía de esquí alpino y acrobático. Se me daba bien, pero desde pequeño siempre tuve claro que lo que quería era ser torero.–¿Qué opina de la plaza del Coliseum y de su afición?–La plaza me encanta. No en lo arquitectónico, porque no es que sea muy hermosa, pero sí en cuanto a la utilidad, porque es muy práctica y muy cómoda para la gente. El piso es muy bueno y, al ser cubierta, no hay viento. La gente, desde que vine por primera vez en 2001, me ha tratado muy bien.–¿Qué les diría a los que se oponen a las subvenciones públicas a las corridas? –La administración debe colaborar porque la gente a la que le gustan los toros tiene también derecho a que las corridas reciban subvenciones. Lo que se ha perdido un poco es el respeto a quien quiere ir. Fuente:laopinioncoruna.com