domingo, 7 de agosto de 2011

A CORUÑA. FERIA DE MARÍA PITA. Crónica de la corrida celebrada el sábado 6 de agosto: Triunfo de Arenas, seriedad clásica de Fandiño




ÓSCAR CORRAL
Iván Fandiño

No siempre los carteles de relumbrón son los mejores. Sin primeras figuras, el de hoy tiene atractivos: un diestro maduro (César Jiménez); uno de los triunfadores de la temporada, vinculado, además, a esta tierra (Iván Fandiño) y una novedad interesante (José Mª Arenas). Los toros de Alcurrucén, serios, bien presentados, muy en la línea Núñez, propician una tarde notable: tienen la emoción —y los problemas— de la casta.
César Jiménez se ha consolidado como buen profesional. No tiene hoy suerte con el lote. El primero es rebrincado y áspero. César resuelve la papeleta con más oficio que espectacularidad, demuestra su buen momento pero la estocada hace guardia y desluce todo. Más dificultades presenta el cuarto, que tiene genio y no se entrega. César hace la faena de aliño adecuada que, lógicamente, no agrada al público. No se entrega al matar.
Iván Fandiño cuaja en el segundo una excelente faena. A un toro incierto, lo recibe con verónicas muy buenas. Brinda al presidente de la Peña Taurina de La Coruña, Luis Mariñas. Sin una duda, le aguanta, se lo pasa muy cerca; lo lleva prendido a la muleta, ligando estupendamente los muletazos; al final, asusta al público con las bernadinas. Faena de torero macho, decían los revisteros antiguos: de dos orejas. Pero no acierta con la espada, aunque pincha arriba, entrando en corto.
Sale abanto el quinto, como todos. Lo lidia bien Fandiño, sin amilanarse por las tarascadas. Brinda ahora a su Peña gallega. Le va robando muletazos de mérito a un toro reservón. Otra faena seria, de verdad, con mando y aguante. Se le nota curtido en muchas batallas. Acaba sacándole unos derechazos lucidos que no esperábamos. Otra faena de mérito y vuelve a fallar al matar.
Veo por primera vez al albaceteño José María Arenas, que tomó la alternativa en Munera, su pueblo, hace pocos meses. Me causa grata impresión: lancea con gusto, quita por faroles, reúne bien con los palos. Muletea firme, con suavidad y cadencia, pero el toro se para, desluce el trasteo. Se vuelca al matar pero lo atraviesa: la petición de oreja es insuficiente. No le duda al sexto, rebrincado y flojo. Quita por zapopinas, se luce en banderillas, muletea con variedad. Además de entrega, muestra buenas cualidades. Logra una gran estocada: dos orejas y salida en hombros. Habrá que verlo más veces.
La espada se lleva la gloria
Aunque no corte orejas (han podido ser cuatro) por la espada, deja una magnífica impresión la seriedad clásica de Iván Fandiño.
Siempre cuesta despedirse de La Coruña; más, si hay toros. Me voy, recordando las frases de un gallego ilustre y amigo, Camilo José Cela, sobre la Tauromaquia como metáfora de la vida: «Hay que mantener el tipo, templar y mandar; no perderle la cara ni a los toros ni al miedo; no cambiarle los terrenos, ni al toro ni a la muerte». ¡Hasta la próxima Feria taurina de María Pita!

Fuente: abc.es/ANDRÉS AMORÓS

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