martes, 21 de agosto de 2012

BILBAO. Video y crónica del 20/08. Aste Nagusia 2012. Urdiales,Leandro y David Mora.




David Mora da una vuelta al ruedo en Bilbao y Urdiales sin trofeos

20 Agosto 2012
Bilbao. Más de media plaza.  Toros de Fuente Ymbro, con volumen y pitones, pero poca casta. La corrida se movió, pero sin terminar de entregarse.
Diego Urdiales: dos pinchazos y estocada (ovación tras aviso); y pinchazo, estocada y descabello (ovación tras aviso).
Leandro Marcos: tres pinchazos, casi entera y descabello (ovación tras aviso); y cuatro pinchazos, media caída y descabello (silencio tras aviso).
David Mora: estocada (ovación); y buena estocada (vuelta al ruedo).
 
En cuadrillas, A caballo, Israel de Pedro protagonizó un gran tercio de varas en el tercero y Mario Herrero picó también con acierto al sexto. Y en "la infantería", saludaron montera en mano José Ignacio Rodríguez "El Puchi" en el tercero, y Félix Jesús Rodríguez en el sexto, en el que compartió también aplausos Víctor Manuel Martínez, es decir, sobresaliente la cuadrilla de David Mora.

Bilbao, Corridas Generales, 20 de agosto de 2012. Toros de Fuente Ymbro para Diego Urdiales, Leandro y David Mora

Fotos: Arjona / Aplausos

















Reproducimos la crónica que realiza D.Álvaro Suso sobre este festejo:

Toros de pelea

Urdiales destacó sin premio en la tarde de los emocionantes ‘fuenteymbros’

 Bilbao 21 AGO 2012 -


Diego Urdiales hace un quite al tercer toro de la tarde, del lote de David Mora. / FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

Hubo más ganas que clase. Por las dos partes, porque los toros de Fuente Ymbro quisieron, sacaron deseo de pelea, pero no tuvieron la clase suficiente para tomar la muleta y repetir las ocasiones necesarias. Fueron soldados de batalla, de los que van al frente, de los que luchan y pelean, de los que lo dan todo en el envite, pero les falta la clase de los especialistas, de quienes están llamados para las tareas importantes. Fueron toros con mucha exigencia para los toreros.
Los toros fueron así, con ganas pero con poquita clase. Se movieron y quisieron embestir, con sus cabaceos y con sus problemas. Tan sólo el cuarto, cuando Urdiales le ganó la pelea se vino abajo y buscó el refugio de las tablas.
El sexto, para resumir la tarde, puso la emoción. Toro fiero, tan serio de cara como sus hermanos, cinqueños en su mayor parte, y que se movió dispuesto a llevarse todo por delante. Apretó en el caballo, donde empujó con ganas y, sin embargo, rehusó el tercer puyazo que le propuso David Mora. Luego, en la muleta, un dechado de fiereza, incontrolable, tan pronto tomaba la franela como se lanzaba al pecho del torero.
Las ganas las puso Diego Urdiales, quien volvió a dejar su impronta en Bilbao. Firmeza, seguridad y poder, porque había que estar muy bien para sacarle los muletazos al incómodo primero, siempre midiendo al riojano. Tuvo mucho mérito meter en la muleta a ese animal y más cuando la cogió con la mano izquierda. Faena de oreja si no hubiese fallado con la espada.
El capítulo se repitió en el cuarto, cuando el de Arnedo le ganó la pelea al áspero de Fuente Ymbro, que acabó vencido. Ahí es donde Urdiales sacó los galones y se impuso al soldado peleón hasta reducirlo y acabar acobardado. Importante labor de nuevo sin el premio por un nuevo error con los aceros.
Era una corrida para ponerse de verdad, para no reparar en el esfuerzo y tener fe en que la moneda al final cayese de su lado. Urdiales lo hizo y a punto estuvo de tener premio.
Ganas puso también David Mora, con diferente acierto. En su primero estuvo dubitativo, le faltó apretar a su enemigo y se limitó a ligar muletazos en una labor fría, que apenas llegó a los tendidos. Cuando tenía que arrancar, el madrileño acortó las distancias y el toro acabó ahogado. El sexto, el fiero de Fuente Ymbro, era capaz de quitar aliento a medio escalafón y Mora estuvo digno; lo intentó por ambos pitones y aguantó con torería cada gañafón, antes de matar de una buena estocada. Su vuelta al ruedo fue una anécdota empujado por el subidón de haber recobrado la respiración tras diez minutos de batalla axfisiante.
Leandro es quien no acabó de apostar, ni en el segundo, siempre despegado, ni en el complicado quinto, que le trajo por la calle de la amargura.

Ahora la opinión de los protagonistas:
David Mora, antes de dar la vuelta al ruedo en el toro que cerró la tercera de las Corridas Generales de Bilbao, expresó a los micrófonos de nuestros compañeros de Canal Plus Toros sobre su faena al sexto del festejo: "Cada muletazo era un ¡ay!, en cada uno creía que me echaba mano, era una auténtica persona, reponía entre muletazo y muletazo y se metía por dentro moviéndose mucho con guasa. He hecho un esfuerzo con el toro, porque este es de los que te hacen daño en una plaza importante si el público toma partido por él. Me voy contento con la actitud que he tenido y el público lo ha sabido valorar". Antes, acerca del tercero, señaló: "Ha faltado que el toro tuviese más fuerza y fondo para transmitir arriba, tenía nobleza, estéticamente dejaba torear bien pero le faltaba transmisión para que el público vibrase. Estoy atravesando un momento bueno con la espada, lo que en muchos momentos me ha quitado triunfos ahora los estoy recuperando".

Diego Urdiales afirmó a la muerte del primero: "Ha sido muy exigente, le ha costado un mundo ir para adelante y por el lado izquierdo aún se quedaba más corto. Por el derecho cuando le he podido primero e intentado conducir después me lo ha agradecido. Ha sido una faena importante, de esfuerzo grande, y la pena ha sido la espada". Luego, tras matar al cuarto, dijo: "He estado a gusto con el toro, una pena que esa última tanda se ha venido muy abajo, pero ha habido muletazos importantes, corriendo la mano despacio, teniendo buenas sensaciones y disfrutando por momentos. Lo más importante es que uno mismo se encuentre bien y lo vea claro delante del toro".

Por su parte, Leandro comentó a la muerte de su primero: "El toro ha pecado de soso, no humillaba y había que ponerle mucho, pero ha sido noble y le he hecho cosas bonitas. Había que cogerle el ritmo desde el principio, dejarle que viniera con la inercia porque no quería que le apretara aunque ya se sabe que para que la faena llegue arriba hay que apretar. Ha sido una pena no acertar con la espada". No logró triunfar con el quinto: "Ha sido muy duro, muy difícil, le tenía que haber pegado otro puyazo porque se ha quedado andarín y reservón, siempre metiéndose para adentro. La espada, un disgusto".
Ahora el video:

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