miércoles, 3 de agosto de 2011

El espejo en que mirarse



La feria de Azpeitia ha abierto el verano taurino vasco con una buena nota y fiel a sus señas de identidad



Al más puro estilo de las historias de Asterix, Azpeitia se ha convertido en la irreductible plaza contra el absurdo poder del mundo taurino. Un grupo de aficionados capitaneados por Joxin Iriarte han ido forjado un estilo alejado de las modas actuales y fundamentado en dar importancia al animal como la base de la fiesta.
David Mora y los toros de Pedraza de Yeltes han sido los claros triunfadores
Cuando las denominadas figuras del escalafón conocen las divisas que se lidiarán en el Valle del Urola ninguna quiere tomar el rumbo hacia las tierras guipuzcoanas. La razón es la paradoja que rodea el mundo del toreo, porque el toro de Azpeitia posibilita el éxito, está íntegro y tiene movilidad. Mientras, esos nombres que suenan al público prefieren los astados pobres de presentación y justos de fuerza.
Con este sello, año tras año se repiten tres corridas alrededor de los saninazios. "Hacemos un balance artístico positivo", afirma Iriarte antes de explicar su conclusión: "Los toros han tenido una gran presentación. Hemos traído tres encastes diferentes y toreros con garra". A estas notas positivas también le siguen ciertas decepciones. "Algunos tenían que haber apretado más. A Leandro se le volvió a escapar el éxito con la espada y Gallo tuvo un lote para hartarse, pero me ha sorprendido gratamente David Mora, sin duda el triunfador de la feria", señala el promotor de los festejos en la localidad guipuzcoana.
Junto a la vertiente artística camina la lucha económica para hacer rentable una feria que se debe basar en sus ingresos. No llaman a las figuras porque ni llenando los tendidos se alcanzaría para pagar los salarios que actualmente están pidiendo los líderes del escalafón, ajenos a la crisis. "A falta de cerrar los números, pensamos que salvaremos el balance, porque han bajado los ingresos, pero también habíamos previsto bajar los gastos", asegura con satisfacción Joxin Iriarte, para quien cada año resulta más dura la lidia económica: "Cuesta llevar a la gente a la plaza. La crisis se nota y hay que luchar mucho, llevarte disgustos y dar muchas vueltas que nos van quemando porque los años pasan y el esfuerzo se nota".
La feria de Azpeitia, que abre el verano taurino en la comunidad autónoma, ha respondido a sus señas de identidad y da muestras de madurez. Deja a David Mora como triunfador y el buen tono de Iván Fandiño, pero, sobre todo, descubre a la ganadería de Pedraza de Yeltes, cuyo debut anteayer en una corrida de toros se saldó con un sobresaliente.
Ahora, le toca el turno a Vitoria, con el aliciente de un nuevo empresario, Tomás Entero, quien desde el viernes próximo tomará el relevo del grupo de aficionados de la capital alavesa que levantaron la Feria de La Blanca en las últimas ediciones bajo el sello de Vitauri.
Coincidirá en varias fechas con Bayona, donde el domingo se anuncia la presencia José Tomás. Después llegarán San Sebastián y Bilbao para poner el broche a un mes de agosto que sumará 24 corridas de toros en tierras vascas.
Fuente: elpais.com/Álvaro Suso

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