lunes, 15 de agosto de 2011

BARCELONA. Crónica de la corrida de Palhas del domingo 14 de agosto.



BARCELONA. Toros de Palha, bien presentados pero descastados y muy deslucidos. Destacó el cuarto, premiado con una gran ovación en el arrastre. El tercero fue condenado a banderillas negras.
Domingo López Chaves: pinchazo, media y dos descabellos (silencio); y estocada (oreja).
Luis Vilches: cuatro pinchazos y el toro se acabó echando (silencio); y tres pinchazos y descabello (silencio).
López Díaz: estocada que asoma y descabello (ovación tras aviso); y estocada (silencio).
En cuadrillas, Alberto Zayas fue muy ovacionado en el cuarto por un oportuno quite a un compañero, y en el sexto se desmonteró Juan Antonio Cobos por dos buenos pares de banderillas.
La plaza tuvo un cuarto de entrada en tarde de bochorno.

Reproducimos la crónica que sobre este festejo realiza D.José Mª Alarcón para cope.es

López Chávez corta la única oreja a un gran toro de Palha


A excepción del cuarto, que fue un gran toro, y el segundo que también fue bueno, la corrida del hierro portugués de Palha, que no lidiaba en Barcelona desde el año 2000, no dio facilidad alguna a la terna, lo que propició una tarde de repetidos silencios a excepción de la oreja obtenida por el diestro salmantino Domingo López Chaves.


El ejemplar que abrió plaza, cuya faena brindó López Chávez al cirujano jefe de la enfermería de Barcelona, Enrique Sierra, se quedaba corto por el pitón derecho y se aplomó cuando el salmantino tomó el engaño con la zurda. Ante tal oponente, el espada no fue más allá de justificarse y lo mató de dos pinchazos.
El cuarto, un bonito jabonero, fue con mucho el mejor del encierro y Chávez salió decidido a tocar pelo. Lo recibió con dos largas cambiadas en el tercio e inició el trasteo de rodillas también pegado a tablas, para después lancear por los dos pitones. Destacó el toreo con la derecha en el que aprovechó la excelente embestida del de Palha que metía la cara haciendo el avión. Abrochó la labor con un molinete y dos manoletinas antes de recetar una estocada entera. El toro tuvo una muerte de bravo.
El segundo de la tarde fue también un buen toro, al que Luis Viches, que se había lucido en las verónicas de recibo, no supo sacarle todo el partido posible ya que su labor con la franela no pasó de lo discreto y marró repetidamente con el acero.
El quinto, que para contradecir al tópico sí fue malo, tardeaba en la embestida y no humilló en ningún momento. El de Utrera lo intentó sin éxito y volvió a estar mal con la espada, preciando de tres pinchazos y un golpe de verduguillo para acabar con su vida.
López Díaz, un torero catalán que debutaba como matador en Barcelona pese a llevar cuatro años de alternativa, se topó en primer lugar con un manso condenado a banderillas negras que no le dio opción pese a estar firme y animoso y robarle algún pase de buena factura tanto por un pitón como por el otro. Mató de estocada perpendicular y un certero descabello.
El que cerró plaza fue otro cantar, tomó una larga vara sin acusarla, esperó en banderillas y en el último tercio presentó una serie problemas que su matador, con escaso bagaje de actuaciones este año, no supo resolver. Estuvo, eso sí muy eficaz a la hora de matar, cobrando una estocada entera que dio con el toro en la arena. Fuente: cope.es/José Mª Alarcón.




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