Los tres salen a hombros de Valladolid /foto de José Salvador
Plaza de toros de Valladolid. Viernes, 9 de septiembre de 2011. Quinta de feria.
Lleno aparente. Toros de Victoriano del Río, incluido el sobrero (4 bis), que se descoordó en el caballo, muy desiguales de presentación; cabezón y de buen pitón derecho el 1º; sin continuidad y venciéndose el rematado 2º; sin fondo ni recorrido el fino y flojito 3º; de mucha clase el acapachado 5º, el mejor; el lavado y estrecho 6º ; y un sobrero acaballado de Zalduendo (4º tris), mansote pero agradecido.
El Juli, de negro y oro. Estocada casi entera muy trasera y algo tendida (dos orejas). En el cuarto, estocada pasada y algo contraria y dos descabellos (oreja).
José María Manzanares, de pizarra y oro. pinchazo y estocada en la suerte de recibir (leve petición y saludos). En el quinto, fea estocada en la suerte de recibir (dos orejas).
Alejandro Talavante, de blanco y plata. Estocada (oreja). En el sexto, estocada pasada (oreja). Salió a hombros con Juli y Manzanares.
Manzanares ha sido atendido en la enfermería tras un desvanecimiento después de matar al seguno. Sufre desmineralización, tensión baja y fiebre. Se le suministró suero y ha salido a matar al segundo de su lote
Reproducimos la crónica del Sr. Zabala de la Serna sobre este festejo, publicada por elmundo.es.
Todos a hombros
La plaza de toros de Valladolid ha dado un nivel en la concesión de orejas espléndido. Esplendidez, generosidad, optimismo. La que se le concedió a Alejandro Talavante entrará en el baremo más bajo de exigencia nunca visto. Unos estatuarios sin moverse adornados con dos espaldinas sin rectificar. Después Talavante, que reaparecía de su lesión de clavícula, pegó no pocos tirones a un toro que no terminaba de viajar y que por cuatro veces salió gateando y escupido de su muleta o del muñecazo. A izquierdas se paró totalmente. No hubo más. Una estocada perdiendo el engaño en el embroque. Buena estocada, pero para una oreja...
El Juli le cortó las dos al cabezón toro que abrió plaza. Manseó de salida. Un desarme nada más recogerlo. Y la salutación completada finalmente. Brusco el toro en estos compases previos. Un puyazo de corrido en la querencia y otro, que fue clave, en toda la yema. En el quite por chicuelinas el toro se le venía encima y Juli hubo de quitarse; las chicuelinas de mano baja recondujeron la situación. La ligazón que planteó El Juli desde el principio desprendió seguridad y puso las bases de la faena. Desde los pases de bandera clavado hasta el arrimón de los finales, pues varios finales tuvo una faena larga, de dominio y gobierno por la mano derecha y de soltar y ayudar al toro por la izquierda. La fijeza y la nobleza fueron las virtudes del de Victoriano del Río por encima de la clase o el empleo hasta el fondo que no hubo. Una estocada casi entera y muy trasera y el doble trofeo.
Manzanares apenas tuvo opciones con un toro panzudo que careció de ritmo y que se vencía en cada tercer muletazo. Series cortas desmayado trazo pero imposible que la faena cobrase vuelo entre tanta intermitencia. Cada tanda era un volver a empezar. Mató a la segunda en la suerte de recibir y se le llegó a pedir la oreja... Levemente. Pasó a la enfermería con mareos.
En cuarto lugar salió un toro enano e inválido. Se devolvió. El sobrero, también de Victoriano del Río, de mucho volumen, colocó la cara abajo en los lances a pies juntos de Julián López. Prometía. Pero en el caballo se estrelló malamente y quedó dañado medularmente, descoordado o descoordinado. Gesto de contrariedad de El Juli, que había visto las cualidades del toro. El segundo sobrero era un toro acaballado y grandón de Zalduendo que en los capotes se frenó. No se daba un duro por el mulo. Salvo Juli que lo brindó. Fue, es cierto, agradecido al mando y las órdenes julistas, que comenzaron por unas dobladas por bajo. Sobre la mano derecho lo esperó. Lo esperó mucho siempre. El toque preciso y en el momento adecuado. Por la izquierda descolgó menos, pero un Juli firme y crecido, muy serio, también le dio fiesta. Muy airoso un molinete invertido para vaciar una arrancada imprevista. Incansable el torero de estar y respirar en la cara del toro. Un circular invertido y descaro. Un espectacular espadazo acabó, pese a los dos descabellos, en una oreja de justicia. De las de peso que se han cortado individualmente en esta feria.
El acapachado quinto fue una delicia de clase tamizada por un volatín que los mermó en la lidia y del que se repuso con la medicina del temple de Manzanares. A cámara lenta. Con los tiempos clave entre tandas. Por su camino. Ni un tirón. Soberbio al natural y soberano sobre la mano derecha. Un cambio de mano inmenso. La gente loca. Los pases de pecho interminables. Volvió a empeñarse Manzanares en la suerte de recibir en los medios. Y le salió rana. O regular. Una estocada como en dos tiempos tras tocar hueso. Fea la colocación perpendicular pero efectiva. Dos orejas.
El estrecho sexto fue muy vivo a la par que informal. Se movió mucho. Talavante le hizo una faena muy al hilo con una serie al natural como cumbre. A toro parado se arrimó. Oreja.
Fuente video:burladero.
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