sábado, 10 de septiembre de 2011

ALBACETE- FERIA TAURINA 2011. (Video resumen) Crónica del festejo de feria del viernes 9 de septiembre.

César Jiménez, triunfador de la tarde, en un templado derechazo durante su primera faena. :: MANUEL PODIO

FERIA DE ALBACETE 2011. Viernes 9 de septiembre
Toros
Se lidiaron tres toros de la ganadería titular de Román Sorando (segundo, tercero y cuarto), pobres de presencia, algunos tapados por la cara, y tres de Luis Algarra, bien presentados. Descastados, sin clase y de poco juego, salvo el quinto, que fue el mejor.
Toreros
Enrique Ponce, media estocada trasera y tendida y tres descabellos (palmas) y metisaca abajo, pinchazo y media atravesa (silencio).César Jiménez, pinchazo, metisaca y estocada tendida (ovación) y estocada (dos orejas).
Miguel Ángel Perera, bajonazo (silencio) y dos pinchazos, estocada caída y un descabello (silencio).
Incidencias
Dos tercios de entrada en tarde calurosa.
En cuadrillas, se desmonteró José Gutiérrez tras el tercio de banderillas al sexto

Reproducimos la crónica que realiza para latribunadealbacete.es D. Pedro J. García.

Jiménez pescó una puerta grande en tarde de río revuelto

El diestro madrileño tuvo el premio de dos orejas tras despachar al quinto de la tarde, Ponce cuajó una de sus peores tardes y fue despedido con pitos, y Perera quedó como una base poco sólida del abono.
Los contrastes son habituales en el mundo taurino, con el mal de que es más difícil modificarlos que la Constitución Española, como ha quedado patente. El jueves, en la corrida de abono, para los toreros locales, hubo toro grande y billete chico, mientras que ayer, con el primer desfile de figuras, se volvieron las tornas y, curiosamente, no le sorprendió a nadie, porque la costumbre se convierte en norma. Algo malo para una Fiesta en la que sólo se buscan enemigos exteriores, viendo la paja en el ojo ajeno antes que la viga en el propio.


Con estos mimbres, de la corrida titular de Román ‘Sobrando’, perdón Sorando, sólo pasaron tres toros, por lo que se tuvo que remendar con otros tantos de Luis Algarra, al menos, mejor presentados. Y en este río revuelto ganadero, el que pescó una puerta grande fue César Jiménez, triunfador de la pasada Feria de Albacete, que dio la cara en sus dos faenas y cuajó los mejores momentos de la tarde. Peor actitud tuvieron sus compañeros de cartel, sobre todo Enrique Ponce, quien cuajó una de sus peores tardes en Albacete, incluyendo el desastre con la espada, mientras que a Perera, una de las bases del abono, hay que exigirle más. Sobre todo, cuando estas dos figuras se llevaron al bolsillo 10 veces más que el entregado Sergio Serrano. Pero el toreo es así de duro y unos cardan la lana y otros, variando el dicho, viven de la fama.


La comunión de Jiménez. El madrileño César Jiménez tiene una buena comunión con Albacete desde el año pasado y ayer también hubo química con los tendidos, sobre todo en su faena al quinto de la tarde, el mejor astado del encierro, al que recibió con lucidos delantales y realizó una notable faena que tuvo sus mejores pasajes en el toreo al natural, sobre todo en la primera serie, de mano baja, muy templados y hondos, que arrancaron sonoros olés de los tendidos. Fue la cima de una faena que antes tuvo mucha firmeza y mando en las series con la derecha y que después, con el toro más apagado, tuvo un tono más populista, pero que sirvió para mantener la emoción. El remate llegó con una certera y efectiva estocada que provocó que aflorasen los pañuelos para se premiase la faena con dos orejas. Quizás premio excesivo, pero dentro de la mediocridad que se estaba viendo, la faena era la reina de la tarde.


Antes, con el primero de su lote, César Jiménez toreó con gusto, con su particular manía de descalzarse, en series bien hilvanadas, de mano baja y mando a un toro de Sorando que no era mucho mejor que otros por los que sus compañeros no decidieron apostar. La faena tenía aroma de oreja, pero el fallo a espadas lo malogró.


La cruz de la tarde fue para Enrique Ponce, despedido de la plaza con pitos, algo que quien suscribe no recuerda en ediciones pasadas, pero que dejó patente que Ponce, por momentos, cansa hasta a los poncistas. No tuvo delante el material más propicio, pero quedó patente, con su primer astado, que cuando quiso, a mitad de faena, pudo, ya que, como maestro que es, el que tuvo, retuvo. Lo demás no tuvo lustre y, para colmo de males, no estuvo certero ni con los aceros, cuando siempre ha sido un torero que en la suerte suprema ha tenido uno de sus mejores pilares.


Perera, anunciado dos tardes, pasó de puntillas la primera. Con su primer enemigo no pasó de probarlo y decidió abreviar y despachar al toro con un bajonazo. Con el sexto de la tarde, su faena, con abuso del pico y muy aliviado, fue a menos, con el intento de justificación con un arrimón final. Al igual que le pasó a Enrique Ponce, no fue su tarde con los aceros y necesitó de dos pinchazos, una estacada caída y un descabello para finiquitar la función.
Fuente del video: burladero.com
video platformvideo managementvideo solutionsvideo player

No hay comentarios: