Presidencia y veterinarios echan para atrás trece de los catorce toros que el ganadero Justo Hernández ha ido presentando, el día en que Castella se mide a los dos triunfadores de esta feria: Manzanares y Talavante.
Las autoridades han decidido tomarla con la ganadería de Garcigrande en el peor momento. Una semana de grandes faenas, figuras que dan la talla, toros sueltos que embisten y triunfos discutidos pero inolvidables tienen su colofón en el cartel de hoy, auténtica final del mundial del toro.
Los dos máximos triunfadores han coincidido por azar en la terna diseñada por los Martínez Erice: Talavante, autor de la faena más completa y Manzanares, impactante en su actuación de antes de ayer. Con ellos, un Castella que saldrá a por todas para no dejarse comer la tostada.
Pues bien, los veterinarios de Las Ventas, mano a mano con la autoridad, ha decidido echar para atrás nada menos que trece de los catorce toros que el ganadero Justo Hernández ha ido presentando para su aprobación. Al final, deprisa y corriendo han remendado la corrida con cuatro toros de Parladé y dos de Juan Pedro Domecq.
Que una ganadería que lidia en todas las plazas de importancia de la temporada, año tras año, presente en Madrid terce toros sin el trapío requerido, es algo que no se traga ni el más talibán de los aficionados.
Con la corrida de Núñez del Cuvillo ya tuvimos un adelanto de lo que iba a suceder, al remendarse con dos de Ortigao Costa. El máximo ganadero del momento, en la plaza de mayor responsabilidad, con una camada larga donde las haya, resulta que trae toros sin la presencia mínima.
No. Más sencillo que todo eso: la dictadura de unas presidencias más ocupadas en salvar su nombre que en defender la Fiesta, y unos equipos veterinarios que creen saber más que los que más saben de criar al toro bravo real, amordazan un espectáculo que no está en manos de los auténticos profesionales. Fuente:antena3.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario