en una imagen de archivo. :: IDEAL
Por fin fue inaugurada ayer la nueva plaza de toros de Jódar, ya que en la fecha prevista la lluvia lo impidió. Media entrada escasa en tarde magnífica de temperatura y ambiente festero, pero insuficiente ante la alegría de la puesta de largo de un precioso coso taurino que sustituye al viejo, que tan gratos recuerdos ha dejado en más de un siglo de vida. Los empresarios fueron los ubetenses Paco Delgado y Alfonso Moya que, por cierto, también lo serán para la nueva temporada en Villacarrillo.
El festejo tuvo reses de Torrehandilla, de estupendo juego, a excepción del cuarto, algo soso y deslucido. El triunfador absoluto de la tarde fue Daniel Luque, que le cortó dos orejas al segundo, un astado bravo con muchísimas embestidas, y las dos orejas y el rabo simbólicas al quinto, que fue indultado. Seguro que las opiniones estarán divididas, como siempre que se perdona la vida a una res. Lo que sí es cierto es que el torero sevillano tuvo una tarde afortunadísima con la que el público disfrutó pues indultar un toro en una jornada como ésta siempre es un hecho que da contenido a la historia de la nueva plaza.
Miguel Abellán
Encabezaba la terna Miguel Abellán, que recibió saludos al primero, al que pudo cortar una oreja de no haber fallado con la espada. Salió a saludar. En el cuarto obtuvo un apéndice, notándose a este diestro una notable mejoría en su quehacer ante los toros, cuando es un coleta que hace años había despertado muchas expectaciones.
José Carlos Venegas, el comprovinciano de Beas de Segura, en el primero de su lote y tercero de la tarde, estuvo en la línea verticalista de los toreros que se quedan muy quietos. La verdad es que estuvo valentísimo, siempre a milímetros de los pitones. El público se le entregó cuando en el último del festejo volvió a estar en esa línea, pero quizá sin acabar de entender las condiciones de su oponente. No anduvo fino con la espada y por ahí se le fue la oportunidad de haber aumentado su renta de trofeos, que fue de una oreja en cada toro.
El toro indultado estaba marcado con el número diez. Se llamaba Mullidor y es de la ganadería de Torrehandilla, que fueron las reses del primer festejo taurino de la nueva plaza de Jódar.
Fuente:
Ideal.es
Angel del Arco-Jodar
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