TALAVANTE ACHO SEGUNDO
FANDI ACHO CUARTO
VIDEO RESUMEN ACHO 4-12-2011
LIMA-PERÚ: Alejandro Talavante, David Fandila y Daniel Luque cerraron la Feria del Señor de los Milagros por todo lo alto, como Acho merece.
- Acho, cuarta de abono.
Tarde soleada y algo menos de tres cuartos de plaza.
- Seis toros de San Sebastián de las Palmas (Medellín, Colombia): Preciosos de tipo y variopintos, nobles con un notable tercero, pronto y con profundidad, apenas picados cumplieron bravos con los caballos. Reservón el quinto, y el sexto fue a más a pesar de quebrarse una mano.
- El Fandi: Dos orejas protestadas y ovación.
- Alejandro Talavante: Dos orejas y división de opiniones.
- Daniel Luque: Oreja y ovación.
Fuente: Baldomero Cáceres/peru21.pe
Pudo ser la corrida del año, o de la década de no haberse venido a menos el festejo de cierre de la Feria del Señor de los Milagros 2011, tras el cuarto de la tarde. En este , el Fandi no estuvo entonado tras un mediocre tercio de banderillas; los silencios de Acho mantenían aún su ambición de gloria. Luego, por lo uno o lo otro, no se redondearía el misterio y cortaría, sin embargo, dos orejas con espíritu navideño.
En su primero, el torero de granada estuvo bullidor ante uno de San Sebastián de las Palmas, boyante y de buen tranco pero de fuerzas escasas. Supo entonces David Fandila ponerle la muleta suavemente, acariciando al animal sin violentar sus arrancadas. A pesar de ellos, los muletazos no fueron siempre pulcros, condicionado el matador por algunas inoportunas ráfagas de viento. Las series fueron cortas y no remontó más allá de la tibieza de una faena de mediana impronta, insuficiente quizás para el corte de orejas de entendidos y también de los novatos, frívolo público y ajeno a la noble categoría de Acho.
POETA DE LA ZURDA.
Talavante, sereno poeta, impactó. Nacido en Badajoz, España, es, aunque él no lo sepa aún, un torero nacido en algún planeta ignoto. No es torero de presumir de los alardes mágicos que aquilata. Camina enajenado por el ruedo, domina un espacio, que es personal y misterioso, e improvisa: torea con suavidad y poesía, y mantuvo así el interés durante la faena a su primero, al que había saludado de capote entregado. A continuación quitó por saltilleras y, luego, la entrega, su variedad sobrada, conjugando los muletazos por aquí y por allá. Pases de la firma engarzados con arrucinas llevando al toro con un pequeño retazo de muleta, impactante. Y así nos dejó alucinados, lo que fue suficiente, pues remató matando recibiendo, lo que ennobleció, por añadidura, lo ya hecho.
El quinto fue el más toro y el menos bravo de la corrida. Reservón, sin entrega, no permitió cambios, ni florituras, sino el cumplidor trasteo que supo a poco frente al sabor que dejara en el segundo de la tarde. Algo ajeno a su voluntad, como lo pinchazos en los que sí se prodigó.
GRACIA Y ENTREGA.
Daniel Luque gustó en su presentación como matador de toros en Lima. Ha madurado, se relaja y compone la figura: expresivo. Su primero le valió. Con gracia inició la faena por bajo, con ayudados con aires dulces del Guadalquivir. Luego lo dejó venirse de largo y lo ligó en faena compacta acorde con el buen galope y profundidad del pupilo. El aire molestó y esfumó la faena grandiosa que se anunciaba. Cerró con las luquesinas: cambios de mano sin el ayudado, ligados en breve espacio.
El sexto, de preciosa estampa, se rompió una mano y, tras un distraído inicio, pareció venirse a más. Lo encimó Luque, algo ansioso, lo atacó pronto con la esperanza de cuajarlo de inicios e impactar. El toro fue entonces a menos y protestó los muletazos. Igual dejó su impronta y, al cruzar el ruedo de Acho, que decía adiós a la Feria, fue despedido con la seguridad de un pronto retorno.
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