1ª Feria de Salamanca, viernes 9 de septiembre 2011:
Única oreja para Víctor Barrio y ovaciones para los salmantinos
Plaza de Toros de Salamanca. Algo menos de media entrada. Novillos de Antonio Palla, devuelto el 3º, sobrero también de Palla, nobles aunque escasos de fuerza. Damián Castaño, silencio y ovación, Víctor Barrio, oreja y ovación y Ángel Bravo, ovación y silencio .Víctor Barrio cortó el único trofeo en la novillada que sirvió de arranque a la Feria de La Virgen de la Vega 2011. Se lidiaron novillos de Antonio Palla con escasa fuerza aunque nobles, manejables y bien presentados en su conjunto. Ángel Bravo saludó una ovación mientras que Castaño hizo lo propio con su segundo oponente. Víctor Barrio se fue a portagayola a recibir a su primer oponente, un novillo de Palla con las fuerzas justas que el segoviano supo medir y cuidar. Faena notable por ambos pitones. Variedad en las series y estocada que le sirvió para arrancar la primera oreja de la tarde.
En el quinto, un toro muy escaso de fuerzas y que embestía con la cabeza alta, el segoviano lo intentó de todas las maneras, incluso con unos estatuarios muy ajustados en el centro del ruedo en el inicio de faena. Pero según avanzaba la faena, el novillo se vino a menos y el novillero, a pesar de ejecutar algunos muletazos sueltos de mucho interés, se fue a por la espada y mató de manera suprema. Barrio ha demostrado esta tarde en Salamanca que está en otra dimensión. Llamando a las puertas de la alternativa y que ve todo con mucha frescura y, ante todo, sobrado para este tipo de novilladas, ya que su toreo –al estilo de hoy en día- pide mayores hazañas.
Damián Castaño estuvo valiente y asentado ante un primer novillo con muy pocas opciones. Sólo pudo tirar de oficio y disposición. Vio silenciada su actuación que careció de emoción por las condiciones del novillo. Además, el animal tardó en doblar y eso quizás apagó los ánimos del respetable, si es que tenía algunos.
La misma condición empleó Damián Castaño en el que hizo cuarto de la tarde, estuvo asentado y con oficio ante un novillo que fue noble aunque embistió en ocasiones con algo de brusquedad, aunque no es menos cierto que el novillero salmantino también anduvo algo apurado por ese ansia de triunfo que lo pierde en muchas ocasiones.
Ángel Bravo manchó con los aceros una buena faena ante un novillo al que supo sacarle lo mejor por ambos pitones. El animal, aunque con la fuerza justa, tuvo nobleza y acometividad. Bravo, con mucho temple en todo momento, dando distancias y tiempos al de Palla, puedo cortar una oreja y se quedó en el saludo de una ovación.
Manejable fue el que cerró plaza, quizás el mejor del encierro, con el que el salmantino estuvo bien y con el que tampoco estuvo acertado con los aceros. No obstante, a pesar de su grata actuación en La Glorieta, Bravo aún tiene un largo camino que recorrer en su profesión. Este novillero es distinto y más hecho que el visto en ocasiones anteriores.
Fuente del texto:salamanca24horas.com/video:burladero.com
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