No estuvieron lejos en sus pretensiones los aficionados antioqueños que esperaron esta tarde otro triunfo maravilloso del rejoneador navarro que ocho días antes los conquistó plenamente. Lo grande ha estado en haber podido apreciar la parte humana del personaje, su esfuerzo, su superación y sobre todo las condiciones maravillosas que posee y que desgrana con la facilidad de los elegidos. Tuvo dos actuaciones diferentes por las circunstancias, digamos, de la suerte. Con su primero, toro alto y acometedor con impresionante bravura, fue superándose para crecerse ante las regias condiciones del astado de nombre 'Brillador'. Supo templarlo de comienzo montando la yegua 'Estella', colocando los primeros rejones aguantando con espectacularidad y gesto, para adornarse toreramente y arrancar las sordas ovaciones. Midió los tiempos y marcó distancias haciendo quiebres en la cara con 'Chenel', para llevarlo templado prendido al costado, saliéndose mágicamente por dentro para escuchar la música y las ovaciones. Pero la entrega total llegó cuando colocó banderillas al quiebre a un toro con potencia y de respuesta rápida a sus provocaciones que hizo explotar el grito de 'Torero, Torero, Torero..., para entrar así a la historia taurina de La Macarena. Todos de pié siguieron su labor con 'Dalí' haciendo quiebros y adornos valientes acariciando desde arriba los pitones del toro. Banderillas cortas con 'Pirata' y un rejón mortal de buen efecto. Pronto las dos orejas, la apoteosis con la vuelta triunfal al anillo y el triunfo para el ganadero con la vuelta al ruedo al ejemplar.
Su segundo fue un toro negro, recortado y alegre que no brindó las condiciones claras para el desempeño. Atropellando con arreones, peligro y poca claridad, no permitió la buena ejecución de las suertes. Trompicado estuvo 'Garibaldi', lo mismo que Van Gogh. Toreando a cuerpo limpio y cerrado en tablas enceló en banderillas cortas y levantando el entusiasmo. A dos manos se adorno con 'Pirata' pero salió enganchado y con poco brillo. Visiblemente molesto abrevió con rejón de muerte algo demorado. Ovación grande y entrega del público que pide la oreja que se concede con vuelta al ruedo consagratoria y salida apoteósica de la plaza en hombros. Pitos fuertes para el toro en el arrastre.
Justo también de presencia fue el primero de Castella, toro que de salida mansote y sin acometividad pasó por los caballos y en las banderillas. Faena de rodillas con muletazos altos y en serie arrancaron las ovaciones. Aprovechó bien los dos pitones y la nobleza y desarrollo de fijeza que 'Brazalatero' con 455 kilos comenzó a brindarle. Cuatro derechazos y el de pecho componen su faena mostrándose por encima de las condiciones del animal. Lo aprovechó en naturales con música de fondo, derechazos, circulares y de pecho con un toro llegando con excelente ascenso de condiciones al que arrimado armoniosamente le dio distancia respetando los terrenos. Estocada capa desprendida de efecto demorado, para ovación petición y oreja. Con su segundo pasó todo lo contrario. Toro abanto de salida pasó bien en varas y permitiendo con una fijeza inicial y su pelea, buena labor de Castella en su iniciada faena después de brindar al público. Lo entendió por el pitón izquierdo y aguantó a media altura en pases desligados. El toro se vino a menos quedándose en la mitad de la embestida con poca casta y celo y poca acometividad. Tres cuartos de espada fueron suficientes para pasaportar a éste 'Peleador' de nombre que fue despedido con sonoros pitos .Bastante molesto y salido de tono, Castella se quejó de la actitud fría de la presidencia. Luego pidió disculpas y se mostró felíz con el público asistente.
'Dinastía' no terminó de encontrar ésta tarde la forma para alcanzar el éxito. Suficiente casta, bravura, fijeza y clase tuvo su primer ejemplar para alcanzar un gran triunfo. No logró ligar ni acomodarse al buen ejemplar. Espaldinas, y pases sueltos de pitón a pitón con algunos derechazos arrancaron palmas y también divisiones cuando hizo un desplante. Mal con la espada, pinchazos y una atravesada, despertaron las protestas con fuertes pitos. El buen ejemplar 'Aliñado', fue aplaudido en el arrastre.
Quiso enmendarse con el cuarto de la tarde, alegre, repetidor que fue bien a su capote permitiéndole con clase buenas verónicas y recortes, ovacionados. Dio pelea en el caballo y fué distraído en las banderillas. Con faena compuesta aprovechó la potencia de la embestida en pases cambiados, derechazos, pases largos y profundos estando a la altura de las condiciones del ejemplar. Luego venido a menos supo entenderlo para someterlo en pases sueltos venciéndole las embestidas de la cara alta. Pinchazo no efectivo y dificultades por lo rajado y gazapón. Con otra estocada de tres cuartos suficiente culminó su labor pero el puntillero fallando infinitamente desató la gran bronca. Silencio
Fuente:cope.es
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