martes, 14 de mayo de 2013

MADRID-LAS VENTAS. Video y crónica del 13 de mayo. Toros de la Palmosilla.




Galván saluda la única ovación en tarde de más toros que toreros

13 Mayo 2013
Madrid. Quinta de la Feria de San Isidro.Toros de La Palmosilla, aceptablemente presentados, nobles y, aunque bajitos de raza, en general toreables, especialmente primero y tercero. Desentonaron algo más el frenado segundo y el insulso sexto. Cuarto y quinto, se movieron pero yendo a menos. La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde espléndida.

Curro Díaz:
pinchazo hondo y cinco descabellos (silencio); y estocada (silencio).
David Fandila "El Fandi"
: estocada tendida y caída, y descabello (silencio); y estocada (silencio).
David Galván,
que confirmaba alternativa: pinchazo y media tendida (ovación tras aviso); y cuatro pinchazos (silencio tras aviso).

En cuadrillas, José Manuel Montoliú saludó en el segundo.


Curro Díaz
Silencio
Silencio
Picadores
JOSE MANUEL VALLE QUINTA
AGUSTIN NAVARRO
Banderilleros
FRANCISCO JAVIER CRESPO
JOSE MANUEL MONTOLIU
MANUEL LEBRIJA

David Fandila 'El Fandi'
Silencio
Silencio
Picadores
JOSE MANUEL GONZALEZ
JUAN DE DIOS QUINTA
Banderilleros
DIEGO VICENTE
CURRO JIMENEZ
DOMINGO VALENCIA

David Galván
Saludos con un aviso
Silencio con un aviso
Picadores
IGNACIO DUARTE
JORGE TORRES
Banderilleros
JOSE JIMENEZ
ALVARO NUÑEZ
RAFAEL LIMON
Lo más interesante de una tarde con poca historia fue la confirmación del gaditano David Galván. Se presentó ante Las Ventas con firmeza, valor y las ideas muy claras y aunque eso le costó un revolcón dejó buenas sensaciones. Curro Díaz ilusionó en el principio de su faena al segundo de la tarde pero luego no terminó de cuajar. ‘El Fandi’ recibió a su segundo con una larga cambiada y ejecutó con sus dos toros tercios de banderillas vibrantes según acostumbra. Con la muleta no tuvo opciones con ninguno de los de su lote. La corrida de La Palmosilla, ganadería que cumplía su primera presencia en San Isidro, no ha lucido como se esperaba y tuvo, en general, poco fondo en el último tercio.

David Galván sufrió una espectacular voltereta sin consecuencias durante la lidia del toro de su confirmación.

David Galván, tras el susto, siguió toreando al natural.

El comienzo de la faena de Curro Díaz al primero hacía presagiar cosas mejores.

'El Fandi', como siempre, muy activo en los primeros tercios. Aquí en un quite por chicuelinas.

Curro Díaz mató bien a su segundo.

Par de banderillas de 'El Fandi' al quinto. La plaza se dividió en su valoración.



Cuadrillas
Se desmonteró el banderillero José Manuel Montoliu, de la cuadrilla de Curro Díaz. Aplaudido el banderillero José Jiménez, a las órdenes de David Galván.


Madrid, Feria de San Isidro, 13 de mayo de 2013. Voltereta a David Galván

Fotos: Javier Arroyo


La crónica de D.Antonio Lorca para El País sobre esta corrida:

Una tarde para el dolor

Los toros de La Palmosilla derrocharon nobleza y se dejaron torear

Lo que parecía un éxito seguro se convirtió en un pestiñazo

 Madrid 13 MAY 2013 



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No se asusten. No ocurrió nada irreparable. Fue, eso sí, una tarde para el dolor, pero para el dolor de riñones, de espalda, de trasero; para el dolor del alma, porque no cabe mayor sufrimiento en dos horas de un espectáculo irrespirable. Menos mal que las corridas de toros no son así, porque no habría santo varón que aguantara semejante atentado a la sensibilidad. No tiene nombre; es que fue algo tan aburrido que hay que darse prisa en escribir porque el cerebro necesita resetear el disco duro de la mente para olvidar cuanto antes lo vivido. Es que ya no queda nada en el recuerdo. ¿Pero hubo corrida? Habíamos quedado en que no hubo tal cosa, porque, de lo contrario, habría desaparecido hace años.
Pero a ver quién nos quita ahora este dolor que nos martiriza, sin que nadie, ni los toreros ni la empresa, nos reconozcan los méritos de caídos por la fiesta. Porque hubo desmayos, seguro que los habría, pero no por el calor, sino por el hartazgo.
Y todo ello, además, envuelto en la incógnita. Si un ser humano cualquiera, el más convencional del mundo, es un misterio, qué no será un señor que se viste de luces, se presenta ante la cátedra más exigente, y se pone delante de dos toracos con el único fin de hacer méritos como artista, triunfar y erigirse en figura. Aunque parezca mentira, hay un misterio mayor: que tres toreros hechos y derechos hagan el paseíllo, se enfrenten a una corrida noble y sosona y pasen por Madrid como almas en pena, con una espantosa frialdad, como si aquella historia no fuera con ellos.
Porque hay más tomate: la ganadería de La Palmosilla es de altísima alcurnia. Fue creada con vacas y sementales de Juan Pedro Domecq y Núñez del Cuvillo, que es algo así como si se casa una marquesa guapa con un apuesto joven de familia más que bien. Y los niños, tan guapos como la noble madre y tan apuestos como el rico padre, vienen a este mundo como los toros, salvando las distancias, claro está: de bonita estampa, cuerpo gentil, andares de artista y comportamiento tan delicado como soso.
Dicho de otro modo, los toreros vinieron a Madrid con una ganga, de esas con las que todo el escalafón sueña en muchas noches en vela. Y lo que parecía un éxito seguro se tornó, mire usted por dónde, en uno de los pestiñazos más sonados de la temporada. Suerte tienen los tres; la suerte de que el olvido es el mejor medicamento contra el aburrimiento.
La corrida se dejó torear, no hizo un mal gesto y obedecía a los cites; cumplió en los caballos, acudió en banderillas y embistió una y otra vez en la muleta. Pero no ocurrió nada.
Será, quién sabe, el misterio de la torería. A las siete de la tarde, ni Curro Díaz, ni El Fandi ni David Galván estaban inspirados, lo cual es una faena, porque acaban de echar tierra abundante sobre sus carreras; o, al menos, sobre su prestigio.
Curro Díaz es torero de clase contrastada, y de ello dejó constancia al comienzo de la faena de muleta a su primero dejando volar el engaño al son de su sensibilidad. Pero ese fue el inicio y el final. Quiso acompañar el viaje del toro, se empeñó en ponerse bonito, fuera cacho, sin cruzarse nunca y su toreo se volvió mudo. El animal seguía embistiendo con nobleza, y sus muñecas quedaron paralizadas. Quiso apuntar alto en el otro, de menos calidad, y no consiguió más que aburrir. ¿Si un torero artista como Curro no triunfa con un toro como ese primero, cuándo piensa triunfar? Misterio.
¿Y David Galván, un chaval joven que vino a confirmar su alternativa y a buscar como loco contratos para su incipiente carrera? ¿Qué le pasó para que se le pusiera cara de jubilado y durmiera al respetable? Tiene buen porte el muchacho, pero solo con eso no se come en el toreo. Le pudo la frialdad, no manejó con inteligencia los tiempos y se mostró cansino. Algunos naturales de calidad dibujó en su primero, que lo volteó sin consecuencias y ya no fue capaz de enderezar la faena. Mucho menos dijo ante el sexto, de aparatosa cornamenta y soso comportamiento. Tras un pinchazo se derrumbó el animal y aquello ya fue el desastre.
Y El Fandi puso banderillas con desigual fortuna y dicen que dio capotazos y muletazos, pero este que lo es ya nos los recuerda.
Por cierto, cuatro turistas del sur de Brasil se disponían, muy simpáticas ellas, a ver su primera corrida de toros. Cuando el primer torero de la tarde montó la espada, se volvieron con caras de incredulidad y preguntaron: ¿Pero matan a los touros? Y volaron escaleras abajo escandalizadas. Esta vez, el acomodador no estuvo atento. O sí, solo que no sabría brasileiro. Fue, en verdad, lo único divertido de la insoportable tarde.
Hablan los Protagonistas:
El Fandi: "Aquí siempre protestan algunos" / David Galván: "He tratado de estar al máximo nivel"
Curro Díaz, visiblemente contrariado, expresaba tras lidiar al segundo toro de su lote a nuestros compañeros de Canal Plus: "No me ha dado opciones, estaba muy apagado y poco puedo decirte. Ahora mismo tengo los cables cruzados. Yo sé cómo he toreado sin verme, sé lo que he hecho y gracias a Dios no soy nadie para juzgar. Yo hago esto, me lo he pasado muy cerca y he hecho lo que sabía hacer". Antes, también molesto, aseguraba tras acabar con su primero: "Ahora en caliente no me atrevo a juzgar. Vosotros lo habéis visto desde fuera, yo desde dentro y por eso no puedo hablar ni juzgarme a mí mismo. Yo creo haber toreado muy a gusto, la pena ha sido no matarlo".

El Fandi, tras estoquear al tercero, manifestó: "El toro con el capote medio pasó y pensé que duraría más, pero luego en banderillas se aburrió y luego en la muleta le faltaban finales para transmitir y también se aburrió demasiado pronto". Luego, tras lidiar al quinto, dijo: "Ya con el capote arrolló y se fue, le hemos dado nada en el caballo y en la brega. Aquí como no repita veinte veces con carácter es imposible". En alusión a las críticas al coger los palos para clavar el cuarto par de banderillas, comentó: "Bueno, aquí siempre protestan algunos".

Por su parte, David Galván, manifestaba tras lidiar al toro de su confirmación de alternativa: "Venía con mucha ilusión partiendo de la entrega y disposición que merece Madrid, su público y su afición. El toro cuando se le apretaba y se le quería ligar venía vencido y con la cara suelta y de uno en uno es difícil que tuviera continuidad. Dentro de mi poco oficio he tratado de estar al máximo nivel. Satisfecho no estoy, yo vengo a por cosas más relevantes".




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