El tedio inaugura la feria de San Isidro
09 Mayo 2013
Las Ventas Primera corrida de la feria de San Isidro. La plaza registró más de tres cuartos de entrada en tarde de viento racheado..Seis toros de José Luis Pereda, de buena presencia pero muy dispares de hechuras y volúmenes. Corrida, en conjunto, descastada y mansa, sin apenas juego en ningún tercio.
Diego Urdiales: delantera contraria y descabello (silencio tras aviso); pinchazo, delantera perpendicular y descabello (silencio tras aviso).
Leandro: dos pinchazos y media caída (silencio tras aviso); estocada baja y descabello (silencio).
Morenito de Aranda: pinchazo y bajonazo (silencio); cuatro pinchazos y descabello (silencio).
Saludaron en banderillas Miguel Martín, Luis Carlos Aranda y Pascual Mellinas. Buenos puyazos de Óscar Bernal y Héctor Piña.
Diego Urdiales: delantera contraria y descabello (silencio tras aviso); pinchazo, delantera perpendicular y descabello (silencio tras aviso).
Leandro: dos pinchazos y media caída (silencio tras aviso); estocada baja y descabello (silencio).
Morenito de Aranda: pinchazo y bajonazo (silencio); cuatro pinchazos y descabello (silencio).
Saludaron en banderillas Miguel Martín, Luis Carlos Aranda y Pascual Mellinas. Buenos puyazos de Óscar Bernal y Héctor Piña.
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La corrida de Pereda, bien presentada, sacó mansedumbre y, en general, llegaron al último tercio sin dar opciones de triunfo a los matadores. El viento que sopló en algunas fases de la corrida tampoco ayudó mucho. Diego Urdiales se estrelló con el lote mientras que Leandro y Morenito de Aranda pudieron dejar algunos detalles en faenas que nunca pudieron tomar vuelo. El banderillero Luis Carlos Aranda se llevó la ovación de la tarde por sus pares al sexto.
Diego Urdiales en los primeros lances con la muleta al primer toro de la feria |
Leandro tuvo que hacer en las tablas toda la faena al segundo |
Uno de los detalles de Morenito de Aranda con el tercero |
Diego Urdiales con el cuarto |
Leandro muleteando al quinto en lo que fue un prometedor inicio de faena |
Segundo par de Luis Carlos Aranda al sexto |
Morenito con el sexto, que tampoco dio opciones |
Cuadrillas |
Se desmonteraron Miguel Martín, de la cuadrilla de Leandro. También Luis Carlos Aranda y Pascual Mellinas, de la de Morenito de Aranda. Palmas para Suso, a las órdenes de Leandro y en varas para su compañero Diego Ochoa. El picador Héctor Piña también fue aplaudido por su actuación ante el sexto.
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Fotos Juan Pelegrin. La crónica de D. Antonio Lorca en El País sobre esta corrida: ‘¡Sit down…!’La corrida fue para irse. Los toros, de un comportamiento ‘esaborío’, fueron mansos y descastados
ANTONIO LORCA Madrid
El segundo toro de la tarde enganchó por el pecho al caballo de picar y derribó con estrépito al equino y al picador. La costalada fue de época. Una vez recuperada la verticalidad y mientras la cuadrilla trataba de imponer el orden, un par de señoras con pinta de extranjeras y tocadas con el velo islámico, no pudieron soportar tanta emoción y decidieron que era el momento de volver al hotel. De manera queda y temerosa, se levantan de sus asientos y comienzan a bajar por el pasillo central del tendido en dirección a la puerta de salida. Pero un joven acomodador, atento a su trabajo, las atisbó en la lejanía, llamó su atención y les ordenó con firmeza: ‘¡Sit down! (siéntense, que dicen los ingleses). Las señoras, con semblante asustadizo, no parecen entender el motivo del requerimiento y continúan con su escapada. El acomodador, entonces, muy serio, las intimida de nuevo: ¡’Sit down, please…! Se supone que para evitar males mayores en un país que no parece ser el suyo, ambas espectadoras bajan la mirada, y se sientan en la dura piedra de la escalera.
La sorpresa en el tendido fue general. ¡Un acomodador hablando en inglés! Para que luego digan que no ha evolucionado la fiesta. Claro, que tal como está el desempleo juvenil, no sería extraño que el tal trabajador, se supone que eventual, sea un experto en filología inglesa que busca unos ingresos en el mes de feria. No está la cosa para desaprovechar una oportunidad, aunque sea de acomodador.
Lo cierto es que las señoras se quedaron petrificadas y en el tendido no se movió una mosca. Y no por falta de ganas, sino para no recibir la mirada inquisitiva del acomodador con dominio de idiomas. Porque la corrida, señores, tuvo guasa. La corrida fue para irse. Los toros, de feas hechuras, y de un comportamiento ‘esaborío’, mansos, descastados, ásperos y sin una gota de calidad en sus entrañas. Y los toreros, desilusionados, aburridos, incapaces… De principio a fin, el festejo fue un tostonazo, de los que, ojalá, no se repitan muchos a lo largo de esta interminable feria.
Pereda/Urdiales, Leandro, Morenito
Toros de José Luis Pereda, La Dehesilla, correctamente presentados,
mansos, ásperos, sosos y descastados.
Diego Urdiales: estocada perpendicular aviso y un descabello (silencio);
pinchazo, estocada aviso y un descabello (silencio).
Leandro: dos pinchazos aviso y media baja (silencio); bajonazo, un
descabello y el toro se echa (silencio).
Morenito de Aranda: pinchazo y bajonazo descarado (silencio); cuatro
pinchazos y un descabello (silencio).
Plaza de Las Ventas. 9 de mayo. Primera corrida de feria. Casi lleno.
Llama la atención que a los toreros se les llene la boca de la ilusión con la que se visten de luces y hacen el paseíllo en plaza tan importante como esta, y después los ves como almas en pena por el ruedo, desinflados, agobiados, sin saber qué hacer...
Tal fue el caso del valeroso Diego Urdiales, un hombre todo corazón, que ayer se mostró alicaído, triste, sin ideas y desmotivado. Es verdad que no tuvo toros, pero siempre se espera otra actitud, algo más de entereza y convicción. No quiso ni ver a su primero con el capote, que fue mal lidiado, como toda la corrida, y le plantó cara en el tercio final, molestado por el viento, pero cargado de dudas, siempre al hilo del pitón, en un intento desesperado por justificarse cuando la imagen que transmitió es que estuvo a merced de las circunstancias. Otro toro inservible fue el cuarto, y el público empleó el tiempo en preguntar al vecino por la crisis para que pasara pronto aquel mal trago que se estaba escenificando en el ruedo.
No ofreció mejor aspecto Leandro, un torero de buenas maneras, pero frágil y de escaso poderío. Su primero, huidizo y rajado, metía la cabeza por el pitón izquierdo, y el torero le robó un par de naturales que supieron a muy poco. Ese toro exigía pelea y Leandro venía en son de paz. Parecía que rompería el quinto, pero no lo hi ieron ni el animal ni el hombre, y todo se desinfló en un plis plas. Precisamente en ese quinto, Morenito de Aranda hizo un quite y dejó una verónica y media que supieron a gloria entre tanto desierto.
Como suele ser lógico, Morenito se contagió del sopor imperante, y, después de una labor animosa al muy soso tercero, lo mató de un bajonazo descarado de los que dejan huella. Recibió al sexto con una jaleadas y mentirosas verónicas, echando la pierna atrás en cada lance, y no hubo más. Tampoco ayudó el toro, que embestía sin recorrido y con la cara por las nubes, y no es Morenito torero para responder con una gesta.
Pero en ese sexto hubo un picador de categoría, Héctor Piña, que paró con maestría una embestida fiera y cargada de genio, y aunque acabó en el suelo, dejó un puyazo en todo lo alto. Momentos después, Luis Carlos Aranda volvió a dejar nota de su clase y colocó un buen par de banderillas. Seis toros, seis silencios. Al final, lo que son las cosas, las más listas fueron las dos señoras que decidieron tomar las de Villadiego a tenor del curso de los acontecimientos. Y pensarán que para eso sirve el inglés: para que no te dejen salir de la plaza por no aguantar un pestiño. Bye…
OVACION: Magnífica la labor del picador Héctor Piña ante el sexto de la
tarde, y su compañero Luis Carlos Aranda con las banderillas.
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Hablan los protagonistas:
Diego Urdiales manifestaba al término de su primera actuación a los micrófonos de nuestros compañeros de Canal Plus Toros: "El toro no ha tenido ninguna clase, parecía que venía para adelante y luego venía dormido. Estaba a la defensiva, con nobleza pero sin querer ir para adelante. Cuando echa las manos por delante y no quiere no puede llegar a al gente. Lo he matado bien". Tras pasaportar al cuarto, manifestaba: "Es increíble, la ganadería está embistiendo, pero este ha sido sin entrega, todo mentira. No se empleó en toda la lidia, no se ha dejado picar, y lo tenía todo dentro".
Leandro, por otro lado, expresaba al acabar con el segundo: "Con la izquierda se la he dejado muerta y no aguantó. La tomaba a regañadientes. Él venía muy suelto, por dentro y había veces que arrollaba. He tratado de abandonarme. Los toros piden los medios y el viento está molestando". Más tarde, tras enfrentarse al quinto, decía: "Se ha apagado mucho en la lidia, pero tenía la esperanza de que sirviera. Si aquí no repiten es muy complicado. Estás ahí delante y sabes que lo que tienes ahí no sirve. Se ha venido muy abajo".
Morenito, por su parte, afirmaba al lidiar a su primero: "Se me fue la mano muy abajo. Dejándosela puesta le costaba, mi actitud ha sido buena".
Leandro, por otro lado, expresaba al acabar con el segundo: "Con la izquierda se la he dejado muerta y no aguantó. La tomaba a regañadientes. Él venía muy suelto, por dentro y había veces que arrollaba. He tratado de abandonarme. Los toros piden los medios y el viento está molestando". Más tarde, tras enfrentarse al quinto, decía: "Se ha apagado mucho en la lidia, pero tenía la esperanza de que sirviera. Si aquí no repiten es muy complicado. Estás ahí delante y sabes que lo que tienes ahí no sirve. Se ha venido muy abajo".
Morenito, por su parte, afirmaba al lidiar a su primero: "Se me fue la mano muy abajo. Dejándosela puesta le costaba, mi actitud ha sido buena".
Fuente: Aplausos.
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