Poca casta en la primera de "encastes"
12 Marzo 2013
Valencia. Seis toros de Adolfo Martín, de buena presencia y en tipo de su encaste, pero de juego descastado y con ciertas complicaciones, salvo el tercero, bravo y con gran entrega en su embestida. Toda la corrida tuvo los cinco años cumplidos. La plaza registró un cuarto de entrada.
Antonio Ferrera: estocada desprendida y cuatro descabellos (silencio); estocada trasera y descabello (silencio tras aviso).
Eduardo Gallo:: pinchazo y estocada baja (ovación); cuatro pinchazos y estocada baja (silencio).
David Esteve: pinchazo, estocada caída y descabello (vuelta al ruedo tras leve petición y aviso); estocada baja delantera (silencio).
Antonio Ferrera: estocada desprendida y cuatro descabellos (silencio); estocada trasera y descabello (silencio tras aviso).
Eduardo Gallo:: pinchazo y estocada baja (ovación); cuatro pinchazos y estocada baja (silencio).
David Esteve: pinchazo, estocada caída y descabello (vuelta al ruedo tras leve petición y aviso); estocada baja delantera (silencio).
La crónica de hoy es de D. Ignacio García Campos para levante-emv.com:
´Adolfos´ grises y sin opción
El tercer toro de la tarde fue completo y David Esteve sólo consiguió dar una vuelta al ruedo
´Adolfos´ grises y sin opción
IGNACIO GARCÍA CAMPOS
VALENCIA El encierro de Adolfo Martín, que tanto había dado que hablar por su imponente estampa, defraudó por el poco juego que ofreció en el ruedo. Tan sólo el encastado tercero despertó del letargo al poco público congregado ayer en la plaza. Los seis astados eran cinqueños, como es costumbre en esta ganadería, que gusta de lidiar toros de esa edad. Al quinto le faltaba un mes para cumplir los seis años.
David Esteve tuvo en sus manos al mejor toro del encierro. Un animal que ya de salida tomó las telas muy humillado y con buen son. La lidia del adolfo fue un auténtico despropósito. Se le llevó de cualquier manera al caballo, nunca se le dejó largo. El último puyazo cayó trasero. Y eso que el animal empujó metiendo los riñones y la cara abajo en las dos ocasiones que entró al caballo. El tercio de banderillas fue un trámite mal ejecutado. Con todo y con eso, el animal llegó a la muleta del valenciano con ganas de seguir embistiendo humillado.
Esteve brilló con muchas intermitencias. Aunque consiguió muletazos de aceptable factura, no acabó de cincelar una obra consistente que mereciera la concesión de un premio mayor que el de la vuelta al ruedo. Ante el que cerraba plaza anduvo plúmbeo como a condición del toro y su labor fue silenciada.
Antonio Ferrera es veterano en este tipo de encierros. El extremeño se quitó de enmedio al que abrió plaza con oficio. El toro se puso a la defensiva desde el inicio de la faena de muleta y hubo de lidiarlo sobre las piernas. Con el cuarto, un toro distraído y soso, alargó la faena en exceso si obtener ningún muletazo que calentara realmente los tendidos.
Eduardo Gallo estuvo firme con el tercero, que sabía lo que se dejaba detrás. Sin embargo, ante el quinto, nunca acabó de confiarse. Cierto que el animal se quedaba a medio viaje, pero su actitud distó mucho de la ofrecida ante el tercero. Los toros de Adolfo sí que ofrecieron buen juego en su mayoría en el caballo, sobre todo primero, tercero y quinto.
Ficha
Un cuarto de entrada en tarde entoldada, algo ventosa y de temperatura fresca. Se lidiaron seis toros de Adolfo Martín, impecables de presentación y de escaso juego. El único destacable fue el 3º. Antonio Ferrera (blanco y oro), silencio y silencio tras aviso. Eduardo Gallo (verde hoja y oro), saludos y silencio. David Esteve (obispo y azabache), vuelta al ruedo y silencio. Presidió Francisco Peris, con criterio. Pesos por orden de lidia: 560, 530, 521, 540, 531 y 571 kilos.
Un cuarto de entrada en tarde entoldada, algo ventosa y de temperatura fresca. Se lidiaron seis toros de Adolfo Martín, impecables de presentación y de escaso juego. El único destacable fue el 3º. Antonio Ferrera (blanco y oro), silencio y silencio tras aviso. Eduardo Gallo (verde hoja y oro), saludos y silencio. David Esteve (obispo y azabache), vuelta al ruedo y silencio. Presidió Francisco Peris, con criterio. Pesos por orden de lidia: 560, 530, 521, 540, 531 y 571 kilos.
Valencia, 12-3-2013. Toros de Adolfo Martín para Antonio Ferrera, Eduardo Gallo y David Esteve
Fotos: Crescencio/ Aplausos:
HABLAN LOS PROTAGONISTAS:
El ganadero del día en Valencia, Adolfo Martín, comentaba en el callejón a APLAUSOS al término del festejo: "Ha habido cinco toros con matices y uno excepcional desde que ha salido que ha sido el tercero. Ha humillado y ha sido de esos que salen cada mucho tiempo. El primero ha sido encastado, ha tenido cosas de bravo pero luego en la muleta se ha terminado orientando enseguida y no ha sido fácil; el toro siguiente, el segundo, ha humillado mucho y Gallo ha estado muy bien con él, lo que pasa es que se ha lastimado en el porrazo que se ha pegado contra un burladero de salida y ha acusado un puyazo trasero que le ha descoordinado un poco; el cuarto ha sido mansón, noble, sin comerse a nadie; el quinto se parecía más a la clásica alimaña, ha resultado encastado pero más complicado; y el sexto ha sido soso y ha querido humillar pero no ha terminado de romper".
David Esteve ha dado la única vuelta al ruedo del festejo. El de Rafelbunyol, confesaba a la salida del coso: "Me voy con sensaciones malas. Desgraciadamente le podía haber cortado una oreja a un buen toro de don Adolfo y ha sido una lástima no salir con ella en el bolsillo. Por el pitón derecho se ha deslizado y me ha hecho sentirme a gusto. Luego mi segundo no me ha dado opción, se ha apagado muy pronto y no ha querido coger ni ha servido para nada. Buscaba llevarme por lo menos esa oreja que tanta falta me hacía y desgraciadamente en esta oportunidad no ha podido ser".
Eduardo Gallo, tras finiquitar al quinto, señalaba: "No ha podido ser. Éste ha sido un toro muy duro, muy difícil , que no me ha permitido en ningún momento hacer una faena más o menos lucida. Además se me ha atravesado con la espada, lo he pinchado muchas veces y puede haber quedado una sensación peor, pero hasta que he cogido la espada he estado por encima del toro, como en general toda la tarde". El salmantino, acerca de su primero, matizaba: "Se quedaba muy por abajo, pero a mí me ha valido para que la gente viera el momento en el que vengo. Con esta ganadería el bueno es muy bueno y el malo la gente ve enseguida las complicaciones que tiene y yo particularmente lo prefiero así".
Abrió plaza Antonio Ferrera, que opinaba sobre el cuarto: "Este toro había que inventárselo, no era nada fácil y había que estar muy metido con él. Ha sido una de las faenas que marcan un poco el momento en el que está uno, había que pasar muchas líneas imaginarias con él y al final he tenido sensaciones buenas. Son de esas actuaciones que, aun sin cortar orejas, te vas con buenas sensaciones". Ese cuarto "una vez que se tecleó y se le hicieron las cosas bien por el lado izquierdo se entregó pero le faltaron por lo menos dos tanditas más por ahí". Sobre su primero, afirmaba: "Ha sido un cabroncete, un pájaro bueno".
Eduardo Gallo, tras finiquitar al quinto, señalaba: "No ha podido ser. Éste ha sido un toro muy duro, muy difícil , que no me ha permitido en ningún momento hacer una faena más o menos lucida. Además se me ha atravesado con la espada, lo he pinchado muchas veces y puede haber quedado una sensación peor, pero hasta que he cogido la espada he estado por encima del toro, como en general toda la tarde". El salmantino, acerca de su primero, matizaba: "Se quedaba muy por abajo, pero a mí me ha valido para que la gente viera el momento en el que vengo. Con esta ganadería el bueno es muy bueno y el malo la gente ve enseguida las complicaciones que tiene y yo particularmente lo prefiero así".
Abrió plaza Antonio Ferrera, que opinaba sobre el cuarto: "Este toro había que inventárselo, no era nada fácil y había que estar muy metido con él. Ha sido una de las faenas que marcan un poco el momento en el que está uno, había que pasar muchas líneas imaginarias con él y al final he tenido sensaciones buenas. Son de esas actuaciones que, aun sin cortar orejas, te vas con buenas sensaciones". Ese cuarto "una vez que se tecleó y se le hicieron las cosas bien por el lado izquierdo se entregó pero le faltaron por lo menos dos tanditas más por ahí". Sobre su primero, afirmaba: "Ha sido un cabroncete, un pájaro bueno".
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