jueves, 14 de marzo de 2013

valencia. 13/03. Video y crónica de la de Miura. Feria de Fallas 2013.




Una mansada de Miura hunde la tarde en Valencia

13 Marzo 2013
Valencia. Cinco toros de Miura y uno de Valdefresno, en segundo lugar, sustituto de un titular devuelto por inválido. Corrida bien presentada pero desigual de volúmenes y hechuras. En conjunto, encierro manso y desabrido, justo fuerzas y que se defendió con violencia. La plaza registró un tercio de entrada en tarde ventosa y fría.

Rafaelillo:
estocada atravesada y cuatro descabellos (silencio); gran estocada (ovación).
Fernando Robleño:
estocada desprendida (ovación); tres pinchazos, estocada tendida, tres descabellos, golletazo y dos descabellos (silencio, tras dos avisos).
Javier Castaño:
dos pinchazos y descabello (silencio); pinchazo y estocada tendida (silencio).

Destacaron
picando Juan Esquivel, Tito Sandoval y Juan Alfonso Doblado. David Adalid y Fernando Sánchez saludaron tras banderillear a tercero y sexto.

La crónica de hoy es de D. Paco Delgado realizada para La Razón.

La importancia de saber idiomas

  • La terna se estrelló contra una peligrosa e imposible corrida de Miura en la quinta de Fallas
  • Valencia. Se lidiaron toros de Miura, muy bien presentados, serios y con cuajo pero de juego muy deslucido y complicado; y un sobrero de Valdefresno (2º), manso y manejable. Un cuarto de entrada.
  • - Rafaelillo, de burdeos y oro, estocada corta, tres descabelos (silencio); entera (ovación).
  • - Fernando Robleño, de corinto y oro, entera, aviso (ovación); tres pinchazos, aviso, dos medias, tres descabellos, segundo aviso (silencio).
  • - Javier Castaño, de perla y oro, pinchazo, media, descabello (silencio); pinchazo, media (silencio).
  • - Destacaron los banderilleros David Adalid y Fernando Sánchez, así como el picador Tito Sandoval.


Rafaelillo trata de rematar con un pase de pecho, pese al tremendo gañafón del toro de Miura
Rafaelillo trata de rematar con un pase de pecho, pese al tremendo gañafón del toro de Miura Efe




No sé si los dueños de la legendaria vacada de Miura –nombre común y típicamente japonés– descienden de aquellos súbditos del Imperio del Sol Naciente que se establecieron en Coria del Río en el siglo XVII y que, obedeciendo el mandato divino de la religión que abrazaron al instalarse allí, crecieron y se multiplicaron hasta conseguir que Japón sea apellido frecuente en tierras béticas. Tampoco conozco si los animales que crían con tanto esmero y dedicación entienden el japonés. Pero sí que es cierto que sus toros son especiales y su comportamiento poco que ver con el de los astados que se lidian en la actualidad en la mayoría de ferias y festejos. Y también es verdad que los diestros que se enfrentan a ellos lo hacen en un idioma distinto.
La gente se ha acostumbrado a una lidia mucho más artística y ligera que la que precisa este ganado y los toreros ya parecen haber olvidado lo que es lidiar. Pocas veces se ven ya faenas que hace años eran frecuentes, las denominadas de aliño. Y que siguen siendo necesarias cuando las condiciones del toro así lo exigen. No eran los astados de Zahariche –serios, largos, cuajados, duros, listos–, toros para ponerse bonito, componer la figura y torear templado y despacio.
El que abrió plaza se revolvía y echaba la cara constantemente, buscando descaradamente y refugiándose en las tablas al final de su lidia. Rafaelillo le dio mucha coba buscándole las vueltas por todos lados sin encontrarlas por ninguno. También se quedó muy corto el cuarto, pendiente siempre de un torero que porfió en pos del lucimiento cuando su oponente pareció tragarse algún muletazo por el pitón izquierdo –por el derecho nunca lo hizo–. Pero pronto se tornó igual de imposible por ese lado. Otra vez el de Murcia estoqueó con habilidad y contundencia.
El primero de Javier Castaño se arrancó de muy lejos al caballo hasta tres veces, aunque en la muleta fue a menos. Por si faltaba algo, se levantó una ventisca que molestó muchísimo a las partes, que no encontraron puntos en común. Ya de salida hizo cosas poco esperanzadoras el sexto, más justo de fuerza y al que se picó duro. Volvieron a lucirse los subalternos de a pie –David Adalid y Fernando Sánchez– de Castaño, que se empeñó en quedarse muy quieto pese a que el «miureño» entraba al paso y cabeceando, que le costó llevarse más de un susto y nulo lucimiento.
El sobrero de Valdefresno que hizo segundo pareció tener otro acento. Mansón, suelto y distraído. Robleño se templó en varias series, cortas y limpias, que constituyeron lo mejor de un trasteo muy desordenado. Un muletazo aquí, otro allá, una serie en el tercio, otras en chiqueros y poco en claro, que acabó con el toro aculado en la misma puerta de toriles. Hablaron idiomas igualmente distintos Fernando Robleño y el segundo «Miura» de su lote, al que dieron un palizón en varas. Echó la cara arriba ya en banderillas y ¿embistió? tirando continuos hachazos y gañafones. Despreció enseguida a su matador, procuró irse lo más lejos posible y lo ignoró como una vaca en vez de como un toro bravo.

Valencia, Feria de Fallas, 13 de marzo de 2013. Toros de Miura para Rafaelillo, Fernando Robleño y Javier Castaño

Fotos: Rullot / Aplausos:

Rafaelillo:







Fernando Robleño:







Tito Sandoval



David Adalid



Javier Castaño:


LA OPINIÓN DE LOS PROTAGONISTAS:

Rafael Rubio "Rafaelillo", a la muerte del toro que abrió plaza, declaró a los micrófonos de APLAUSOS: "Ha sido muy difícil, muy complicado, por el lado derecho no tenía ni uno, ni siquiera pasaba, y por el izquierdo ha sido muy parado, quedándose corto, buscando y pegando el frenazo. Con la muleta ha hecho lo mismo que con el capote. Con el caballo se ha dejado pegar pero luego se ha frenado y ha sacado malas ideas. Lo único que he podido hacer ha sido intentarlo por el lado izquierdo, por donde me he puesto alguna vez tratando de tirar de él, pero no quería pasar, había que dárselos de uno en uno y no había manera de encontrar la ligazón. Molestado por el viento y con las dificultades del toro, no cabía otra más que matarlo con la mayor profesionalidad posible".

Del cuarto opinaba: "Ha sido otro toro muy complicado. Por el lado derecho tampoco tenía ni uno y por el izquierdo he hecho un esfuerzo muy grande. El toro pegaba muchos cabezazos y tenía esa agilidad miureña que hace que parezca que tengan un látigo en el cuello. Giraba y lo hacía con una violencia tremenda, queriendo coger. La faena no ha podido tener limpieza ni naturales como uno quiere, pero ha habido compostura y, tragándole mucho, también algún natural limpio. La estocada, además, ha sido muy importante y me voy contento porque he estado muy por encima de lo que me ha tocado".

Acerca de la importancia de "cazar" a los animales rápido en la suerte suprema, expresaba: "Son toros que incluso matándolos bien les cuesta mucho echarse. Este es otro espectáculo, es muy duro y tenemos mucho mérito porque es muy difícil navegar con esto y salir adelante y además intentando triunfar".

Fernando Robleño, tras saludar una ovación después de despachar el sobrero de Valdefresno que hizo segundo, señalaba: "Él quería embestir bien pero desde el principio, ya en el primer tercio, ha cantado que iba a mansear. El toro se ha ido al caballo que guardaba la puerta, ha costado traerlo a este tercio -refiriéndose al terreno donde se pican los toros- aunque luego me he impuesto a él y me ha dado doce o quince arrancadas buenas. He sentido que los muletazos han llegado a la gente y he dado alguno a gusto y como yo interpreto el toreo. Lástima que luego se haya rajado y puesto tan complicado para entrarle a matar. Estaba tan rajado que ahí he perdido un tiempo importante".

Sobre la devolución del titular de Miura, admitía: "No sé si se hubiera caído porque los toros de Miura son duros, pero lo que sí creo es que no hubiera servido para el lucimiento. A lo mejor no se hubiera caído mucho pero seguramente se hubiera empezado a defender. Creo que el presidente ha estado acertado, aunque a nadie nos gusta que nos echen un toro para atrás".

Tras despachar al quinto, con el que rozó los tres avisos, manifestó: "Ha sido un toro totalmente imposible, de pasar un trago gordo. Porque me ha pillado con trece años de alternativa, si no era de corral. Me voy disgustado porque esta feria es importante y siempre tenemos la ilusión de que un toro rompa, pero yo aún debo irme contento ya que he tenido un toro de Valdefresno que me ha regalado unas pocas embestidas. Al menos he podido torear más que mis compañeros".

Por su parte, Javier Castaño aseguraba tras acabar con el tercero: "He visto que el toro podía haber roto pero han venido esas rachas de viento fuerte y estos toros, sobre todo al principio, hay que taparles mucho para que no te vean. El animal se ha orientado, sabía dónde estaba yo y a partir de ahí ya había poco que hacer".

El ganadero, Antonio Miura, presente todo el festejo junto a su familia en una contrabarrera de sombra, declaró sobre la corrida:"Ha sido dura y se ha acordado de sus antepasados y de la historia de esta ganadería. Luego, además, el viento ha molestado muchísimo toda la tarde y hoy más que nunca, por las condiciones de los animales, se necesitaba que los trastos estuvieran firmes y las muletas no se volaran. No es para disculpar a los toros pero es lo que más se precisaba". El ganadero añadía: "Unas veces salen duras y otras no tanto. Hoy pueden decir que la corrida ha salido más en Miura, ya que cuando embisten dicen que no parece de nuestra ganadería".



No hay comentarios: