domingo, 12 de junio de 2011

«Tal como veo a José Tomás no piensa en irse pronto»

«Tal como veo a José Tomás no piensa en irse pronto»Foto: alfons petit



Reproducimos por su indudable interés, la entrevista que le realizan a Salbador Boix, apoderado de José Tomás, en el periódico Levante-EMV.




Apoderado de José Tomás. Un día se cruzó en la vida del diestro de Galapagar y este le ofreció ser su apoderado. El sector lo miraba como un intruso porque su profesión era la música y la crítica taurina, aunque su afición eran los toros. Cree que hay que cambiar las estructuras del mundo taurino y asegura que a José Tomás —el 23 de julio reaparece en Valencia— hay que entenderlo desde la sensibilidad, que le queda mucho tiempo por delante en los ruedos y que cuando un torero lleva la independencia como bandera crea turbulencias. «Claro que le tiene miedo a la muerte», dice.
J. R. SEGUÍ/ Músico, escritor, aficionado a los toros, crítico taurino y, de repente, apoderado de José Tomás. Es un caso muy atípico.
En cierta medida sí, pero cada vez menos. En el origen sí lo fui. Ni por tradición familiar ni por nada por el estilo entraba en mis planes un destino parecido. Las circustancias se dieron de forma muy natural. Pero que sea atípico no quiere decir que no lleve muchos años relacionado con el mundo de los toros. Estoy vinculado a ellos desde los ochenta. Pero no soy un caso único, hubo otros apoderados como yo.
¿Y ahora, cómo ve los toros en la barrera? Con más presión y otra perspectiva. Y le habla uno que los ha visto desde la naya y ha tenido la suerte de cruzar todo el tendido. La diferencia es sustancial porque todo se ve en una dirección más intensa.
¿Cuando se ha visto desde fuera y se entra en el epicentro del mundo taurino con su mayor figura actual de la mano se da cuenta uno de que todo es tan distinto? Absolutamente. Este mundo es muy peculiar. Tiene unos resortes que hasta que no estás dentro el aficionado es imposible que lo conozca e imagine. Tienes unos mecanismos muy particulares y muy crípticos.
¿Eso es bueno o es malo? Lo veo como una especie de burbuja que lleva funcionando así años y ha seguido navegando hasta ahora. Es como es. Por eso hay que estar al margen de él para no viciarse ni viajar con él. Para no viciarse hay que ser consciente de lo que se quiere. Si uno apuesta dentro del mundo del toro por la independencia y por no ceder ante ninguna servidumbre más que a su propia ética no pasa nada, se puede sobrevivir.
¿Es un mundo de camarillas? Es un pequeño mundo dentro del mundo. Muy cerrado y en el que cualquier irrupción, como por ejemplo mi caso, crea pequeñas turbulencias, y cuando hay algún torero que no sigue consignas y lleva la bandera de la independencia crea más turbulencias todavía.
¿Diría que es la voz y conciencia de José Tomás? En absoluto. Soy en todo caso el portavoz porque él no mantiene contacto con los medios de comunicación.
¿Por qué esa cerrazón, ese aislamiento tan exagerado? Porque él habla con la espada y la muleta. Aunque sea una contestación muy tópica es así. Él es muy celoso de su intimidad y en este mundo, donde todo se mezcla, está bien poner ciertas barreras para poder estar tranquilo, poderse preparar y asumir el compromiso que afronta en el ruedo. Él habla con el lenguaje de los toreros, que es el que es, y difícilmente explicable por parte de ellos mismos.
¿Qué hay que tener en la cabeza para entenderlo, para comprender su mentalidad? Sensibilidad. Le voy a poner un ejemplo de como yo lo veo. Para uno que no ha visto nunca toros lo ve a él y dice: "ah! caray, ahora entiendo de qué va esto de hombres con toros jugando con la vida". Y eso se consigue a través de la sensibilidad para poder captar el compromiso que él asume.
¿Quiere decir que no todos los toreros son iguales y no siempre se asumen los compromisos? No, no quiero decir eso, sino que cada uno es cada cual y Tomás es una persona muy singular, con un concepto del toreo muy singular y con un compromiso en una dimensión que va un punto mas allá de lo que se ve habitualmente.
¿Tanto compromiso para llegar a decir que uno no teme a la muerte o salir a jugarse la vida con los ojos cerrados? Eso es también un punto de locura. Él sí teme la muerte, claro que teme la muerte. Esa es una de las leyendas, pensar que él no tiene miedo. La mayoría de los toreros temen a la muerte y él también, naturalmente.
Pero se arrima casi como una provocación a ella. No todos lo hacen con ese ansia de riesgo. Se arrima así porque es torero y porque ser torero significa comprometerse con el juego de la vida y de la muerte.
¿Está José Tomás y luego, los demás, él lo cree así? No soy el más indicado para decirlo. Los aficionados son los que tienen la voz. Los números cantan, para entendernos a todos los niveles.
¿Y cuáles son sus dudas? Las mismas de cualquier ser humano y en el caso del mundo de los toros ser fiel a su concepto y plantearse que siempre ha de ser fiel a él. Y también está ese afán de sacrificio, de superación, de exigirse siempre el cien por cien. José vive el toreo como una cuestión intrínseca a su propia vida y en ese sentido sus dudas son si no consigue ser fiel a lo que cree o no puede realizar lo que tiene en la cabeza.
Ponce dijo que su corrida soñada era una faena todo templado, despacio, armonioso. ¿Cómo sería la corrida soñada del maestro? No tiene la perfección como objetivo pero si va en su camino para intentar sacar lo máximo de su toreo. La perfección no existe pero cuando uno en el tendido tiene la percepción de que se ha parado el tiempo, se ha organizado el caos y se ha producido esa ficción temporal de que nada dura lo que aparenta durar, eso es rayar en lo que sería la perfección torera.
Se retiró. Después volvió. Ahora ha estado más de un año fuera debido a una grave cogida. ¿En algún momento ha mostrado una duda para no volver a pisar un ruedo? La recuperación ha sido muy larga y ha habido momentos críticos que ha superado. Pero abandonar no creo. La recuperación no ha sido nunca un camino de rosas y se han ido superando etapas. Viene de un agujero muy profundo.
¿Además de físico, psicológico? Ese tipo de situaciones a él no le afectan la cabeza. Tampoco estoy metido en su piel.
Pero ha tenido la oportunidad de mirarle a los ojos y leerle la mirada. Él ha estado sólo pendiente de que el físico le respondiera para seguir en su concepto. Mire, hay un dato: desde que sufrió la cogida su mirada ha estado puesta en volver a torear. A partir de ahí se puede descifrar el resto. Decidir el momento ha sido una cuestión de que el físico le acompañara.
¿Por qué reaparecer en Valencia? ¿Es una coincidencia? No, son muchas más cosas: las fechas, la categoría de la plaza, quien está al frente de ella. La Feria de Julio es importante. Se han dado todos las circunstancias y de una forma muy fluida.
Sin embargo, son ustedes muy exigentes y quienes ponen las condiciones: sólo tantas corridas, con estos, no quiero televisiones... Son muy selectivos y algunos creen que detrás de todo también hay márketing. No, lo que sucede es que somos muy independientes y hacemos aquello en lo que José más cree que es seguir una línea, no sólo por su carrera sino también por el futuro de la tauromaquia.
¿Y cómo es ese futuro soñado? Que cada corrida debe ser un evento y que hay que crear la máxima expectativa y responder a ella. Y huir de la frivolidad, la banalización y la repetición. Que sea una experiencia única.
No sé si la visión que tiene es que el mundo del toro es algo recalcitrante e inmovilista, más aún después de haber dicho que le sobra algo de gomina y caspa. ¿Las estructuras de la fiesta se pueden modificar? Se debe modificar la estructura de todo el sector para ir hacia el futuro y tener un encaje en la cultura del siglo XXI. Y tenemos referentes como Francia.
Sin embargo, el público se conforma con lo mismo, no sé si se ganan públicos y habrá que acercar la fiesta a las nuevas nes. ¿Qué hacemos? Lo que hay que reivindicar son los valores que encarna el toreo: impacto emocional, artístico e incluso moral. A partir de ahí se puede llegar a toda la sociedad y encajar de nuevo en el mundo de la alta cultura. La tauromaquia es el espejo de nuestra condición y eso son palabras mayores. Hay que reivindicar la gravedad del hecho taurino y huir de todo lo que no sea eso.
¿El maestro se deja aconsejar mucho? Sí, es un hombre que escucha.
¿Y cómo lo definiría en la intimidad, en el cuerpo a cuerpo?Es reflexivo, antes de dar un paso lo medita mucho y pretende estar bien informado. Le gusta mucho el deporte, la música, la lectura. Lee un poco de todo. Pero yo no le asesoro en eso. Es un lector normal y corriente, un aficionado a la lectura.
El Cordobés dijo "te compraré un cortijo o llevaras luto por mí", y está aquella de más cornada da el hambre. Hoy la gran mayoría de toreros son gente que viene de familias acomodadas y con una mayor for formación intelectual ¿Son condicionantes que conducen a la prudencia? La formación dice mucho de lo que ha evolucionado este país. Pero lo demás que apunta no lo creo porque el toreo de hoy está lleno de héroes y nos tenemos todos que felicitar que haya pasado la época de la hambruna.
¿Cuántas temporadas le quedan a Tomás? No tengo ni idea pero tal como lo veo, con la ilusión y las ganas que tiene de torear y sentir sensaciones ante el toro no ha lugar a pensar en quitarse de ahí e irse pronto.
¿Nunca se ha planteado un futuro? En este sentido nunca. Vive el presente. Los toreros son expertos en vivir el día a día porque se juegan la vida en diez minutos. Hacer planes no es lo más habitual en el mundo de las toros.
¿Me puede dar una imagen que le haya sorprendido, estando cómo está tan cerca y conociéndole? Hay muchas, pero sobre la entereza que se palpa en él ante el triunfo y la adversidad.
Los fracasos en su caso, que han sido pocos, deben de ser para él más dolorosos y convertirse en un hándicap porque sabe que la plaza le va a exigir más que a nadie. Sí. Pero él vive esto con mucha entereza y con una ética para mí desconocida.
¿Habrá otro como él? Exactamente como él no.

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