
François Zumbiehl, filósofo y escritor. El autor galo ha logrado la declaración de la tauromaquia como Bien de Interés Cultural en Francia y ahora impulsa su toma en consideración por la Unesco.
Filósofo y escritor, es uno de los intelectuales que en Francia está abanderando la defensa de los toros. Si hace poco más de un mes él, François Zumbiehl, lograba un hecho sin precedentes, que el Ministerio de Cultura francés incluyera la Fiesta en su inventario de Bienes de Interés Cultural, el jueves pasado participaba en Las Ventas en la presentación de una coordinadora internacional con la que avalar el proyecto Tauromaquia-Unesco, gestado por la Asociación Internacional de Tauromaquia.
-Una vez hecha la presentación de la coordinadora, ¿cuál es el siguiente paso?
-Hacer un listado de las entidades que en cada país van a coordinar la redacción del dossier sobre la Fiesta y constituir un comité científico en cada uno de ellos. Después, habrá que gestar y coordinar las estrategias para lograr que los políticos de cada país nos apoyen llegado el momento de defender la Fiesta ante la Unesco.
-¿Trabajarán por amor al arte?
-No, vamos a buscar financiación, sobre todo para poder cubrir las necesidades logísticas. También esperamos el apoyo de los profesionales del toro.
-¿Prevé el tiempo que van a necesitar para alcanzar el objetivo final?
-Si lo conseguimos en dos o tres años, sería magnífico, francamente. Lo que sí afirmo ahora es que mis contactos previos con personal de la Unesco me han transmitido la idea de que es legítima la solicitud de la Fiesta como Patrimonio Cultural Inmaterial Claro. Será un problema político lograr el consenso del conjunto de los países. ¡Pero ya lo han logrado con la cetrería!
-En el asunto de Cataluña, el planteamiento de una moratoria ¿los ayudaría?
-Sí, pienso que sí. Lo que pasa es que Cataluña mostró que la Fiesta ha sido tomada como rehén por la política.
-Hay quien afirma que aquello fue una chapuza.
-Bueno, yo no me puedo permitir calificarlo así, pero es cierto que el tema ha sido claramente politizado. Y eso siempre es malo. Otra cosa es si sigue habiendo mucha o poca afición en Cataluña, que yo pienso que sí la hay. El asunto es la libertad y la decisión unilateral de prohibición cultural.
-Y los toreros ¿qué dicen de este proyecto? ¿Se han llegado a manifestar?
-En Francia sí nos han ayudado; en España, aquí, creo que también.
-La realidad es que de nuevo han sido los franceses los que se nos han adelantado en materia taurina.
-Sí, lo sé. Y seguiremos trabajando por la causa para estar al lado de nuestros amigos españoles y también del resto de países que comparten esta afición. En Francia, después de meses trabajando, hemos redactado un argumentario muy sólido sobre los toros y su significado plasmándose en una ficha de identidad –argumentos y descripción de la Fiesta en Francia– que ya figura en el Ministerio de Cultura.
-¿Qué recoge esa ficha?
-En primer lugar hemos definido cuál es el significado del desarrollo de la corrida y de la muerte del toro en público. Este punto es muy importante porque es ahí donde se desata la controversia entre aficionados y anti. Esto no es más que el significado cultural y antropológico que tiene la muerte del toro en público. También nos hemos centrado en toda la rama de actividades culturales que día a día, a través de la Fiesta, se desarrollan paralelamente a los festejos. Esto nos ha servido para ver y definir que la Fiesta no sólo era un producto de importación sino algo muy vivido en Francia. Asimismo nos hemos centrado en los valores ecológicos, porque sabemos que la crianza del bravo permite preservar un ecosistema como es la dehesa. También, entre los criterios marcados por la Unesco, está el de en qué medida una práctica permite contribuir al conocimiento de la naturaleza. Y pensamos que este acercamiento al animal –al toro– es importantísimo, ya que siempre defendemos que la corrida está basada en el respeto hacia el animal, aspecto que no nos reconocen los anti, porque ellos hacen del animal una especie de “peluche”. Y eso es la ideología de Disney.
-¿Son conscientes de que Francia es un muro de contención de los envites que pueden llegar desde Europa a España?
-Sí. Pero no podremos aguantar mucho tiempo solos. Por eso esperamos que los otros países taurinos declaren la Fiesta Patrimonio Cultural Inmaterial, empezando por España. Porque nos parece absurdo que aquí se haya contribuido a que se declare Patrimonio la cetrería, donde también se mata a un animal, y se tengan tantas reticencias con los toros. Entendemos que hay una especie de politización muy absurda en relación con la Fiesta. Es lo de decir que ser de derechas es ser aficionado y ser de izquierdas lo contrario. Eso es falso. La prueba la tenemos si citamos a Tierno Galván, autor de uno de los mejores textos escritos sobre los toros: La Fiesta de los toros, acontecimiento nacional. En Francia, la gran suerte que hemos tenido es que tanto la derecha como la izquierda políticas se han unido por esta causa y nos apoyaron en nombre de dos preocupaciones básicas: una, la protección de la libertad cultural de las regiones taurinas y, dos, la promoción de la diversidad de las distintas expresiones culturales.
-Una vez hecha la presentación de la coordinadora, ¿cuál es el siguiente paso?
-Hacer un listado de las entidades que en cada país van a coordinar la redacción del dossier sobre la Fiesta y constituir un comité científico en cada uno de ellos. Después, habrá que gestar y coordinar las estrategias para lograr que los políticos de cada país nos apoyen llegado el momento de defender la Fiesta ante la Unesco.
-¿Trabajarán por amor al arte?
-No, vamos a buscar financiación, sobre todo para poder cubrir las necesidades logísticas. También esperamos el apoyo de los profesionales del toro.
-¿Prevé el tiempo que van a necesitar para alcanzar el objetivo final?
-Si lo conseguimos en dos o tres años, sería magnífico, francamente. Lo que sí afirmo ahora es que mis contactos previos con personal de la Unesco me han transmitido la idea de que es legítima la solicitud de la Fiesta como Patrimonio Cultural Inmaterial Claro. Será un problema político lograr el consenso del conjunto de los países. ¡Pero ya lo han logrado con la cetrería!
-En el asunto de Cataluña, el planteamiento de una moratoria ¿los ayudaría?
-Sí, pienso que sí. Lo que pasa es que Cataluña mostró que la Fiesta ha sido tomada como rehén por la política.
-Hay quien afirma que aquello fue una chapuza.
-Bueno, yo no me puedo permitir calificarlo así, pero es cierto que el tema ha sido claramente politizado. Y eso siempre es malo. Otra cosa es si sigue habiendo mucha o poca afición en Cataluña, que yo pienso que sí la hay. El asunto es la libertad y la decisión unilateral de prohibición cultural.
-Y los toreros ¿qué dicen de este proyecto? ¿Se han llegado a manifestar?
-En Francia sí nos han ayudado; en España, aquí, creo que también.
-La realidad es que de nuevo han sido los franceses los que se nos han adelantado en materia taurina.
-Sí, lo sé. Y seguiremos trabajando por la causa para estar al lado de nuestros amigos españoles y también del resto de países que comparten esta afición. En Francia, después de meses trabajando, hemos redactado un argumentario muy sólido sobre los toros y su significado plasmándose en una ficha de identidad –argumentos y descripción de la Fiesta en Francia– que ya figura en el Ministerio de Cultura.
-¿Qué recoge esa ficha?
-En primer lugar hemos definido cuál es el significado del desarrollo de la corrida y de la muerte del toro en público. Este punto es muy importante porque es ahí donde se desata la controversia entre aficionados y anti. Esto no es más que el significado cultural y antropológico que tiene la muerte del toro en público. También nos hemos centrado en toda la rama de actividades culturales que día a día, a través de la Fiesta, se desarrollan paralelamente a los festejos. Esto nos ha servido para ver y definir que la Fiesta no sólo era un producto de importación sino algo muy vivido en Francia. Asimismo nos hemos centrado en los valores ecológicos, porque sabemos que la crianza del bravo permite preservar un ecosistema como es la dehesa. También, entre los criterios marcados por la Unesco, está el de en qué medida una práctica permite contribuir al conocimiento de la naturaleza. Y pensamos que este acercamiento al animal –al toro– es importantísimo, ya que siempre defendemos que la corrida está basada en el respeto hacia el animal, aspecto que no nos reconocen los anti, porque ellos hacen del animal una especie de “peluche”. Y eso es la ideología de Disney.
-¿Son conscientes de que Francia es un muro de contención de los envites que pueden llegar desde Europa a España?
-Sí. Pero no podremos aguantar mucho tiempo solos. Por eso esperamos que los otros países taurinos declaren la Fiesta Patrimonio Cultural Inmaterial, empezando por España. Porque nos parece absurdo que aquí se haya contribuido a que se declare Patrimonio la cetrería, donde también se mata a un animal, y se tengan tantas reticencias con los toros. Entendemos que hay una especie de politización muy absurda en relación con la Fiesta. Es lo de decir que ser de derechas es ser aficionado y ser de izquierdas lo contrario. Eso es falso. La prueba la tenemos si citamos a Tierno Galván, autor de uno de los mejores textos escritos sobre los toros: La Fiesta de los toros, acontecimiento nacional. En Francia, la gran suerte que hemos tenido es que tanto la derecha como la izquierda políticas se han unido por esta causa y nos apoyaron en nombre de dos preocupaciones básicas: una, la protección de la libertad cultural de las regiones taurinas y, dos, la promoción de la diversidad de las distintas expresiones culturales.
Fuente:La Gaceta/L. Tenorio.
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