miércoles, 12 de agosto de 2009

Reproducimos el artículo de D. Ignacio Peláez sobre la presencia de José Tomás esta tarde, miércoles 12 de agosto, en la Feria de Gijón.

La hora de José Tomás
Gijón, Ignacio PELÁEZ

Decía Juan Belmonte que el sitio del toro lo decide el torero, que para eso es un ser racional. José Tomás torea hoy en la gijonesa plaza de El Bibio con el mandamiento de Belmonte por bandera. Tras la suerte adversa del año pasado, el torero de Galapagar hará el paseíllo acompañado de Finito de Córdoba y César Jiménez. Apartado de las plazas importantes del panorama taurino por su remarcado deseo de la ausencia de la televisión, Tomás ha dejado patente su forma de interpretar el toreo. Conmocionó al mundo del toro tras las siete orejas en Las Ventas la pasada temporada en sus dos actuaciones en la capital del toreo y por el indulto de «Idílico» en Barcelona. Consiguió lo más difícil, le dio el pase de pecho a todos los críticos que lo acusaban de no torear en plazas de primera. Vuelven las críticas hacia José, regresan los fantasmas del pasado que lo relacionaban con los pueblos. Algunos olvidan que las grandes tragedias han sido en pueblos, Talavera de la Reina, Linares, Colmenar, Pozoblanco?
Definió un día Luis Francisco Esplá el valor como «el sitio en que se pone José Tomás». Nada tiene más verdad en la fiesta, la verdad del toro y el torero, el poder del matador y obligar al astado a pasar por unos terrenos que desafían a la física.
José torea de verdad, despacio, por abajo, largo y con belleza. Ojalá prevalezca la pureza frente a esos apocalípticos aficionados que prefieren las volteretas y el morbo de la sangre; el toreo es el toreo puro, el que hace Tomás cuando se inspira, porque eso es el arte, no se engañen, inspiración. Que la revolución en las taquillas no quede ahí, que llegue hasta el toreo de casta y verdad. Eso lo sabe hacer Tomás, emocionar, crear, en definitiva, deleitar con un trapo. Llega a Gijón para lidiar un encierro de toros de Parladé. Los astados que lucirán divisa amarilla, no apta para supersticiosos, son la otra parte que provocará los olés en el tendido.
La ciudad se viste de gala para ver en su ruedo al considerado por muchos el mito vivo de la fiesta. Indiferente no se irá nadie a su casa porque José Tomás, este año sí, torea esta tarde en Gijón.Esplá definió un día el valor como «el sitio donde se pone José Tomás»; nada tiene más verdad en la fiesta, obligar al astado a pasar por terrenos que desafían la física.
Fuente: La Nueva España.

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