El Parlamento catalán tramitará la abolición de las corridas tras aprobarse la Iniciativa Legislativa Popular de los animalistas (*)
Risas, abrazos y lágrimas de alegría. Sin poder contener ya la emoción, los impulsores de la Plataforma Prou han celebrado esta mañana en el Parlamento catalán la aprobación de la Iniciativa legislativa Popular (ILP) que permitirá debatir en la cámara la abolición de las corridas de toros en Cataluña. No faltaba ni uno solo de los 135 diputados del hemiciclo. La votación ha sido muy reñida porque se ha saldado sólo por ocho votos: 67 a favor de la propuesta frente a 59 en contra. Ha habido cinco abstenciones y cuatro diputados que han decidido no votar. "Ya sabíamos que sería muy ajustado", ha afirmado nerviosa y con los ojos enrojecidos una joven miembro de la protectora que sostiene que la balanza ha estado tan al límite porque la mayoría de los diputados socialistas se ha decantado a favor de las corridas.
"Bueno, no está tan mal. Hemos ganado por nueve votos", ha dicho feliz Leonardo Danselmi, uno de los portavoces animalistas tras la finalización del debate en un concurrido Salón de los Pasos Perdidos lleno de cámaras y micrófonos. Mientras, los aficionados a favor de los toros han encajado en silencio y con estupor el resultado. La votación ha estado llena de suspense porque se sabía de antemano que los animalistas contaban con 33 votos de los partidos de izquierda (los 21 escaños de ERC y los 12 de ICV-EUiA) y los protaurinos con 17 (14 del Partido Popular y 3 Ciudadanos). La incógnita residía en que los dos grupos mayoritarios CiU (48 escaños) y PSC (37) daban libertad de voto. Y de ese total, 42 se han ido al bloque taurino. De ahí que la sensación de las protectoras de que los socialistas se han inclinado mayoritariamente a favor de la fiesta.
David Pérez, el portavoz socialista, ha negado que se hubieran dado instrucciones a sus diputados para que votaran en una dirección. "No es verdad. Ha habido libertad de voto. Lo puedo garantizar", ha afirmado el parlamentario, aunque ha reconocido que la mayor parte de su grupo es partidario de no prohibir nada. Lo cierto es que el debate ha incomodado sobremanera a los socialistas que ven que la abolición se puede convertir en problema en la relación entre Cataluña y el resto de España, que se suma al del Estatuto. El propio presidente de la Generalitat, José Montilla, radicalmente protaurino, ha accedido al hemiciclo solo en el momento de la votación, en medio de ciertos abucheos.
Justo antes del debate, los grupos antitaurinos han desplegado pancartas en contra de las corridas al frente del Parlamento mientras los partidarios de la fiesta hacían declaraciones en su defensa como el mismo torero Serafín Marín, que avisó que corre el riesgo de quedarse sin poder torear en su propia casa. Ya en el hemiciclo y con una tribuna en la que no cabía una pinza, la abogada de la plataforma Prou! Anna Moulà ha presentado la ILP, que va acompañada de 180.000 firmas, y ha defendido la abolición por el sin sentido de mantener un espectáculo de una crueldad extrema que tiene como objetivo matar un animal. "El prohibido prohibir es una frivolidad irresponsable. Negamos que las costumbres se mantengan solo por tradición", ha dicho mientras ha recordado que ahora solo se trata de permitir el debate: "Parlamento viene de parabolare. Y eso es lo que queremos: parlamentar".
El grupo socialista ha sido el primero en defender su oposición a la ILP centrando su discurso en el debate identitario. "No quiero una Cataluña en la que si no eres del Barça, no eres catalán; si te gusta Loquillo, eres sospechoso y si te gustan los toros, eres español", ha exclamado desde el atril Pérez, aficionado taurino. "Cataluña dará pasos atrás si empieza a prohibir aquello que no le gusta. ¿Tendrán mis hijos que ir a Francia a ver los toros? ¿No podrán ver aquí a José Tomás?", dijo.
Albert Rivera, de Ciudadanos, ha sostenido su rechazo a prohibir nada en aras de la libertad y Rafael Luna, del PP, ha defendido la tradición taurina de Cataluña, que se remonta al siglo XIV, al tiempo que ha avisado de la incongruencia de estar contra la fiesta y ser capaz alguien de "comerse un filete de pollo y de ternera".
CiU y ERC no han recogido el guante lanzado por Pérez para situar la fiesta en un debate identitario entre Cataluña y España. "No lo es. Reivindicamos la catalanidad de la fiesta", ha señalado Josep Rull, diputado de CiU, que ha reconocido que en su grupo conviven tres posiciones: las que defienden las corridas por razones de cultura y arte; la que no quiere prohibir nada y la que las rechazan "por ser una costumbre fosilizada". Pero Rull ha insinuado claramente su voto al decir: "Mahatma Ghandi dijo que el grado de civilización de un pueblo también se mide con la forma de cuidar a sus animales".
Joan Puigcercòs, portavoz de ERC, contraria a la fiesta, ha apuntado: "No mezcle cosas, señor Pérez. Estamos debatiendo un espectáculo que parte de la población cree que se puede prohibir. No es un debate entre taurinos y no taurinos, si no entre taurinos y abolicionistas. Este no es un debate catalán. Es un debate universal, que se produce en todas los países donde hay toros". Y Francesc Pané, diputado por Iniciativa-EUiA, en una exposición poética, ha defendido la abolición por razones de ética social y de país mientras ha apuntado su sorpresa en que se haya dado libertad de voto cuando se impide en otros temas.
La votación ha empezado, la tensión ha subido y el marcador electrónico ha marcado: 59 a 67 y 5 abstenciones. Cuatro diputados no ejercieron su derecho al voto y como es secreto no se puede saber quienes fueron. La tramitación de la ley empieza ahora y posiblemente se votará en mayo. Luis Corrales, portavoz de los protaurinos, ha anunciado que piensan dar batalla hasta el final para ganar a los animalistas.
"Bueno, no está tan mal. Hemos ganado por nueve votos", ha dicho feliz Leonardo Danselmi, uno de los portavoces animalistas tras la finalización del debate en un concurrido Salón de los Pasos Perdidos lleno de cámaras y micrófonos. Mientras, los aficionados a favor de los toros han encajado en silencio y con estupor el resultado. La votación ha estado llena de suspense porque se sabía de antemano que los animalistas contaban con 33 votos de los partidos de izquierda (los 21 escaños de ERC y los 12 de ICV-EUiA) y los protaurinos con 17 (14 del Partido Popular y 3 Ciudadanos). La incógnita residía en que los dos grupos mayoritarios CiU (48 escaños) y PSC (37) daban libertad de voto. Y de ese total, 42 se han ido al bloque taurino. De ahí que la sensación de las protectoras de que los socialistas se han inclinado mayoritariamente a favor de la fiesta.
David Pérez, el portavoz socialista, ha negado que se hubieran dado instrucciones a sus diputados para que votaran en una dirección. "No es verdad. Ha habido libertad de voto. Lo puedo garantizar", ha afirmado el parlamentario, aunque ha reconocido que la mayor parte de su grupo es partidario de no prohibir nada. Lo cierto es que el debate ha incomodado sobremanera a los socialistas que ven que la abolición se puede convertir en problema en la relación entre Cataluña y el resto de España, que se suma al del Estatuto. El propio presidente de la Generalitat, José Montilla, radicalmente protaurino, ha accedido al hemiciclo solo en el momento de la votación, en medio de ciertos abucheos.
Justo antes del debate, los grupos antitaurinos han desplegado pancartas en contra de las corridas al frente del Parlamento mientras los partidarios de la fiesta hacían declaraciones en su defensa como el mismo torero Serafín Marín, que avisó que corre el riesgo de quedarse sin poder torear en su propia casa. Ya en el hemiciclo y con una tribuna en la que no cabía una pinza, la abogada de la plataforma Prou! Anna Moulà ha presentado la ILP, que va acompañada de 180.000 firmas, y ha defendido la abolición por el sin sentido de mantener un espectáculo de una crueldad extrema que tiene como objetivo matar un animal. "El prohibido prohibir es una frivolidad irresponsable. Negamos que las costumbres se mantengan solo por tradición", ha dicho mientras ha recordado que ahora solo se trata de permitir el debate: "Parlamento viene de parabolare. Y eso es lo que queremos: parlamentar".
El grupo socialista ha sido el primero en defender su oposición a la ILP centrando su discurso en el debate identitario. "No quiero una Cataluña en la que si no eres del Barça, no eres catalán; si te gusta Loquillo, eres sospechoso y si te gustan los toros, eres español", ha exclamado desde el atril Pérez, aficionado taurino. "Cataluña dará pasos atrás si empieza a prohibir aquello que no le gusta. ¿Tendrán mis hijos que ir a Francia a ver los toros? ¿No podrán ver aquí a José Tomás?", dijo.
Albert Rivera, de Ciudadanos, ha sostenido su rechazo a prohibir nada en aras de la libertad y Rafael Luna, del PP, ha defendido la tradición taurina de Cataluña, que se remonta al siglo XIV, al tiempo que ha avisado de la incongruencia de estar contra la fiesta y ser capaz alguien de "comerse un filete de pollo y de ternera".
CiU y ERC no han recogido el guante lanzado por Pérez para situar la fiesta en un debate identitario entre Cataluña y España. "No lo es. Reivindicamos la catalanidad de la fiesta", ha señalado Josep Rull, diputado de CiU, que ha reconocido que en su grupo conviven tres posiciones: las que defienden las corridas por razones de cultura y arte; la que no quiere prohibir nada y la que las rechazan "por ser una costumbre fosilizada". Pero Rull ha insinuado claramente su voto al decir: "Mahatma Ghandi dijo que el grado de civilización de un pueblo también se mide con la forma de cuidar a sus animales".
Joan Puigcercòs, portavoz de ERC, contraria a la fiesta, ha apuntado: "No mezcle cosas, señor Pérez. Estamos debatiendo un espectáculo que parte de la población cree que se puede prohibir. No es un debate entre taurinos y no taurinos, si no entre taurinos y abolicionistas. Este no es un debate catalán. Es un debate universal, que se produce en todas los países donde hay toros". Y Francesc Pané, diputado por Iniciativa-EUiA, en una exposición poética, ha defendido la abolición por razones de ética social y de país mientras ha apuntado su sorpresa en que se haya dado libertad de voto cuando se impide en otros temas.
La votación ha empezado, la tensión ha subido y el marcador electrónico ha marcado: 59 a 67 y 5 abstenciones. Cuatro diputados no ejercieron su derecho al voto y como es secreto no se puede saber quienes fueron. La tramitación de la ley empieza ahora y posiblemente se votará en mayo. Luis Corrales, portavoz de los protaurinos, ha anunciado que piensan dar batalla hasta el final para ganar a los animalistas.
(*) Más bien habría que decir veganos
Fuente: El País
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